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Suspendida la Milán-San Remo: el ciclismo se queda sin ‘primavera’ por primera vez desde 1945

El decreto contra el coronavirus del Gobierno italiano obliga a suspender todas las carreras ciclistas hasta la primera semana de abril

El corredor murciano del equipo Movistar, Alejandro Valverde, corre entre sus compañeros de equipo durante la disputa de la 1ª de la primera etapa de la 71ª edición de La Vuelta Ciclista a la Comunitat Valenciana.
El corredor murciano del equipo Movistar, Alejandro Valverde, corre entre sus compañeros de equipo durante la disputa de la 1ª de la primera etapa de la 71ª edición de La Vuelta Ciclista a la Comunitat Valenciana.Manuel Bruque (EFE)
Carlos Arribas

El Movistar de Valverde, Marc Soler y Enric Mas es el séptimo equipo del WorldTour que, siguiendo los dictados de sus médicos y del sentido común, han decidido cesar todo su actividad competitiva las próximas dos semanas, hasta el domingo 22 de marzo, para intentar no esparcir más aún el coronavirus, que festeja y se multiplica en todas las actividades que congreguen a cientos de personas.

Como todos los corredores que participaron en el Tour de Emiratos, Valverde no habría podido competir, de todas maneras, hasta la Volta a Catalunya (23 de marzo).

Sin su presencia y sin la de los otros cinco que ya habían anunciado su ausencia el jueves, la primera carrera por etapas importante del calendario, la francesa París-Niza (8 a 15 de marzo), se correrá desde el domingo sin los mejores corredores del pelotón.

Las italianas Tirreno-Adriático (11 a 17 de marzo) y Milán-San Remo (21 de marzo) ni siquiera se disputarán. Obedeciendo a las autoridades de su país, RCS ha anunciado que “aplaza” la celebración de ambas tradicionales carreras a fechas aún por decidir. Disputada por primera vez en 1907 y conocida como la primavera, la Milán-San Remo, uno de los cinco monumentos del ciclismo mundial, solo había dejado de disputarse, por culpa de las guerras, en 1916, 1944 y 1945. Su retorno en 1946, en una Italia en ruinas, dio nacimiento al personaje de Fausto Coppi, el campionissimo, símbolo de esperanza y reconstrucción. Su aplazamiento en 2020 revela gravedad de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus.

Como el Movistar, en Francia no estará el Emiratos, el equipo más afectado por el brote de Covid-19 que les estalló en Abu Dhabi y cuyos líderes (Pogacar, Rui Costa, Ulissi, Gaviria) están inmovilizados hasta el 14, cumpliendo cuarentena en los Emiratos. También serán baja el Ineos de Egan (el ganador del Tour y campeón en Niza en 2019), Carapaz, Sosa y Thomas; el Astana de Superman y los hermanos Izagirre; el Mitchelton de los hermanos Yates, el Jumbo de Primoz Roglic, ganador de la Vuelta, y Wout van Aert, y el CCC de Zakarin y Greg van Avermaet. Y mientras el Baréin mantiene su participación en la carrera francesa, lo hará sin su principal figura, el español Mikel Landa.

Otros cinco equipos se limitarán a una cesación parcial de actividades y dejarán de correr en Italia, el país europeo más afectado por la epidemia: AG2R, Education First, Groupama-FDJ, Jumbo y Sunweb.

Pese a la determinación de los equipos más importantes, ni la Unión Ciclista Internacional (UCI), que recomienda medidas de prevención tales como alejar a los espectadores de las salidas y llegadas, no agrupar a muchos equipos en cada hotel y que cada ciclista firme la hoja de salida con un bolígrafo diferente, ni los organizadores (ASO y RCS) empeñados en una dura batalla de supervivencia, están dispuestas a la medida más sencilla: anular el calendario y suspender sus carreras.

Apoyado por la ministra de Deportes francesa, que dice que, total, la París-Niza no atrae a multitudes a la carretera, Christian Prudhomme, el responsable de la carrera, ha invitado a última hora a equipos de segunda división y logrado que la UCI le permita alinear equipos de ocho corredores, y no de los reglamentarios siete, para poder contar con un pelotón de masa digna. No abrirá, sin embargo, la puerta de su prueba a ciclistas, técnicos y auxiliares que vivan en Lombardía y Véneto, las regiones más afectadas.

RCS, en cambio, no ha podido superar las imposiciones del Gobierno italiano expresadas en el decreto presidencial del 4 de marzo que ordena que las actividades deportivas que atraigan aglomeraciones de público se disputen a puerta cerrada, sin público. Como el ciclismo no tiene puertas, el ciclismo de competición queda suspendido hasta nueva orden. Junto a la San Remo y la Tirreno, se han suspendido en el marzo ciclista italiano la Strade Bianche (7 de marzo), el GP Larciano (8 de marzo), la Semana Coppi y Bartali (25 a 29 de marzo) y el Giro de Sicilia (1 a 4 de abril).


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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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