El Barcelona va a por Neymar
El club azulgrana y el brasileño están de acuerdo en volver a unir sus caminos, pero la negociación con el PSG es muy compleja. Esta opción no descarta la llegada de Griezmann
Las relaciones del Barcelona con el PSG se han erosionado con el tiempo, sobre todo desde la llegada del poderoso emir qatarí Tamim bin Hamad Al-Thani, hasta el punto de que no necesita dinero para hacer rodar y vencer a su club a nivel nacional. Ya le advirtió el jeque al expresidente azulgrana Sandro Rosell en 2014 que con ellos no se jugaba, entre otras porque al Barça lo patrocinaba por entonces la empresa gubernamental Sport Qatar Investment, que le aportaba 32 millones por curso. Luego llegaron los rifirrafes por Thiago, Marquinhos y hasta Di María, jugadores pretendidos en el Camp Nou que fueron prohibidos porque así lo decidió el París Saint-Germain sin opción a negociar. Incluso le dolió al club —porque desfiguró un equipo hecho— que pagara los 222 millones de la cláusula de Neymar, por más que regeneraron unas arcas apolilladas. Pero el círculo de Ney podría completarse tres años más tarde.
Neymar, de 27 años, está dispuesto a volver al Camp Nou como también lo está el Barça a recibirle con los brazos abiertos. Así se lo dijo al jeque y así se lo comunicó al Barcelona. Pero desde los despachos de la Ciudad Deportiva Joan Gamper son escépticos. Entienden que será una operación complicada ya que, aseguran, el PSG actúa de forma ilógica porque su mentalidad, filosofía y cultura no casa con la suya, club reacio a entablar conversaciones y proclive a mostrar su poder económico.
Pero lo de Neymar va en serio. El presidente del PSG, Nasser Al-Khelaifi está cansado del comportamiento caprichoso del brasileño, más pendiente en ocasiones de su descanso que de su esfuerzo, en ocasiones incontrolable como demostró tras caer en la final de la Copa de Francia y le soltó un puño a un aficionado que le increpaba, camino de recoger la medalla. “Necesito que Neymar me demuestre que se quiere involucrar totalmente aquí. Él como los demás. Nadie le obligó a firmar aquí. Nadie le empujó a hacerlo. Vino sabiendo perfectamente cuál era el proyecto”, expresó Al-Khelaifi a L’Equipe. Esas declaraciones han acelerado la voluntad de salir del jugador. Desea emigrar de París porque nunca encontró la felicidad que sí tuvo en Barcelona.
“Todo su entorno ha activado la maquinaria para salir del PSG y se lo ha hecho saber a los clubes más poderosos de Europa”, señalan desde las oficinas del Camp Nou. Entre ellos al Barça porque es la prioridad del jugador. Ya no hay asperezas acentuadas entre el futbolista y el club, que sabe que con su regreso se borrarían también las denuncias bidireccionales que siguen en el juzgado. El Barça le reclama 8,5 millones por incumplimiento de contrato y el delantero exige la segunda parte de la prima de renovación que, por contrato, le correspondía percibir cuando abandonó el club azulgrana.
El acuerdo entre el club y el jugador se supone sencillo por la connivencia entre las partes y ya se sabe que se llegaría a buen puerto, pero el Barça aguarda a que el PSG tase al futbolista porque desconoce si quieren incluir a otros jugadores como a Coutinho, que es del gusto del técnico Tuchel, o solo quiere una compensación económica. “Estamos expectantes”, admiten desde las altas esferas del Barcelona. Ocurre, sin embargo, que Neymar no bajaría demasiado su ficha —de unos 30 millones netos anuales— y eso es una losa para el Barça, exigido a rebajar la masa salarial. Cuentan desde el club barcelonista que si se cerrara el fichaje, se encontrarían fórmulas para afrontar el pago, bien con patrocinios; bien con una operación salida que se antoja movida. Por lo que la llegada de Neymar sería una alegría para el vestuario porque es el que prefiere Messi a su vera y porque defienden que es un jugador que les duplica el poder ofensivo. No ocurrió lo mismo con Griezmann.
División sobre Griezmann
Cuestionado el vestuario sobre la posibilidad de incorporar al francés hace unos meses, cuando el club y el delantero del Atlético llegaron a un nuevo preacuerdo —el del curso pasado se diluyó con el reportaje La Decisión,llevado a cabo por Kosmos, productora de Piqué—, dos de los jugadores más importantes del vestuario declinaron la opción porque preferían a Neymar y porque no les gustó la forma de actuar de Griezmann. El resto del vestuario, sin embargo, no se pronunció, aunque es sabido que Umtiti y Lenglet, por ejemplo, aguardan con ilusión a su compatriota y compañero en la selección. Incluso los pesos pesados que lo descartaron en un primer momento, ya han advertido que con él y Neymar serán más fuertes.
“Antoine no está descartado”, anuncian desde el club; “siempre hemos dicho que es un jugador interesante y que daría mucho al equipo porque puede actuar en varias posiciones de ataque. Y, aunque sea improbable, ¿por qué no podemos intentar tener a los dos el año que viene?”. Queda por ver cómo se resuelve la situación. Pero el Barça no tiene prisas; quiere en su equipo a Neymar y a Griezmann y está convencido de que al menos uno de los dos se vestirá de azulgrana en el curso venidero.
De Ligt se arrima a la Juventus y Cillessen al Valencia
Aunque todavía no es oficial, parece que Matthijs De Ligt, central del Ajax de 19 años pretendido por el Barcelona, está a un paso de firmar por la Juventus, tal y como anunció Sky Sports. Un varapalo para el club azulgrana, que ha intentado convencer al defensa de que su mejor apuesta pasaba por el Camp Nou porque podría compartir vestuario con su gran amigo De Jong, además de con Messi. Pero las pretensiones del holandés no pasaban por ahí.
Aconsejado por su representante Mino Raiola, De Ligt se plantó ante la oferta del Barça porque no le ofreció la titularidad y porque hace tres meses ya le advirtió de que no mejoraría la oferta económica, que se cifraba en unos seis millones anuales. Escaso para el jugador porque la Juve le duplicaba el salario. “No entramos en pujas”, advierten desde el club. Y por eso Italia está en la pole.
El posible rechazo de De Ligt, sin embargo, no varía la hoja de ruta del Barça, que pretende firmar a un central y vender a Umtiti porque no confían en su rodilla. No será el único que se vaya. André Gomes, por ejemplo, está a un paso de firmar por el Everton, que desembolsará unos 25 millones por el traspaso.
También se irán Coutinho, Denis Suárez y todos los jugadores que están cedidos, además de Cillessen, que pidió salir del club en la temporada anterior sin éxito por falta de ofertas. Ahora es lo contrario, pretendido en Italia e Inglaterra, también en España por el Valencia, que es su destino preferido. “Porque va a jugar la Champions y le garantizan la titularidad”, exponen desde el Barça, que a cambio —además de una cifra económica— recibirá a Neto para ser el segundo de Ter Stegen.
El que no parece que se vaya a ir es Semedo, por el que el Barça ya ha rechazado una oferta del Atlético.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.