¿De Carranza a Franco?
El proceso para cambiar el nombre del estadio del Cádiz por la ley de memoria histórica crea un gran revuelo
La muerte del exfutbolista y periodista Michael Robinson el 28 de abril aceleró un proceso delicado en Cádiz. Robinson fue un aficionado cadista y su fallecimiento provocó una catarata de mensajes en las redes sociales solicitando que el estadio Ramón de Carranza lleve su nombre. El hecho no pasó desapercibido para el Ayuntamiento de Cádiz (gobernado por Adelante Cádiz), que abrió dos días después un proceso participativo para decidir el nuevo nombre del estadio al entender que era el momento de aplicar la ley de la memoria histórica tras el acuerdo del Consistorio, que en abril de 2019 aprobó la retirada de la simbología franquista existente en la ciudad.
Ramón de Carranza y Fernández de la Reguera fue un político que ocupó, entre otros muchos cargos, la alcaldía de Cádiz en dos etapas: entre 1927 y 1931, tras ser nombrado durante la dictadura de Primo de Rivera, y de 1936 a 1937. Carranza colaboró con los sublevados en el golpe de Estado del 18 de julio y participó en la inmediata represión. En 1955, otro alcalde franquista, su hijo José León de Carranza, bautizó el nuevo estadio del club de fútbol gaditano con el nombre de su padre.
El 26 de julio, el Ayuntamiento abrió un plazo de 15 días para recibir propuestas por correo electrónico con nombres para el estadio. Se recibieron 305 sugerencias de más de 3.000 participantes con nuevas denominaciones para el Carranza, santuario de la afición cadista que también da nombre a un prestigioso torneo veraniego y está instalado hasta la médula en el sentir gaditano.
La apertura de este proceso ha derivado en un dolor de cabeza para el Ayuntamiento. Más de 600 propuestas apostaban por mantener Ramón de Carranza o Carranza, a secas. Más de 200 pedían que el nuevo nombre sea Francisco Franco o Santiago Abascal, el presidente de Vox; más de 100 apoyaban llamarlo Mágico González, icónico delantero del equipo en los ochenta, y Tacita de Plata. Estadio Michael Robinson tuvo 50 menciones.
La comisión creada por el Ayuntamiento descartó los nombres de Ramón de Carranza y Francisco Franco. La aparición de Franco y Abascal ha sido achacada por los responsables municipales a un intento de boicotear el proceso. Pero una gran parte de las propuestas prefería mantener el nombre de Carranza a pesar de la vulneración de la ley de la memoria histórica que ve el Consistorio.
“¿Por qué no dejar el nombre de Carranza a secas? Yo voté a favor de esa postura porque es el mandato que tengo de la Federación de Peñas del Cádiz. Mantener solo Carranza no vulnera la ley de la memoria histórica según las consultas que ha elevado esta federación”, afirma Juan Antonio García, presidente de dicha federación. En una reunión de la comisión celebrada el día 10 se descartó el nombre de Carranza con el voto en contra de la federación de peñas, la Asociación de Vecinos La Laguna (barrio donde se ubica el estadio) y el Defensor del Abonado Cadista. “El pleno de la ciudad en 2017, en el mes de noviembre, ya había aprobado que cualquier denominación referente a Ramón de Carranza incumplía la ley de memoria histórica. Se trata de aplicar la ley”, recalca Martín Vila, tercer teniente de alcalde y responsable de memoria histórica en Cádiz.
La comisión decidió también descartar en la votación definitiva los nombres propios, permitidos cuando se abrió el proceso participativo en julio. “Se creía importante en la comisión dejar un nombre para el futuro que no generase controversia”, aclara Vila. La comisión elevó a ocho los nombres aceptados para ser votados. Tacita de Plata, Bahía de Cádiz, Nuevo Mirandilla, Gadir o Ciudad de Cádiz son algunos de ellos. En la votación definitiva se habilitará una plataforma digital para enviar los sufragios. Solo podrán participar los ciudadanos empadronados en Cádiz y los abonados del club.
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