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Bottas gana el GP de Austria de Fórmula 1

El podio lo completan Charles Leclerc (Ferrari) y Lando Norris (McLaren). Carlos Sainz termina quinto y el actual campeón, Lewis Hamilton, queda cuarto

Valtteri Bottas celebra este domingo su victoria en el Gran Premio de Austria.
Valtteri Bottas celebra este domingo su victoria en el Gran Premio de Austria.POOL (Reuters)
El País

Con cuatro meses de retraso por la pandemia de coronavirus, ha arrancado este domingo con el GP de Austria el Mundial de Fórmula 1. Valtteri Bottas, que se adjudicó la primera pole del curso al registrar un tiempo en la clasificación solo doce milésimas mejor que su compañero de escudería, el actual campeón y hombre a batir, Lewis Hamilton, ha ganado la primera carrera de la temporada. El podio lo han completado Charles Leclerc (Ferrari) y Lando Norris (MLlaren). Max Verstappen, ganador de la prueba el año pasado y tercero en la línea de salida, ha tenido que abandonar la carrera. Carlos Sainz, que el año que viene correrá para Ferrari, ha terminado quinto, mientras que Hamilton ha sido cuarto.

Los mensajes de este tema están ordenados a la inversa, del más antiguo al más reciente.
Hola, muy buenas a todos los amantes del mundo del motor y sean bienvenidos al campeonato del mundo de la Fórmula 1 que, casi cuatro meses después, dará inicio en un 2020 que pasará a la historia de la humanidad como el año del COVID. El deporte rey de las cuatro ruedas fue el último en resistirse pero finalmente no tuvo más remedio que posponerse.
Nuevo Pronóstico del tiempo: Los pronósticos no prevén lluvia durante la prueba.
Pero ha conseguido volver. Lo hará sin público y con unos fuertes protocolos de seguridad sanitaria, decretados tanto por la FIA como por cada uno de los equipos. Esto es un “Gran Circo” y si hay tan solo un contagio servirá para dar al traste con un campeonato que, de momento, cuenta con ocho Grandes Premios.
Cambia el tiempo: Está nublado.
Además, se producirá un hecho inédito como es el de la repetición de Grandes Premios en fin de semanas consecutivos en el mismo circuito. Uno será el de Silverstone a principios de agosto. Y otro será este de Austria a inicios de julio y que servirá para dar el pistoletazo de salida de un año de transición hacia el esperadísimo 2021
Y no solo por el cambio de regulaciones normativas, sino por todos los movimientos que ya ha habido y habrá en un mundo en constante ebullición: el futuro de Sebastian Vettel, la llegada de Carlos Sainz a Ferrari, la de Daniel Ricciardo a McLaren (que será vestido por el motor Mercedes), la incógnita de Fernando Alonso, qué pasará con Mercedes GP, la irrupción de Aston Martin…
Entre la pandemia y el movimiento de mercado hicieron olvidar al famoso DAS que había deslumbrado en los entrenamientos de Montmeló de pretemporada. Estos días ha vuelto a estar en solfa debido a una denuncia de última hora de Red Bull, sobre esta dirección de doble eje que en 2021 estará prohibido.
Aún así, la FIA ha fallado a favor de Mercedes GP al considerar que este elemento, que se pone en acción atrayendo o empujando el volante, pertenece a la dirección y no a la suspensión, lo que vulneraría el reglamento. En cualquier caso, no es el único conflicto, porque la escudería de Toto Wolff ha denunciado también la evolución de los motores de Ferrari de cara al año próximo.
Toda parafernalia que va más allá de un ámbito deportivo que comenzó ayer con una fase de clasificación donde se demostró que la vida sigue exactamente igual donde la dejamos. Mercedes GP no distingue entre vieja y nueva normalidad; y ayer arrasó dejando como única emoción la lucha entre sus dos pilotos: Valtteri Bottas y Lewis Hamilton.
La pole position fue para el finés, que logró su tercera en Austria (el único lugar donde ha logrado repetir la privilegiada plaza) y que se convirtió en el piloto con más poles en el país centroeuropeo junto a Niki Lauda, René Arnoux y Nelson Piquet. La consiguió progresando y con susto incluido en su última vuelta lanzada.
En los entrenos libres, estuvo dos décimas por debajo de su compañero. Ya en la Q2 se puso por delante. En la primera lanzada de la Q3, el británico abortó. Y en la definitiva se salió por la cuatro para aparecer por la cinco provocando banderas amarillas.
Y “este resbalón” ha terminado afectando a la vuelta de Lewis Hamilton, que no frenó por la situación de aviso y cuya maniobra fue investigada por los comisarios. En principio, sin consecuencias. Pero hace unos minutos, y tras una revisión solicitada por Red Bull, ha sido relegado a la quinta plaza. El campeón del mundo estuvo a punto de arrebatarle la pole position a Valtteri Bottas pero se quedó a tan solo 12 milésimas en un giro que ha sido castigado.
Este incidente también pudo afectar a Carlos Sainz (octavo, tras ser cuarto en la primera lanzada y que ha pinchado ahora a la salida del Pit Lane) y a Daniel Ricciardo en cuyo único intento fue décimo. El australiano se coló en el turno final debido al tropiezo del gran fracaso del día: Sebastian Vettel, que no llegaba a la Q3 por razones de tiempo desde Singapur 2016 (11º).
El fiasco, en realidad, fue de Ferrari cuyo rendimiento es un segundo peor que el del año pasado. El poleman de 2019, Charles Leclerc, tuvo que conformarse con la séptima posición. Delante del monegasco los Red Bull (Max Verstappen tercero a medio segundo de las balas plateadas y Alexander Albon quinto), Sergio Pérez sexto y un extraordinario Lando Norris, con el McLaren, cuarto.
Todo ello en un escenario que, quitando Mónaco, es el más corto del Mundial (si estuviéramos en la normalidad). De hecho, es el que menos curvas tiene (nueve, dos tan solo de izquierdas); y en el que otra de sus principales características son las diferencias de nivel, unos 600 metros entre el punto más bajo y el más alto, con alta incidencia del viento.
Se empieza abajo, en la recta de meta desde donde se empieza a subir. Tras superar la curva 1 a derechas, la pendiente alcanza el 9,3% de desnivel para llegar a Remus (la dos). El punto de más conflicto del circuito; primero ligeramente a izquierdas y luego una a derecha de 45 grados, en el que hay que frenar hasta los 60 km/h.
Ahí fue donde los dos Mercedes GP (Nico Rosberg y Lewis Hamilton) se quedaron fuera de combate. También fue donde Kimi Raikkonen se llevó puesto al McLaren negro de Fernando Alonso en 2015. Y también donde la temporada pasada, a dos vueltas para el final, Max Verstappen le ganó la partida por dentro a Charles Leclerc.
En cualquier caso, una vez superada esa frenada y alcanzado el sector dos; los monoplazas se tirarán hacia abajo, sin pisar freno apenas hasta la línea de meta. Es decir, de un sector rápido de dos rectas continuamos con dos aerodinámicos con un penúltimo viraje (la Rindt Kurve) muy controvertida. A 90 grados se hace a fondo justo antes de afrontar la última (o de meterse al Pit Lane) y con una novedad de cara a estos dos Grandes Premios.
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