_
_
_
_
PAISAJES DEPORTIVOS
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Números 1

Hamilton, Nadal y LeBron, tres leyendas, tres estilos y tres formas de vivir

Andoni Zubizarreta
Hamilton, Nadal y LeBron James.
Hamilton, Nadal y LeBron James.HANDOUT (REUTERS)

El pasado fin de semana fue de esos que destruyen todas las estadísticas al acumular en 24 horas, tal vez menos, el paso de tres deportistas de leyendas a súper leyendas, o como se denomine a los que están en el escalón más alto del olimpo deportivo.

Lewis Hamilton igualaba con 35 años el récord de victorias de Michael Schumacher en la F-1. LeBron James, con los mismos 35 años, sumaba un anillo a los tres anteriores con la particularidad de haberlos conseguido con tres franquicias (aquí equipos) diferentes, Cleveland, Miami y Lakers. Y lo de Nadal ya lo tenemos muy presente: 20 Grand Slams, 13 Roland Garros y, título que le concedo yo, para siempre en el corazón de los franceses amantes del tenis (creo que es el logro más difícil y meritorio que ya sabemos cómo se las gastan por la Philippe Chatrier).

Tres personalidades que entran en el gotha del deporte, los tres de la misma generación y tres discursos de entrada muy diferentes. Empecemos por el que tenemos más cerca: Rafa Nadal.

A preguntas de EL PAÍS, respondía: “¿Si ya soy el mejor? Sinceramente, no me importa”. Y su discurso recorría a Federer y Djokovic y a la rivalidad que les hace mejores que tan bien le recordó Roger en su mensaje de felicitación, y a que ya habrá tiempo cuando acabe de seguir compitiendo para hacer esos balances. Se diría que Rafa se recreaba en la felicidad del momento tras tantas cosas vividas en los últimos tiempos. Eso que se dice “vivir el momento”. ¿Y qué hicieron sus rivales? Federer le abrió la puerta del club de los excepcionales y Djokovic intentó entrar con toda la elegancia por la rendija abierta, pero me da que, de momento, se ha quedado fuera.

Cruzamos el Atlántico y nos vamos a Disney Word, qué mejor sitio para el espectáculo y la diversión. Los Lakers derrotan a Miami y ganan el anillo de campeones. Cuarto título para LeBron después de cuatro temporadas sin campeonar, 17 para los Lakers después de 10 años sin ganar. Las declaraciones del 23 salieron reivindicativas: “Quiero mi maldito respeto y respeto para los Lakers”. LeBron utilizaba el enorme altavoz de la final de la NBA para reclamar su sitio porque debe sentir que alguien le ha movido la silla, y también buscaba fijar la posición de su club dentro del duro ecosistema competitivo americano. Se diría algo así como que el último capítulo de esta competición es el primero de la próxima temporada. Nunca es mal momento para reivindicar lugar y posición. Seguramente tiene también que ver con las reivindicaciones contra la violencia racial que se mantuvieron a lo largo de toda la competición y a ciertas competiciones internas que se habían ido dando en el pasado en la franquicia. Todo ello con un recuerdo a Kobe Bryant y las víctimas del accidente de helicóptero del mes de enero. Todo el mundo del básquet abrió el debate de si LeBron es el más grande o si Jordan sigue en primera posición y el postpartido empezó a ganarle espacio a la competición en la cancha.

Por último, Lewis Hamilton se baja de su monoplaza tras obtener su victoria número 91, las mismas que había logrado Schumacher. El gotha de la F-1 representando por Jackie Stewart le cerraba la puerta de los elegidos olvidando que Lewis ya la había derribado, al mismo tiempo que Mick Schumacher le hacía entrega de un casco de su padre como símbolo y testigo de que era uno de los más grandes. Ya ven, desde allí donde le cuidan, Schumacher nos recordó que los tiempos y los récords son para batirlos.

Tres leyendas, tres estilos, tres formas de vivir.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_