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Jordi Fernández: “Comparo a Jokic con LeBron por su impacto en el juego”

El entrenador ayudante de Denver Nuggets analiza el momento de su equipo y la final de la Conferencia Oeste contra los Lakers

Robert Álvarez
Jordi Fernández da instrucciones durante un partido antes del parón por la pandemia. / DENVER NUGGETS
Jordi Fernández da instrucciones durante un partido antes del parón por la pandemia. / DENVER NUGGETS

Los Denver Nuggets se baten con los Lakers por un puesto en la final de la NBA tras haber dejado una huella en el álbum de las grandes gestas. Sus dos remontadas consecutivas en las series de los playoffs del Oeste que iban perdiendo por 1-3 frente a Utah y los Clippers no tienen precedentes en los 70 años de la competición. Jordi Fernández (Badalona, 37 años), entrenador ayudante de Michael Malone, explica las claves del equipo que lidera Nikola Jokic, que por ahora pierde 2-0 ante los Lakers.

Pregunta. Los Nuggets disputan la final del Oeste por primera vez desde 2009, cuando era dirigido por George Karl y Carmelo Anthony era su líder ¿Cómo valora su trayectoria?

Respuesta. Solo 12 equipos en la historia de la NBA habían remontado un 3-1 en los playoffs, y ninguno lo consiguió dos veces seguidas. Es algo muy especial porque, además, jugamos en una burbuja, algo sin precedentes. La clave ha sido la fuerza mental de los jugadores. Contra Utah, llegamos con muchos problemas físicos y de lesiones, y también incertezas porque algunos jugadores habían contraído el virus. Después nos enfrentamos a un súper equipo como los Clippers, construido para ganarlo todo y, en el primer partido [120-97], nos dieron un golpe fuerte, igual que nos los dieron en el primer partido los Lakers [126-114]. El mérito es que hemos crecido y nos hemos superado en cada serie, como esperamos hacerlo ahora contra los Lakers [cayeron en el segundo partido por 105-103].

P. ¿En qué basan su fuerza?

R. En el liderazgo de nuestros mejores jugadores, Nikola [Jokic] y Jamal [Murray]. Pero sin un esfuerzo colectivo no se puede conseguir que, a través de ellos, sus compañeros se sientan involucrados. En una burbuja, la química puede ser o muy buena o muy mala; o mejora, o empeora. Nosotros hemos crecido como grupo y estamos más unidos que nunca.

P. ¿Les molesta y perjudica la idea de que los Lakers son superiores y ustedes ya han gozado del éxito que podían esperar?

R. No. Si te paras a pensarlo, es igual que la ronda anterior. Jugábamos contra el mejor equipo de la Liga, sobre el papel. Eso no nos hizo venirnos abajo pese a que nos dominaran por 3-1. Nuestros jugadores tienen claro que tenemos opciones de ganar, también que no será fácil y que jugamos contra el equipo con el mejor jugador de la Liga y uno de los mejores de la historia [LeBron James]. Tal vez nombre por nombre no son tan fuertes como los Clippers, pero como equipo, como conjunto, son mejores y están en mejor momento que los Clippers.

P. ¿Qué deben hacer para ganar a los Lakers?

R. Es un equipo muy físico, con mucha altura, con mucha fuerza y eso les permite correr mucho y rebotear muy bien, no es ningún secreto. Tienen a dos de los mejores jugadores de la Liga [LeBron y Anthony Davis] y los complementarios se han adaptado muy bien a su rol. Todo eso les hace muy fuertes. Evidentemente, debemos evitar que corran y que reboteen en ataque.

P. Tanto el primer entrenador, Michael Malone, como usted trabajaron con LeBron durante su etapa en Cleveland y le ayudaron a mejorar en defensa. ¿Cómo frenar a un jugador que marca diferencias pese a que en el primer partido solo anotó 15 puntos?

R. Ése es uno de los motivos por los que comparo a Nikola [Jokic] con LeBron. Los dos tienen un impacto muy grande en las victorias. Normalmente, se piensa que el impacto sobre las victorias es meter puntos, pero en su caso, anotan, rebotean y, además, hacen jugar a sus compañeros. Son muy completos. Además, LeBron, igual no en los 82 partidos de la fase regular, pero sí en los playoffs, es un jugador defensivamente muy fuerte y puede defender en múltiples posiciones. Es muy diferente tener una súper estrella que solo mete muchos puntos a contar con una que hace de todo. En ese aspecto de impacto global en el juego, Nikola se le puede comparar. Ha sido el único en la historia, y solo tiene 25 años, que ha conseguido un triple doble en un séptimo partido de los playoffs [16 puntos, 22 rebotes y 13 asistencias ante los Clippers].

P. ¿Es muy especial?

R. Es nuestro director de juego pero con siete pies [2,13 metros]. Cuando tienes un jugador especial a veces no lo puedes utilizar de una manera tradicional. Has de olvidarte de que mide siete pies y darle la pelota para que haga acciones que no son tan propias de su altura. Eso nos permite ser más creativos.

P. También les han hecho mucho daño veteranos como Dwight Howard y Rajon Rondo. ¿Pagan la novatada?

R. En el segundo cuarto del primer partido nos sacaron de lugar con su físico y tiraron 24 tiros libres en un cuarto. No es normal. Es verdad que muchas de esas faltas fueron culpa nuestra y nos descentraron un poco, pero somos un equipo joven y aprendemos de cada experiencia. Son dos jugadores veteranos. Uno llevó a su equipo a la final (Howard, con Orlando en 2009) y el otro ganó las finales como base titular (Rondo, con los Celtics en 2008) y están muy metidos y concienciados en lo que les toca hacer.

P. Tras las remontadas y antes de empezar la serie contra los Lakers, Malone bromeó diciendo que podían empezar con un 3-1 en contra. De momento, ya pierden por 2-0.

R. Nadie de nosotros quería eso, claro. Lo que sí sabemos es que vayamos 2-0, 3-1, 1-2, es igual. Nuestros jugadores tienen la cabeza centrada en competir al máximo y sabemos que podemos ganar luchando partido a partido. Lo hemos demostrado contra Utah y los Clippers y ahora no es diferente. No decimos: ‘bueno, ahora estamos de paseo’. Estamos aquí para ganar. No somos un equipo que, por ser joven, tengamos en la cabeza esperar otro año. El momento es ahora.

P. Ve algún hilo conductor en las finales de Conferencia

R. Tal vez por las circunstancias especiales de estar compitiendo tanto tiempo en la burbuja, me da la impresión que los equipos que siguen vivos son los que tienen una mejor química de equipo, los que han llegado más conjuntados. Miami es un grandísimo ejemplo. Es un equipo muy joven que juega muy duro y que ha superado a equipos que sobre el papel eran mejores, que de hecho lo fueron en la fase regular. Creo que nosotros también somos un buen ejemplo. Y los Lakers son un equipo en el que cada uno sabe muy bien lo que tiene que hacer y que han llegado ahora en su mejor momento. La cohesión de equipo es lo que ha marcado más la diferencia.

P. Llevan ya ochenta días en la burbuja. ¿Se deja notar en el rendimiento tanto tiempo en unas condiciones tan especiales?

R. Hay una parte buena y otra mala. La parte mala es que mentalmente es muy duro estar en el mismo sitio durante tantos días y que ello te pueda afectar. Pero también tiene sus ventajas, una de ellas es el hecho de no viajar. Después de jugar, sabes que te vas a la habitación a dormir, que es muy diferente a tener que hacer vuelos en avión muy largos. Y eso es lo que hace que por la tele se vea un producto muy atractivo. El escenario está muy bien montado, los partidos son muy competitivos y la energía la llevan dentro los jugadores y la llevas tú con los que están en el banquillo. Evidentemente es un escenario completamente diferente a jugar ante 20.000 personas, pero las condiciones son las mismas para todos y al final gana el que se adapta mejor. Lo único que cuenta es el juego y los jugadores están metidos en el juego. Ha habido partidos con mucha presión, es algo que se percibe.


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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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