Muere Nicolás Leoz, expresidente de Conmebol investigado en el caso del ‘FIFA Gate’

El empresario paraguayo Nicolás Leoz, que presidió durante casi 30 años el fútbol de sudamericano, ha muerto este miércoles en Asunción (Paraguay) a los 90 años. Leoz se enfrentaba a un proceso de extradición a EE UU por su relación con una gran trama de corrupción internacional por el cobro de sobornos por los derechos de transmisión de partidos de fútbol, conocida popularmente como FIFA Gate.

Nicolás Leoz se encontraba bajo arresto domiciliario desde 2015 a la espera de que la Justicia paraguaya decidiera sobre la solicitud de extradición al país norteamericano, donde se enfrentaba a cargos por soborno. El exdirigente de la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol), que presidió desde 1986 a 2013, ha muerto en un sanatorio privado en el que estaba hospitalizado desde hacía varios días, según ha afirmado el abogado Ricardo Preda, quien ha informado también de que murió de un infarto. La Conmebol ha confirmado el fallecimiento en su cuenta oficial de Twitter.

El ex alto cargo, que también formó parte del Comité Ejecutivo de la FIFA, estaba siendo investigado, junto con otros cargos del fútbol mundial, por el Departamento de Justicia de Estados Unidos que lo consideraba parte de una trama de sobornos por derechos de transmisión y comercialización de torneos internacionales. Además del proceso de extradición, iniciado a mediados del 2015, que estaba en su etapa final, también se enfrentaba a una investigación de la Fiscalía paraguaya tras una denuncia por lesión de confianza presentada por la actual administración de la Conmebol.

Leoz era un destacado empresario en Paraguay y durante décadas fue visto como un notable dirigente deportivo, hasta que las denuncias por corrupción y sobornos salpicaron su gestión al frente de la centenaria organización. Desde 2013, cuando dimitió como presidente de Conmebol, se mantuvo alejado de la luz pública por problemas de salud. Días después, un informe del Comité de Ética de la FIFA recogía que Leoz había aceptado sobornos de la empresa ISL. 

En los últimos años, había sufrido problemas cardíacos que le obligaron a pasar por los quirófanos, mientras que recientemente se le diagnosticó un linfoma que provocó un empeoramiento de su estado de salud.

Nicolás Leoz se encontraba inmerso en un proceso judicial con la Corte Suprema de Justicia de Paraguay, organismo a través del cual buscaba evitar su extradición a Estados Unidos para ser juzgado por el caso de corrupción. Pero en marzo la Justicia paraguaya rechazó los recursos presentados por su defensa, que trató de recusar a los jueces encargados de decidir sobre su salida del país sudamericano. Con todo, el traslado a EE UU no llegó a producirse y su equipo de abogados estudiaba nuevas estrategias, como acudir al Tribunal Constitucional para evitarlo.