Coutinho está en el escaparate
El brasileño, autor de dos goles ante Bolivia, busca lucirse en la Copa América y marcharse del Barcelona
Tite reenganchó a la hinchada brasileña en las eliminatorias para el Mundial de Rusia con una apuesta de juego que ilusionaba a los nostálgicos del fútbol brasileño que había enamorado al mundo. No era difícil. Llegó para reemplazar al tacaño estilo de Dunga. El técnico aprovechó el buen momento de futbolistas vistosos, endiablados por entonces en grandes potencias de Europa, como Neymar, Willian, Gabriel Jesus y Coutinho. El actual jugador del Barcelona, por ejemplo, por entonces brillaba en el Liverpool de Klopp. Pero Brasil se despidió en los cuartos de final de Rusia y Tite pasó de guardián del estilo a prisionero de los resultados, condicionado por el bajón de sus chicos mimados. Agüero le ganó el duelo a Gabriel Jesus en el City, Willian se quedó sin gasolina en el Chelsea, Neymar perdió el rumbo en París, mientras que a Coutinho lo deprimió en Camp Nou. En el estreno de Brasil ante Bolivia (3-0), del cuarteto estrella de Tite, solo apareció Coutinho en el once inicial. El problema es que Coutinho lucha contra Coutinho.
Dicen los que lo conocen que Coutinho se autoexige con exceso, por momentos sin agudeza para relativizar los bajones. Por eso, cuando las cosas se torcieron en el Barcelona, el brasileño se hundió anímicamente. Ernesto Valverde se percató de la situación. “Hablamos con los jugadores para ayudarles y ver dónde podemos incidir con la idea de mejorar”, confesó el Txingurri cuando le consultaron sobre el extremo. La pregunta sobre el rendimiento de 7 era recurrente en cada comparecencia del técnico azulgrana la última campaña. Coutinho cerró la temporada 11 goles y cinco asistencias, sus números más bajos en las últimas cinco temporadas, siempre condicionado por los 160 millones de euros que el Barcelona le pagó al Liverpool por su ficha. Una cifra inédita para la entidad azulgrana. La afición azulgrana se impacientó.
“Es feo que se despida a un compañero así”, se quejó Messi cuando el Camp Nou pitó a Coutinho después de la ida ante el Liverpool. Ni extremo ni interior, Coutinho no hizo olvidar a Neymar, mucho menos a Iniesta. Y Coutinho se cansó. “He pasado momentos difíciles porque dentro del campo no he rendido como esperaban, pero el fútbol es así... y estoy trabajando duro para mejorar”, subrayó el carioca tras su exitoso debut ante Bolivia. El club ya sabe que el brasileño quiere dejar Barcelona, pero no quiere rifarlo. Buscan, sobre todo, amortizar su fichaje: 105 millones como mínimo.
La Copa América aparece como el escaparte ideal para Coutinho y para el Barcelona, por supuesto también para Brasil. La Canarinha necesita ganar ante su hinchada, el Barça revalorizar al jugador y Coutinho reencontrarse con su fútbol. Ausente Neymar, Tite lo sacó del ala derecha y lo colocó de enganche, por detrás de Firmino en un 4-2-3-1. A Brasil le costó, sin embargo, desmontar a la frágil Bolivia en el Morumbi. “Cuando un equipo no está produciendo, no espera la comprensión del hincha. Te van a pitar mayor. Eso lo vive la selección de Brasil y los grandes equipos del mundo”, aseguró Tite. La torcida no es menos exigente que la gent blaugrana. “Los abucheos son una parte del fútbol. Nosotros tenemos que ignorarlos y mantenernos concentrados”, completó Coutinho, elegido mejor jugador del partido ante Bolivia, gracias a su doblete.
Impulso para Coutinho y aire para Tite, un buen augurio para la Canarinha, que hasta rompió el hechizo de la camiseta blanca, considerada maldita después de que Brasil la utilizara en la final del Mundial 50 ante Uruguay. Coutinho quiere dejar atrás su etapa en el Barcelona. Primero, tiene que firmar una buena Copa América. Por ahora, va en camino: goles para frenar su devaluación.
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