“Jugar bien es responder a lo que pide el partido”
El técnico más joven de Primera conduce a un equipo que recibe en racha al Barcelona
Diego Martínez (Vigo; 38 años) es el entrenador más joven de Primera. Con 18 emigró de Galicia a Cádiz para iniciar sus estudios superiores y jugar al fútbol. Entonces comenzó a entrenar mientras jugaba de lateral derecho en equipos de Tercera. Luego acabó Ciencias del Deporte en Granada antes de emprender una carrera que le llevó de nuevo a la ciudad andaluza en 2018. Subió al Granada a Primera. Este sábado (21.00, Movistar LaLiga) recibe al Barça.
Pregunta. ¿Se siente el líder de este Granada?
Respuesta. Para nada. El líder es el equipo y el jugador estrella es el colectivo. Hay un punto de unión y todos creemos en un camino marcado desde que comenzamos a trabajar juntos. Líderes son gente como Germán Suárez, Montoro, Puertas, Quini, Víctor Díaz… Futbolistas que se lo han currado, que han venido desde abajo y ahora disfrutan del fútbol en Primera. Ellos son la esencia de este equipo, los que marcan el rumbo y fijan las ideas para los que se incorporan.
P. Que en Granada se le vea como el artífice del ascenso, ¿supone un peso para usted?
R. No puede suponer un peso para mí algo que no considero. No soy ningún héroe ni ningún protagonista. Aquí lo que hay es mucho trabajo de todos. Tampoco creo en esas etiquetas de equipo revelación que nos ponen. Pero si llevamos cuatro partidos…
P. Usted no ha sido futbolista de élite. ¿Cree que pesa a la hora de dirigirse a los futbolistas?
R. No tengo ese perfil. Soy lo que soy y le tengo que sacar el mayor partido posible a mis circunstancias. Cuando entrenaba en Tercera con 25 años me acusaban de ser demasiado joven. Lo importante es que el futbolista crea en ti. Juego las cartas que tengo. Si le digo la verdad, creo que incluso jugar bien mis cartas provoca más empatía con el futbolista que ser más veterano o haber jugado 10 años en Primera.
P. ¿Siente que se está cumpliendo el sueño de un niño?
“En Tercera quería ser especial. Seguir el camino siendo feliz es mi éxito”
R. Cuando con 18 años empecé a entrenar siempre quise mejorar como técnico y también como persona. Creo mucho en la cultura de la excelencia. Nunca he pensado en el siguiente paso, pero sí en estar preparado para darlo. En Tercera quería ser especial, mejorar mi método. No esperaba nada, pero sabía que estaba preparado si llegaba el momento. Seguir el camino siendo feliz como entrenador es mi éxito. Yo quería ser el mejor entrenador posible independientemente de la categoría en que me tocara trabajar. Soy muy disciplinado en el aspecto personal y ahora lo saboreo. A veces los sueños sí se cumplen. Y el esfuerzo y la dedicación te llevan al éxito.
P. El Granada de los uruguayos de mediados de los 70 se sigue recordando. ¿Aspira a mejorarlo?
R. La historia del Granada es amplia y está llena de picos emocionales. Esa época está grabada en la mente de muchos y dio a conocer a nuestro equipo. Pero está lejos. Hace 15 años el Granada estaba en Tercera. Ahora, me atrevería a afirmar que vivimos un periodo histórico, especial y muy bonito, porque el público se identifica con nuestros valores.
P. ¿Cuántas veces ha visto el Osasuna-Barcelona?
R. No es una cuestión de cuántas veces lo ves. Más bien del cómo. Lo he visto yo, mi cuerpo técnico, hemos visto treinta jugadas repetidas, patrones del juego que se repiten. Bueno, hemos hecho una observación amplia, pero muchas veces, aunque quieras anticipar situaciones no llegas. Esto es un juego de futbolistas. Ellos mandan con su talento y acierto. Eso sí, para ganar al Barcelona necesitamos un partido de matrícula de honor en todos los conceptos.
P. ¿Messi?
R. Es el mejor del mundo. Si se tomara un partido más de descanso, no pasa nada. Si pudiera pedir un deseo, sería que los míos estuvieran todos recuperados y tuvieran la opción de jugar al menos un minuto ante el Barcelona, como en el baloncesto.
P. ¿Le afectó lo ocurrido este verano con el recorte impuesto por LaLiga por el límite salarial?
R. El verano ha sido muy complejo. Lo que planeamos en junio no se pudo llevar a cabo. El principio de agosto fue muy complicado, pero intento sacar de lo malo los aspectos positivos. Nos unimos, la plantilla se reforzó y salimos más fuertes. No tengo problemas con la propiedad y el club en las distancias cortas se lleva como cualquier otro de los que he estado.
P. ¿Considera que solo vale ganar o valora también la forma de lograrlo?
R. A ver, para ganar hay que jugar bien. Yo creo que jugar bien es saber darle respuesta a lo que te pide un partido en cada momento. Yo digo que somos un equipo camaleónico porque nos adaptamos a lo que se nos pide. No hay un solo camino, ser flexibles y tener organización para dar respuestas apropiadas en lo que demanda un partido es jugar bien al fútbol. Luego, soy un entrenador que me adapto a las características de mis jugadores. No puedo hacerles jugar de otra forma a cómo ellos expresan su fútbol. Yo tengo que aprovechar sus virtudes para dar la mejor respuesta colectiva posible. Hay que adaptarse y competir. No me gustan las excusas.
P. ¿Cómo se ha adaptado Soldado?
R. Es un ejemplo fuera y dentro del campo por su humildad. Los valores no tienen que ver con la edad [tiene 34 años] y la experiencia. Combina esa humildad con una gran ambición y ha conectado bien con los líderes del vestuario. Creo que su presencia nos hace mejores.
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