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Dinamarca salva el Europeo femenino de balonmano a diez días del inicio

La renuncia hace una semana de Noruega por la pandemia obliga al otro organizador a sumar de forma improvisada una segunda ciudad tras unos días de incertidumbre y muchos equipos ya concentrados

Lorenzo Calonge
Polman (izquierda) y Mireya González, en la final Países Bajos-España del último Mundial.
Polman (izquierda) y Mireya González, en la final Países Bajos-España del último Mundial.

Hasta que no restaban diez días, el Europeo femenino de balonmano no ha tenido la seguridad absoluta de que se celebrará. Las convocatorias de todas las selecciones estaban ya publicadas y muchas de ellas habían empezado los entrenamientos. España, por ejemplo, inició este lunes su concentración. Pero la pandemia lleva todo al límite. Finalmente, Dinamarca asumió en solitario el torneo después de la renuncia hace solo una semana de Noruega debido a la incidencia del coronavirus. En principio, estos dos eran los organizadores.

La retirada de este país dio lugar en las últimas fechas a una sucesión de reuniones a la carrera al más alto nivel entre las autoridades deportivas y políticas para encontrar una solución porque de las cinco sedes iniciales entre los dos Estados se había pasado a una. In extremis, Kolding se sumó a Herning y entre ambas salvarán el campeonato. La selección no se movería de esta segunda ciudad desde su inicio, el próximo 3 de diciembre, hasta una hipotética final, el día 20.

La noticia llegó sobre la campana. El mundo del balonmano confiaba en que el Europeo saldría adelante, pero no había certidumbres. Este caso ejemplifica las dificultades para celebrar grandes torneos, con varias sedes e incluso países, y en medio de una dura segunda ola. Dinamarca acumula 264 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días y Noruega, 154. Bastante menos que España, que se eleva hasta los 485, según datos del Centro Europeo de Control de Enfermedades.

El recrudecimiento de la situación sanitaria multiplicó los problemas alrededor de este evento en las últimas semanas. Noruega, antes de su dimisión definitiva, retiró a Oslo y Stavanger, y continuó solo con Trondheim. Y Dinamarca, que ahora ha absorbido el campeonato en solitario, comunicó hace unos días que de sus dos ciudades iniciales (Herning y Frederikshaven) solo conservaba la primera. Al final, no quedó otra solución que incorporar Kolding para evitar males mayores.

La lista de España

Salvado el escollo logístico, en lo deportivo la selección arrancará el próximo 3 de diciembre contra la Rusia entrenada por el canario Ambros Martín. Suecia y la República Checa serán sus otras rivales en esta primera fase. Pasarán las tres primeras a la segunda ronda, también de grupos, y arrastrando los puntos logrados contra los equipos que sigan en el campeonato. España, que tiene previsto disputar un torneo amistoso este próximo fin de semana en Torrelavega, no juega un encuentro desde la final del pasado Mundial ante Holanda, el pasado diciembre, resuelta en aquel desenlace tan cruel: penalti a falta de seis segundos por una infracción en el área contraria.

Para este Europeo, la lista de Viver mantiene una idea continuista respecto a hace un año pese a los cinco cambios. Vuelve la capitana Carmen Martín, con problemas físicos entonces, en lugar de Maitane Etxeberria, reclutada a última hora en 2019. Se cae la máxima goleadora del equipo en el Mundial, Shandy Barbosa, por una grave lesión en la rodilla izquierda y entra Carmen Campos, la principal anotadora de la liga francesa con el Dijon. Y hay un doble relevo en la posición de pivote: viajan Kaba Gassama y Lysa Tchaptchet en lugar de Eli Cesáreo (lesionada) y María Núñez. La portera Darly Zobqi también se queda fuera.

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