La fiscalía determina que la prueba para la nacionalidad italiana de Suárez fue “una farsa”
El jugador uruguayo, que pretendía fichar por la Juventus, conocía de antemano las preguntas y la nota ya estaba asignada
El examen de italiano de Luis Suárez cuando era jugador del FC Barcelona para obtener la nacionalidad italiana fue “una farsa”. El futbolista conocía de antemano las preguntas. La Fiscalía de Perugia y la Guardia de Finanzas han terminado la primera fase de la investigación que iniciaron el pasado septiembre tras las presuntas irregularidades en la prueba de Suárez, “a quien se le había comunicado previamente el contenido del examen”, para obtener el pasaporte italiano.
El hoy jugador del Atlético de Madrid se sometió al examen para poder jugar en un club de la Serie A sin ocupar plaza de extranjero cuando supo que el FC Barcelona no contaba con él. El equipo más interesado fue la Juventus de Turín, que según las pesquisas, presionó para que el uruguayo aprobase sin problemas. Pero todo pareció extraño desde el principio: la prueba duró apenas unos minutos y a la salida todo fueron abrazos y fotografías. La investigación determina ahora también que la nota del jugador estaba ya concedida de antemano y que la Vecchia Signora, “incluso en los niveles institucionales más altos”, había hecho gestiones para que se “acelerase” el trámite y pudiese incorporarse cuanto antes al equipo.
La Guardia de Finanza de Perugia realizó registros en la sede de la universidad donde se realizó el examen. Pero las escuchas realizadas previamente no dejaban lugar a muchas dudas. “No conjuga una palabra y habla en infinitivo.... pasar dos horas de lección con alguien así no es fácil”, señalaba uno de los profesores. En las interceptaciones podía oírse también cómo los profesores hablaban de la nota que deben ponerle, pero temían que los periodistas pudiesen hacerle un par de preguntas “y Suárez entre en crisis”.
La Gazzetta desveló algunas de las frases que recoge la investigación: “Gana 10 millones, tiene que pasar el examen”; “¡pero si no puede conjugar los verbos y solo habla en infinitivo!”; “dime qué nota doy y listo”; “si no aprueba nos ponen una bomba”; “le hemos preparado bien, está memorizando parte del examen”, dicen algunos de los responsables de la prueba.
El jugador no estaba entre los investigados. Pero sí fueron objeto de las pesquisas la rectora Giuliana Bolli Grego, el director general de la universidad Simone Olivieri, la profesora Stefania Spina, el examinador Lorenzo Rocca y la secretaria Cinzia Camagna. Todos ellos han sido suspendidos por haber participado en la trama del examen. La Fiscalía señala, además, que los imputados consideraban que la universidad era “un coto privado que podían gestionar a placer”.
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