Nueve detenidos en una nueva fase de la Operación Oikos por el amaño del Reus-Valladolid de 2017
La policía investiga las irregularidades económicas que permitieron a la SD Huesca pagar una prima a jugadores del equipo catalán por ganar aquel encuentro
El titular del Juzgado de Instrucción 5 de Huesca, Ángel de Pedro, ordenó este martes la detención de nueve personas y la imputación de otras dos, entre ellas jugadores en activo, dentro de la segunda fase de la Operación Oikos contra la corrupción en el futbol. El epicentro en esta ocasión es el presunto amaño del partido de Segunda que disputaron el 4 de junio de 2017 el Reus Deportiu y el Real Valladolid, con victoria del primero por 2-0, correspondiente a la penúltima jornada de aquella temporada. Las pesquisas apuntan a que un tercer equipo, la SD Huesca, pagó una prima a la plantilla del club catalán para que ganaran el encuentro y así asegurarse la disputa de los playoff de ascenso a Primera de aquella temporada. Es la primera vez que se investigan judicialmente las llamadas “primas a terceros”.
El Reus, que fue quien presuntamente las recibió, no se jugaba nada en ese encuentro, mientras que Valladolid y Huesca tenían opciones de disputar la fase de ascenso a Primera. El Reus ganó 2-0 cuando las apuestas para ese partido estaban 5-1 en su contra. Finalmente, el Huesca acabó esa Liga en Segunda en sexta posición, por lo que jugó la fase de ascenso. Sumó 63 puntos, los mismos que el séptimo, precisamente el Valladolid, que no entró en los playoff por la diferencia de goles. En la fase de ascenso, el Huesca cayó en semifinales contra el Getafe y no logró el objetivo de subir de categoría. El Reus finalizó 11º, con 55 puntos. Levante y Girona ascendieron por la vía directa.
Entre los arrestados este martes hay tres directivos del Huesca, dos de los cuales ya fueron detenidos en la primera fase de la Operación Oikos, desarrollada en mayo, y en la que se investiga el amaño de un partido de Primera (Valladolid-Valencia), de otro de Segunda (Huesca-Nàstic) y de uno de Tercera, en este caso por apuestas deportivas. Se trata del expresidente de la SD Huesca Agustín Lasaosa y de Juan Carlos Galindo, quien fue jefe del equipo médico del club. Además de ambos, ahora también han sido arrestados Carlos Laguna, director financiero de la entidad, y el empresario oscense Jesús Sanagustín.
Vinculados al Reus, han sido detenidos Francisco Javier Pichu Atienza, que actualmente milita en las filas del Real Zaragoza, de Segunda, que en 2017 era jugador del equipo catalán, y Aritz López Garai, entonces también jugador del club y que recientemente ha sido cesado como entrenador del Tenerife. Otros arrestados son Íñigo López, exjugador del Deportivo de La Coruña, Huesca y Granada, entre otros, y actualmente en la UD San Sebastián de los Reyes, de 2ª B, que ya fue detenido en la primera fase de la Operación Oikos, y su representante, Rodrigo Fernández Lovelle. El noveno implicado es Jacobo Sanz, actualmente ligado el equipo kuwaití Al-Qadsia. Sanz no pudo ser detenido ayer al encontrarse fuera de España.
Los dos imputados no detenidos son los presuntos cabecillas de la trama, Raúl Bravo, exjugador del Real Madrid y de la selección española, y el también exfutbolista de Primera Carlos Aranda. Ambos quedaron en libertad tras negarse a declarar ante la Policía. Los 11 implicados están acusados de corrupción entre particulares, administración desleal y blanqueo.
Según una nota de prensa hecha pública por la Policía Nacional, durante la primera fase de la operación los agentes hallaron varias hojas manuscritas que recogían una operativa de recaudación, reparto, devolución y entrega de fondos que relacionan con "el condicionamiento" del Reus-Valladolid de aquella temporada. "Tras el análisis de la documentación, los investigadores han constatado que un club de fútbol [SD Huesca, según las fuentes consultadas por EL PAÍS] desembolsó fondos en metálico a la plantilla de otro equipo [el Reus] tras la victoria de estos en un partido celebrado en el mes de junio del año 2017, con la finalidad de facilitar su ascenso a la última plaza de playoff de ascenso a la Primera División de Fútbol", destaca la policía. La nota del Ministerio del Interior añade que el pago se realizó mediante "diferentes personas físicas y jurídicas relacionadas directa e indirectamente" con el club oscense y que estas adelantaron diversas cantidades en efectivo para el pago de la prima, generando una deuda en el club con estos 'prestamistas que fue amortizada en los meses siguientes a su entrega", añade la nota policial.
Las anotaciones que han permitido las nuevas detenciones fueron localizadas durante el registro en mayo de las oficinas del equipo oscense. En concreto se trataba de varias hojas manuscritas que reflejaban supuestas entradas de dinero por importe de 250.000 euros y salidas por valor de otros 395.000. Así, en una columna encabezada por la palabra "cantidad" se podía leer "125.000" con una flecha apuntando a "Raúl/Aranda", en lo que parece una referencia a los supuestos cabecillas de la trama Oikos, los exfutbolistas Raúl Bravo y Carlos Aranda. También figuraba la anotación "80.000" relacionada con "Jacobo"; "25.000" vinculada a "Rodrigo"; y "10.000 + 10.000" con una flecha hacia "Doctor/Agustín". En una segunda columna, bajo la palabra "coste", aparecían las cantidades anteriores junto a las mismas identidades y un incremento. De los "125.000" de "Raúl/Aranda" sale una flecha hacia "125.000 + 20.000"; de los "80.000" de "Jacobo" sale otra hacia "80.000 + 60.000 + año de contrato"; los "25.000" de "Rodrigo" se transforman en "25.000 + 5.000"; los "10.000 + 10.000" de "Doctor/Agustín" pasan a ser "40.000"; y aparece el nombre "Garai", con la cifra "20.000". El entonces presidente de la SD Huesca, Lasaosa, ahora detenido de nuevo, negó ser el autor de dichas anotaciones.
Primeras detenciones
La Operación Oikos (casa en griego) se inició en junio de 2018 tras las denuncias presentadas por separado ante la Fiscalía tanto por la Real Federación Española de Fútbol como por la Liga de Fútbol Profesional. Entonces las sospechas se centraban en el partido que el Huesca y el Nàstic jugaron la temporada 2017-18 en Segunda División, y que acabó con victoria del equipo de Tarragona por 0-1. Durante aquel encuentro, se suspendió la cotización en 30 de las 59 casas de apuestas más importantes del mundo después que dos de ellas, 888 y Unibet, alertaran de la entrada de grandes cantidades de dinero apostando por el 0-0 al descanso y la victoria visitante al final, como ocurrió. El Nàstic, que luchaba por evitar el descenso a Segunda B, se encontraba a 29 puntos del Huesca, que había ascendido a Primera la jornada anterior.
Las pesquisas llevaron a la detención el pasado mes de mayo de los exfutbolistas Carlos Aranda y Raúl Bravo como presuntos "líderes" de la trama de amaño de partidos. Según informes policiales, ambos “estarían encargados de captar jugadores, normalmente, profesionales, a los que encomendarían la labor de buscar los mejores tratos para predeterminar resultados de partidos, principalmente, de fútbol. Estas personas son las que aportan el dinero para la compra de jugadores”. Entonces también fueron detenidos (o se les citó como imputados) otros tres futbolistas en activo a los que se consideraba "intermediarios" de la red corrupta: Samu Sáiz, del Getafe; Íñigo López, del Deportivo, y Carlos Caballero, del Fuenlabrada. Ellos fueron señalados como “los encargados de buscar jugadores a los que corromper, siendo el nexo con los líderes de la organización”.
Finalmente, los investigadores detectaron un tercer nivel de implicados a los que en los documentos policiales se denominó “objetivos corrompidos”. “Estas personas son las ejecutoras directas de los amaños de los partidos, y los principales responsables de que el acuerdo se produzca”, según la descripción de las diligencias policiales. En este tercer escalón de la presunta trama, la policía situó a los futbolistas Borja Fernández, retirado hacía unos días en el Valladolid, y Carlos Martín Briones Charly, ecuatoguineano actualmente en el Mora CF, de Tercera.
Entre los partidos presuntamente amañados por la organización se encontraba también el Valladolid-Valencia (0-2) de la última jornada de la temporada pasada. En este encuentro, el equipo de Marcelino logró la clasificación para la Champions mientras el Valladolid, que había logrado la salvación el fin de semana anterior, no se jugaba nada. Los goles se produjeron tras sendos fallos de la defensa vallisoletana. También se investiga el amaño fallido de un encuentro de Tercera, el que disputaron Sariñena y el CD Cariñena, dos equipos aragoneses.
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