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Pau Gasol: “Quisiera seguir jugando, pero con esta pandemia todo es secundario”

El pívot de la selección y de la NBA explica en la entrevista con EL PAÍS cómo el coronavirus afecta al deporte, al mundo y a él personalmente

Pau Gasol, en el All Star de la NBA, en febrero, en Chicago.
Pau Gasol, en el All Star de la NBA, en febrero, en Chicago.Kyle Terada (Reuters)
Robert Álvarez

El día a día en la vida de Pau Gasol oscilaba entre su esforzado trabajo para recuperarse de la lesión en el pie izquierdo que le ha mantenido fuera de las canchas durante un año y el duelo por la pérdida de su amigo Kobe Bryant, cuando se vio tan abrumado como todo el mundo por la pandemia del coronavirus. Recluido en su casa en Estados Unidos, el emblema del baloncesto español y figura de la NBA durante las dos últimas décadas, de 39 años, responde a las preguntas de EL PAÍS y valida una de las frases que legó Kobe, a la que apeló durante su alocución en el All Star de febrero en Chicago, y que para todos cobra tanto o más sentido en este nuevo tiempo tan convulso y funesto: “Haced cosas épicas siempre”.

Pregunta. ¿Cómo se encuentra físicamente?

Respuesta. Bien, mejorando día a día, trabajando y progresando en mi recuperación desde que tuve que volver a pasar por el quirófano. Y dándole el tiempo que necesita al hueso, con el objetivo en mente de estar sano y recuperarme de la lesión.

P. ¿En qué punto está ese proceso?

R. Hace casi un año y medio, cuando aún estaba en San Antonio, empezaron los primeros síntomas de edema óseo en el escafoides y tuve que parar por primera vez. Había una reacción de estrés en el hueso y no pudimos revertir esa situación hasta que pasé por el quirófano por primera vez en mayo, cuando estaba en Milwaukee. La segunda ocasión fue cuando, casi a mediados de noviembre, descubrimos que el hueso se había fracturado por segunda vez. Ahora estamos en una etapa, aunque avanzada, aún con cierta incertidumbre sobre cuál será el futuro. Pero a la vez, la afronto con esperanza y optimismo. Y ojalá en las próximas semanas reciba buenas noticias cuando hagamos las pruebas para comprobar cómo está el hueso. Es muy complejo, sobre todo porque recaí. Ahora, mi ilusión es poder tener la opción de volver a jugar, con la paciencia del día a día y la esperanza de que el trabajo, al final, tenga su recompensa. Ahí estamos.

P. Sigue en Estados Unidos.

R. Vine para aquí después del trágico accidente de mi excompañero y buen amigo, al que he considerado como un hermano mayor, Kobe, su hija y los demás pasajeros de aquel helicóptero. Sigo la recuperación aquí, atento, y a expensas de la pandemia del coronavirus y de sus efectos en todo el mundo.

P. ¿Muletas? ¿Bota ortopédica? ¿Algo de canasta?

R. Hace un mes y pico que ya prescindí de las muletas. Hará unas dos semanas que empecé a prescindir de la bota ortopédica. Y poco a poco estoy volviendo a la carga normal de mi cuerpo, haciendo ejercicios controlados. Ahora mismo, en el gimnasio y en la piscina de casa, trabajo en ese proceso de readaptación de cargas en el pie. De momento no puedo hacer nada de pista. Espero que quizás el próximo mes pueda volver a ello, poco a poco, de forma progresiva y moderada. Aún estamos en una etapa bastante temprana de la recuperación. Hay que dejar que el hueso muestre una solidificación total para incrementar la carga.

P. Es patente la posibilidad de una retirada. ¿Le da muchas vueltas?

R. Con este proceso de recuperación y con esta lesión con la que llevo lidiando durante más de un año, es inevitable, sin duda, el pensar en la retirada. Y también teniendo en cuenta que dentro de unos meses cumpliré 40 años. Así que es algo que sin duda está en mi cabeza. Es algo que llegará en un momento u otro, más tarde o más temprano. Esperamos que aún no haya llegado el momento. Pero también aprovecho ahora para centrarme en la Gasol Foundation, en otros proyectos fuera de la pista y pensando también en lo que puede ser mi siguiente etapa profesional, mis siguientes retos. Pero mientras, por supuesto, sigo con la recuperación, intentado darme la oportunidad de seguir jugando. Ahora, la prioridad es superar entre todos esta pandemia. Todo lo demás es completamente secundario.

P. ¿Cómo se encuentra anímicamente?

R. Está siendo un año durísimo por diferentes circunstancias. Empezó por la continuación de mi lesión después de la segunda operación a finales de diciembre y por la imposibilidad de practicar el deporte que tanto amo. Luego siguió con el golpe durísimo de la pérdida de Kobe, Gigi y las personas que viajaban en aquel helicóptero. Y ahora, con esta pandemia que está afectando a todo el mundo. Anímicamente soy una persona positiva, que siempre intenta sacar lo mejor de cada situación y de encontrar cierto equilibrio emocional. Estoy cada día en contacto con la familia, aunque no de forma directa con muchos de ellos debido a la distancia. Aquí estoy con mi mujer y con su familia. Intento superarlo con la lectura, con la meditación, mantenerme fuerte con cierta calma y perspectiva, pero no está siendo un año fácil y son heridas que tardarán su tiempo en cerrar.

P. ¿Cómo le afecta la pérdida de Kobe?

R. En el momento fue un shock enorme, un dolor y una pérdida casi imposible de expresar con palabras. Es algo que tardaré en seguir asimilando y en superar poco a poco. Me emocionó mucho ver la reacción del mundo, más allá del deporte, comprobar cómo influyó e impactó a tantísimas personas. Nos dejó un enorme legado de valores, de filosofía, de ética de trabajo, de cómo llegar a ser la mejor versión de nosotros mismos. Es algo que llevo muy dentro y he podido vivir de una forma muy especial y muy cercana gracias a los años y los momentos que compartí con él. Es algo que voy a tener presente el resto de mi vida e intentaré que se vea reflejado en todo lo que hago.

P. ¿Cómo sobrelleva lo que está sucediendo con la pandemia?

R. Me imagino que como todo el mundo debe llevarlo, con muchísima preocupación, con mucha sensibilidad, con mucha responsabilidad personal, familiar y social. Mis padres, afortunadamente, teniendo la formación que tienen en el mundo sanitario (su madre Marisa es médica y su padre Agustí, ATS), entienden las medidas y las precauciones que se deben tomar. También ellos, que están en una edad avanzada, entienden que deben ser, si cabe, más cautos porque son personas a las que el virus puede afectar más, de manera letal. Pero es un momento en que, como sociedad, como país, como mundo, tenemos que ser muy responsables, seguir las recomendaciones de la OMS y de nuestros gobiernos y ganarle la batalla al virus. Saldremos adelante.

P. Como persona que siempre se ha interesado y trabaja por la salud de la gente y la solidaridad con los más desfavorecidos, ¿cuál es su mensaje?

R. Sobre todo, que todos seamos responsables, empezando por nuestra casa y por nuestras familias y pensando en ese impacto en la sociedad. Y desde el punto de vista de las personas que podemos tener una plataforma y un impacto mayor en la gente, pues que esa responsabilidad, sobre todo en momentos como este, sea todavía mayor. Los mensajes que podemos compartir ahora, sobre todo a través de nuestras redes sociales, deben ser para transmitir hábitos saludables y para motivar e inspirar a las personas y familias que sufren este confinamiento y distanciamiento social. Y, como todos, debemos aprovechar para descansar bien, para tener una rutina nueva y para pasar un tiempo de calidad con nuestras familias. Y también para reflexionar sobre dónde estamos y qué haremos con nuestras vidas de ahora en adelante. Y animarnos unos a otros para pasar y atravesar esta etapa lo mejor posible y salir reforzados de ella. Es un mensaje también de ánimo y de ayuda conjunta, de la manera que sea. Son muy bonitas las imágenes que nos llegan, gente que sale al balcón y conecta con sus vecinos y su comunidad de esa manera, y también a través de las redes sociales. Hay mil maneras de conectar y de inspirarnos unos a otros y de mantener esos ánimos altos.

P. El virus, del que Rudy Gobert, el pívot de Utah Jazz, bromeó poco antes de dar positivo, ¿ha cogido desprevenidos a los deportistas?

R. El virus nos ha cogido desprevenidos a todos. Y en muchos casos se ha pecado de exceso de confianza, sobre todo por desconocimiento. Se pensó que este virus solo se iba a quedar en China o en Asia y no iba a viajar y a afectar al resto del mundo y a traducirse en esta crisis sanitaria tan importante, con el número de muertes que ya ha causado y con las que potencialmente puede causar.

P. ¿Se debería haber suspendido antes la NBA? ¿Y no en los prolegómenos de un partido tras conocerse el contagio de Gobert?

R. Es muy difícil opinar a tiempo pasado. Estoy muy orgulloso de lo que ha hecho la NBA y con la rapidez que actuó y decidió suspender primero el partido Oklahoma-Utah y luego toda la Liga esa misma tarde. Prácticamente fue la primera Liga que suspendió su actividad y su competición para proteger a sus jugadores y a sus aficionados, y a todos los que trabajan alrededor de ella y de los partidos. Para mí fue un paso muy responsable y muy valiente. Aunque está claro que los efectos, como en todos los campos y sectores, está siendo devastador.

P. ¿Cómo se vive la situación en Estados Unidos?

R. Con muchísima preocupación. Siendo uno de los países líderes en el mundo, sin duda su papel es clave para derrotar al virus. Las medidas que se están tomando me parecen adecuadas y anticipo que serán cada vez más estrictas. Ojalá que la comunidad científica pueda encontrar una solución lo antes posible y darnos más herramientas para combatirlo.

P. ¿Teme que esas medidas afecten el trabajo de su recuperación?

R. Las medidas nos afectan a todos, a mí también. Aunque tengo la gran suerte de poder seguir trabajando en mi rehabilitación en casa. Veremos hasta cuándo se prolonga la situación. Todo parece indicar que se va a alargar más de lo esperado. Soy uno de los privilegiados porque estoy en una etapa de mi recuperación en que no necesito tampoco demasiado movimiento ni demasiadas herramientas para poder seguir trabajando en ella. Desde aquí solo quiero animar a todos aquellos cuya situación es mucho más compleja y cuyas vidas están altamente afectadas por esta crisis sin precedentes.

P. ¿El hecho de que se puedan aplazar los Juegos influirá en la decisión que adopte sobre su futuro más próximo?

R. Una vez vayamos conociendo las decisiones que se vayan tomando veremos cómo afectan tanto a mi realidad como a la de todos los deportistas. Ahora, estoy muy focalizado en recuperarme de la lesión. En cuanto a los Juegos, al Comité Olímpico y lo que pueda suceder este verano, está todo en el aire. Lo más importante ahora es centrarse en el bienestar y en la salud de las personas e ir viendo paso a paso, porque cada día hay una evolución, una novedad. Confío plenamente en que la OMS y el COI decidirán lo que sea mejor para todos los deportistas y aficionados.


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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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