Kubo el preguntón
El japonés del Madrid cedido en el Mallorca, rival este miércoles de los blancos, impacta por su madurez y locuacidad con los técnicos
La primera semana que el japonés Take Kubo llegó al Mallorca, su entrenador, Vicente Moreno, y su segundo, Dani Pendín, guardaban ciertas cautelas sobre cómo se integraría en el vestuario. Parecían lógicas. Ellos estaban hace un par de campañas en Segunda B y este joven de entonces 18 años venía de llamar la atención en la pretemporada del Madrid y de formarse en su día en el Barcelona. Dos galaxias distintas pese a convivir ambas en la élite de Primera. “Disipamos las dudas nada más hablar con él. Sus contestaciones [habla perfectamente el castellano] eran las de un chico de 26 años. Yo tengo un hijo de 19 y, si los comparamos, Take aparenta muchos más”, reconoce Pendín.
“Si nos falta gente, me encargo de subir a jugadores del filial y alguno, cuando les dices cosas, te miran y no sabes si te están entendiendo o no. Él es lo contrario. Escucha mucho, es receptivo y está todo el día preguntándome por el balón parado y cuestiones de posicionamiento. Es un preguntón porque le preocupa no equivocarse”, añade al otro lado del teléfono el técnico asistente con ese exceso tan argentino.
Kubo, fichado por el Madrid el pasado verano y cedido al conjunto balear a principios de temporada para empezar a hacer la mili, se enfrenta este miércoles a su club (22.00, Movistar LaLiga), a apenas un mes de regresar a Valdebebas para conocer su futuro inmediato. Ya se enfrentó a los blancos durante media hora en la victoria bermellona (1-0) de la primera vuelta que tanto escoció al cuadro de Zidane. Ocho meses después, el peso del nipón en la pizarra del Mallorca se ha multiplicado. En un equipo de pura subsistencia (es antepenúltimo, a tres puntos de la salvación), la zurda de Take, como le conocen sus compañeros, es la gota de calidad en un plantel agarrado al sudor colectivo. Su despliegue hace dos semanas contra el Barcelona fue la mejor muestra de su evolución este curso.
Formado en La Masía, de donde tuvo que salir por una sanción al Barça, debutó con 15 años en su país y domina perfectamente el español
Le costó mucho adaptarse, según ha reconocido él mismo. “Ahora para nosotros es determinante. Empezó entrando en las segundas partes y con el tiempo se convirtió en un futbolista muy importante”, valora Pendín. De las 30 jornadas de Liga, ha sido titular en 16; entre ellas, las seis últimas, y ha metido tres goles. “Si no está, se nota esa falta de creatividad porque nadie se parece a él”, advierte Miquel Soler, exjugador del club (1998-2003), exentrenador del filial y del primer equipo (entre 2011 y 2015) y ahora comentarista de los partidos en Movistar. “Tiene buena técnica, uno contra uno, muestra personalidad y es diferencial en el último tercio. Pero debe mejorar en saber qué se puede hacer en cada zona del campo y en ser más continuo. Al final, en el fútbol los que destacan son aquellos que son capaces de dar lo mejor durante más tiempo”.
El trabajo defensivo ha sido una de las fijaciones de Vicente Moreno con Kubo. “En los equipos grandes se te quedan descolgados los tres de arriba y no pasa nada. Sin embargo, nosotros no nos podemos permitir eso. Al principio le costaba, pero ahora ya no hace falta decirle que baje. Entendió que debe ayudar en ese aspecto cuando se lucha por no descender”, explica el segundo entrenador, Dani Pendín.
“Es diferencial, pero todavía debe ganar en continuidad”, analiza Miquel Soler
Su carrera picó alto desde el primer toque. Con 10 años se instaló en La Masía, adonde llegó para hacer una prueba tras convertirse en el mejor jugador de un campeonato local, aunque su carrera en el Barcelona solo duró tres años, suficientes, no obstante, para que le apodarán el “Messi japonés”. En 2014 tuvo que hacer el viaje de vuelta porque a la entidad la habían sancionado por incumplir el reglamento sobre la contratación de menores. Se instaló de nuevo en su país y siguió cruzando líneas de precocidad, como ser el segundo más joven en debutar en su liga (15 años, diez meses y 30 días). Hasta que el pasado verano el Madrid se llevó la puja por él.
“Cuenta con el buen toque en corto y rápido de la cantera del Barça. Y, de las características clásicas del Madrid, tiene la rapidez en los espacios y las conducciones”, apunta Pendín. Para entrar en la primera plantilla blanca, eso sí, Soler lo ve aún verde. “Por delante hay muchos jugadores, no me lo imagino el año que viene allí. Debe hacerse más fuerte muscularmente y mejorar en el esfuerzo sin balón”. Zidane valoró este miércoles la regularidad con la que está jugando, aunque evitó pronunciarse sobre su futuro.
El confinamiento lo pasó en la isla con su madre, que también lo lleva y lo trae a diario a los entrenamientos porque él todavía no tiene carné de conducir. “El encierro lo pasó bien. Tiene un pequeño césped y pudo hacer jueguecitos con el balón. Otros compañeros estaban solos y en una casa más pequeña. Lo pasaron peor. Yo, por ejemplo, que llevo cuatro meses sin ver a mi mujer y a mis hijos”, se desahoga el asistente de Vicente Moreno.
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