De Jong: “No se puede jugar con miedo”
El volante holandés conversa con EL PAÍS sobre el juego, su posición en el campo y la llegada de Koeman al Camp Nou
Frenkie De Jong (Arkel, Holanda; 23 años) se sienta en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva del Barcelona y saluda en castellano. Lo habla bien, lo entiende mejor; pero se siente más seguro cuando se explica en inglés. Cuenta que le gusta conocer restaurantes, pero no salir de fiesta. Asegura que su serie preferida es Friends, pero que prefiere ver fútbol. Nunca tuerce el gesto con ninguna pregunta, le gusta hablar del juego y sonríe cuando recuerda su pasado. “Cuando era pequeño tenía el jardín de mi casa lleno de balones. Es curioso, tenía más pelotas que camisetas”, cuenta el holandés. Hay unos colores, sin embargo, que tenía repetidos. Y no eran los del Ajax. “Mis abuelos suelen venir de vacaciones a la Costa Brava y siempre me traían alguna camiseta del Barça. Tenía la 14 de Henry, la 10 de Messi y algunas sin dorsal. Nunca tuve un referente, pero soy de la generación que creció viendo a Leo hacer lo que hacía cada fin de semana. Bueno, lo que sigue haciendo. Entonces si tuviera que nombrar un ídolo, diría Messi. No es muy original, ¿no?”, subraya. El Barça se estrena este domingo en LaLiga ante el Villarreal (21:00, Movistar Partidazo). Y De Jong vuelve a sonreír.
Pregunta. Entonces, mejor que Messi se haya quedado, ¿no?
Respuesta. Es imposible no estar contento cuando el mejor futbolista del mundo juega en tu equipo.
P. ¿Cómo es compartir vestuario con un jugador como Messi?
R. Al principio, es muy especial. Bueno, sigue siendo muy especial. Pero, de entrada, solo conoces los increíbles partidos que ha hecho. No conoces a la persona ni lo que puede hacer en un entrenamiento. Después, por supuesto, cuando lo ves todos los días no es que lo normalizas, porque lo que hace sigue siendo excepcional, pero lo empiezas a ver como a un compañero. Y entiendes cosas… tiene un talento increíble, pero también trabaja mucho. Te das cuenta de que nadie puede estar 15 años a ese nivel sin trabajo. Es, de lejos, el mejor jugador que he visto y que seguramente veré.
P. Se entrena la técnica y la táctica, ¿cómo se trabaja la cabeza?
R. No sé, yo intento mirar mucho fútbol. Por ejemplo, después de cada partido siempre miro las acciones en la que participo. Quiero saber en qué me equivoqué, si estaba bien colocado en el campo, si había una mejor posición para recibir el balón… quiero saber en qué puedo mejorar.
P. ¿Qué piensa cuando pierde la pelota?
R. ¿Qué pienso? Que es una mierda, por supuesto. Siempre es una mierda perder el balón. Piensas en lo que podrías haber hecho mejor, en tu equipo, en todo. Pero hay algo que tengo claro, cuando pierdo la pelota no me como la cabeza, no pienso en que no tengo que volver a asumir el riesgo. No se puede jugar así. No se puede jugar con miedo. Cuando sientes miedo, intentas menos cosas. Y nunca hay que dejar de intentar hacer cosas.
P. ¿Nunca ha sentido miedo?
R. ¿Miedo?, no. Necesitas confianza para jugar al fútbol. Siempre he jugado de la misma manera, entonces no siento como si estuviese asumiendo un riesgo. Pero, por ejemplo, creo que el año pasado lo hice menos de lo que lo solía hacer. Así que este año lo tengo que hacer más.
P. ¿No asumió tanto riesgo el año pasado?
R. No, no demasiado.
P. ¿Por?
R. No lo sé. Quizá porque recibía el balón más en nuestro campo y, entonces, en esa zona no es lo ideal hacer determinadas cosas con la pelota. Es distinto cuando la recibes en campo rival.
P. Sin embargo, sus estadísticas la temporada pasada son casi calcadas a las del Ajax: 91,15% de precisión en los pases en la Eredivisie por el 91,85% en LaLiga.
R. Puede ser útil analizar las estadísticas, pero no siempre hablan de lo que pasa en un partido. Depende de dónde recibiste el balón, si el pase lo hiciste para adelante o para atrás. A veces, puedes tener un peor porcentaje, pero la mayoría de pases los diste para adelante. Entonces, ¿qué es más importante?
P. ¿Le molesta dar un pase atrás?
R. No creo que haya un jugador en el mundo que prefiera dar un pase para atrás.
P. ¿Cómo se vive una derrota como el 2-8?
R. Es muy difícil. Sobre todo el final, cuando marcan el sexto, piensas que ya se ha terminado; ese es un sentimiento muy duro para un deportista. Es algo que te avergüenza, pero como equipo tenemos que demostrar que estamos fuertes. Y pensar en lo que somos: uno de los mejores equipos del mundo. Pero sabe una cosa, el partido que perdimos contra el Tottenham cuando jugaba en el Ajax, en el último minuto, fue más duro. Cuando pierdes 2-3 en el último segundo, tienes la sensación de que estuviste tan cerca de la final que cuesta más digerirlo. En uno sientes más vergüenza y en el otro, decepción.
P. ¿Juega más cómodo solo o en un doble pivote?
R. Prefiero jugar en un doble pivote. En un sistema con un solo pivote, tienes menos libertad para moverte e ir a buscar el balón. Tienes que cuidar tu posición. Eso cambia cuando tienes un compañero al lado, porque en ese sentido tienes más libertad.
P. Antes de fichar por el Barça habló con Koeman. ¿Qué significa que hoy sea su entrenador? ¿Es más responsabilidad? ¿Se siente más cómodo? ¿Está más liberado?
R. No, no tiene que ver con algo del entrenador. Los otros entrenadores también me hicieron sentir cómodo. Es algo que tiene que ver con la manera en la que estaba jugando o, mejor dicho, con la manera en la que tengo que jugar. Tanto Valverde como Setién fueron muy buenos conmigo y me dieron mucha confianza.
P. ¿Qué ha cambiado con Koeman?
R. Todos los entrenadores tienen sus propios métodos. Cambian cosas, claro, pero es algo normal.
P. ¿Esta debe ser su temporada?
R. No, no me gusta ponerme demasiada presión, ni a mí, ni sobre el equipo. Yo tengo que mejorar, el equipo tiene que mejorar. Pero no voy a decir ‘este será mi año’, ni tampoco que será el año del equipo. Tengo clara una cosa: si juego bien, si estoy en forma, si entreno bien y trabajo duro… todo depende de mí y no de otra gente.
P. ¿Por qué cree que cayó tan bien en Barcelona?
R. Siempre intento ser amable con todo el mundo. Porque cuando estás de buen humor y estás feliz se genera algo que es mejor para todos. Para los que te rodean, pero también para ti. Y, quizá también, porque cuando estoy en el campo intento jugar de la misma manera que cuando era canterano. Con más responsabilidad, por supuesto, pero con esa libertad que sientes cuando eres un niño. Intento disfrutar de todo esto.
P. ¿Y es posible?
R. Cuando ganas, sí; cuando pierdes, es más difícil.
Y se ríe.
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