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Ni cuentas ni grada de animación en el Athletic

La oposición al presidente Aitor Elizegi rechaza todas las propuestas a votación en la Asamblea del club

Jon Rivas
El presidente del Athletic, Aitor Elizegi, en la asamblea de este domingo.
El presidente del Athletic, Aitor Elizegi, en la asamblea de este domingo.MARIELI OVIEDO (EFE)

La derrota de Aitor Elizegi en la primera Asamblea telemática de la historia del Athletic fue abrumadora. El secretario enumeró los datos de las votaciones, dio paso después a una intervención en ruegos y preguntas de Salvador Acha, un socio mexicano que es investigador en el Imperial College de Londres, y despidió el cónclave rojiblanco sin dar explicaciones sobre lo que sucederá de aquí en adelante. El club bilbaíno no tiene presupuestos, la gestión fue reprobada y ni siquiera se aceptó su propuesta de una grada de animación que parecía encarrilada y proyectada.

Salvo en este último punto, las votaciones resultaron clarificadoras. 277 votos a favor y 439 en contra en el balance de gestión de la última temporada; 256 síes y 454 noes para el presupuesto. La grada de animación cayó por nueve votos de diferencia. La labor pedagógica de la junta directiva para poner de su lado a los compromisarios no convenció a los 762 que votaron desde casa.

Ni el covid fue excusa. El balance de la anterior temporada y los presupuestos de la que está en curso se justificaban en las caídas de los ingresos provocadas por la pandemia. Se anotaron 20 millones de pérdidas en el ejercicio pasado y se preveían 14 más para la campaña actual. “El fútbol vive su primera gran crisis del siglo XXI”, apuntó Aitor Elizegi en su intervención inicial ante los socios, pero su alegato no caló en la concurrencia.

Ni las didácticas explicaciones del contador de la junta directiva, Jon Ander De las Fuentes, convencieron a los compromisarios, que en los turnos de preguntas incidieron una y otra vez sobre el aumento de los gastos de personal, pese a los recortes de los sueldos de los empleados y los jugadores. “La fiscalidad ha cambiado y por eso ahora se paga más en los contratos de los jugadores”, repitió varias veces el responsable económico, pero su explicación no fue atendida a la hora de votar. Tampoco otra de las batallas de la directiva: el equilibrio entre ingresos televisivos –73,3 millones en la temporada 2020/21– y sueldos de los futbolistas, que han bajado de 82 a 75,8, y que se mantiene del lado de los salarios desde hace tres temporadas.

La batalla soterrada que continúa en el Athletic desde las últimas elecciones ha propiciado en gran parte el descalabro de Elizegi, que ganó por sorpresa los comicios y no ha tenido tregua desde entonces por parte de una oposición muy activa a través de las redes sociales.

Cuando la directiva del Athletic termine de asumir su derrota, tendrá que reformular las cuentas, preparar unos presupuestos diferentes y organizar una Asamblea extraordinaria. Nadie sabe lo que puede pasar entonces. El último presidente que recibió un varapalo similar fue Fernando García Macua, como Elizegi, ganador desde fuera del poderoso aparato político-deportivo del entorno rojiblanco. Rehízo los presupuestos añadiendo una partida más de 50.000 euros –lo que costaba la asamblea extraordinaria–, y los ganó.

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