Nadal cierra una adaptación sin arañazos
El mallorquín pasa a los cuartos de París sin ceder un set y en progresión, poco exigido antes de medirse el martes a Sinner (6-3, 6-3, 4-6 y 6-3 a Zverev). Thiem roza el ‘ko’ ante Gaston (6-4, 6-4, 5-7, 3-6 y 6-3)
Decía Rafael Nadal antes de abordar esta edición de Roland Garros que nunca se había enfrentado a un desafío mayor en París, y que las circunstancias obligan a un extra porque a los rivales se añade en estos días de otoño la adversidad de la climatología (humedad y frío), las nuevas bolas del torneo (más pesadas) y el descubrimiento de un escenario remodelado (techo y luz artificial). Incidía el balear en que sus opciones y las de cualquiera no dependen esta vez tanto de ser el mejor o más o menos especializado, sino de la capacidad de adaptación y la mayor pericia a la hora de controlar todos esos elementos.
Pues bien, rebasada la primera semana y habiéndose adentrado en los cuartos de final tras despachar al tierno y prometedor Sebastian Korda (6-1, 6-1 y 6-2, en 1h 55m), el enigma ya tiene respuesta: Nadal, citado mañana con el emergente Yannik Sinner (6-3, 6-3, 4-6 y 6-3 a Alexander Zverev), se ha amoldado bien a la áspera realidad de esta edición otoñal. En una versión más fabril, sin excesivos brillos porque la situación tampoco lo ha demandado, el mallorquín logró acceder a la antepenúltima ronda sin un solo rasguño en la carrocería.
Eso sí, lo hizo en una jornada inhóspita. “Hacía mucho viento ahí abajo. No al nivel de las semifinales del año pasado contra Roger, pero no muy lejos…”, precisaba en la sala de conferencias, habiéndole obsequiado antes a su rival, que le idolatra, con su camiseta y sus mejores deseos de aquí en adelante. Le duró el bueno de Korda un suspiro, el tiempo que tardó en abortar las dos bolas de break que tuvo el estadounidense (20 años) en el primer juego. A partir de ahí, raudo y veloz hacia los cuartos; por octava vez en su recorrido histórico en París, sin ceder una sola manga.
“No he vivido unos cuartos de final desde hace siete meses, así que no puedo decir cómo estoy exactamente. Ha sido una semana muy positiva porque he ganado cuatro partidos, y casi sin sufrir mucho; creo que he estado bastante bien y tengo la máxima predeterminación para dar el máximo; después, lo que pueda pasar ya se verá. Aunque a veces demos por supuesto que es sencillo llegar a unos cuartos, ya nos daremos cuenta en el futuro de que las cosas no son tan fáciles…”, quiso recordar.
Llegará Nadal impecablemente limpio a la zona franca del torneo, habiendo cumplido con su parte y, también sea dicho, habilitado por una ruta en la que no ha tenido que salvar ningún gran obstáculo ni pasar un solo mal rato. Ni Gerasimov (83º en el ranking), ni McDonald (236º), ni Travaglia (74º), ni ayer Korda, buen proyecto pero aún muy verde, le han generado la más mínima zozobra. Únicamente el primero logró arrancarle una cifra significativa de juegos, diez; el resto, por orden, se quedó en cuatro, cinco y otra vez cuatro. “Mis sensaciones están yendo a mejor cada día y cada vez tengo más confianza”, zanjó antes de poner rumbo “feliz” al hotel y empezar a pensar en su próximo rival.
Es la dulce rutina de la primera semana en París. Desde que debutase en el grande francés, en 2005, muy pocos jugadores han sido capaces de obtener la recompensa mínima de birlarle algún set. El año pasado lo consiguió David Goffin y en 2015 el estadounidense Jack Sock; en 2013 fueron Martin Klizan y Daniel Brands, uno por cabeza, y en 2011 el gigantón John Isner le puso en aprietos de verdad al ganarle dos parciales en cuatro horas; antes, Robin Soderling le cortó el paso en los octavos de 2009, y Lleyton Hewitt y Paul-Henri Mathieu se llevaron un bocado cada uno; en 2005 lo logró Sebastien Grosjean.
Zverev, con síntomas de coronavirus
No tendrá la más mínima posibilidad Alexander Zverev, que cayó ante Sinner y después reveló que tenía 38 de fiebre y no se encontraba en buenas condiciones. “Estoy completamente enfermo y no puedo respirar, como se puede comprobar por mi voz...", comentó en la conferencia de prensa. “Hoy no debería haber jugado…”, aseguró Sascha, entrenado por David Ferrer y que comenzó a sentirse mal desde que ganase en la ronda anterior a Marco Cecchinato. No obstante, no precisó si podría estar contagiado de covid-19.
Según informó la agencia Reuters, el tenista de Hamburgo fue sometido por última vez al test de coronavirus el pasado día 29 y al día siguiente el resultado fue negativo. La Federación Francesa de Tenis (FFT) confirmó a la misma agencia que el jugador, de 23 años, fue informado de que este domingo debía haberse sometido a una nueva prueba rutinaria; asimismo, el tenista no hizo ninguna consulta al servicio médico del torneo pese a su malestar.
Durante el partido, Zverev tuvo que ser atendido por el médico e ingirió una pastilla. Cabe recordar que el alemán participó en junio en la gira organizada por Novak Djokovic en los Balcanes, el Adria Tour. Varios tenistas se contagiaron, aunque él dio negativo. No obstante, solo seis días después un vídeo filtrado desveló que había ido a una concurrida fiesta en lugar de respetar la cuarentena, y posteriormente disputó el US Open de Nueva York, en el que alcanzó la final.
El protocolo sanitario de Francia establece que aquella persona que tenga una fiebre superior a 38 grados, tos, dolor de garganta o pérdida del olfato o el gusto, debe aislarse de forma inmediata durante siete días. Roland Garros comunicó que ya ha hecho alrededor de 3.000 controles y este domingo dos jugadoras júnior fueron apartadas al dar positivo. El día 28 también descalificó a una pareja del cuadro femenino de dobles, ya que una de ellas había estado en contacto con un técnico que se había contagiado, e impidió participar a Fernando Verdasco porque en el test inicial que se hizo en París dio positivo.
Posteriormente, el madrileño denunció que se había hecho la prueba en la capital española y había dado negativo, y aseguró que interpondrá una demanda contra la organización del grande parisino.
EL SUFRIMIENTO DE THIEM
Otro de los favoritos, Dominic Thiem, sufrió de lo lindo para reducir (6-4, 6-4, 5-7, 3-6 y 6-3, en 3h 32m) al pequeño Hugo Gaston, invitado por la organización.
El austriaco, torturado a base de dejadas, el austriaco logró escapar y tendrá otra exigente prueba en Diego Schwartzman, con el argentino a un nivel muy similar al que le condujo hacia la final del Masters de Roma (6-1, 6-3 y 6-4 a Lorenzo Sonego).
Mientras, el cuadro femenino continuó saltando por los aires con la caída de la rumana Simona Halep (6-1 y 6-2 con Iga Swiatek) y la de Kiki Bertens ante Martina Trevisan (doble 6-4). Nadia Podoroska y Elina Svitolina vencieron y pelearán por una plaza en las semifinales.
Por otra parte, en la jornada de este lunes se completará el cartel de los cuartos con la intervención de dos tenistas españoles: Pablo Carreño encara a Daniel Altmaier (hacia las 15.30, Eurosport) y Paula Badosa abrirá turno en la pista Simmone Mathieu (11.00) contra la alemana Laura Siegemund.
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