_
_
_
_

Al ritmo de Muguruza

En clara línea ascendente, la hispano-venezolana se deshace de la ruda Svitolina (doble 6-3, en 1h 27m) y desembarca en los octavos del grande francés, en los que se medirá a Stephens (6-3, 5-7 y 6-4 a Hercog)

Alejandro Ciriza

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Muguruza, durante el partido contra Svitolina en París.
Muguruza, durante el partido contra Svitolina en París.MARTIN BUREAU (AFP)

¡Pim-pam! ¡Pim-pam! ¡Pim-pam!

Más información
Pese a todo, “Serena siempre es Serena”
Roger Federer, del chocolate a la pizza

Después de un arranque caótico, de un toma y daca sintetizado en siete roturas, transcurrió todo al ritmo que quiso Garbiñe Muguruza, que compuso la melodía y desde ese instante clave, una vez que se terminó el intercambio de crochets, dictó como ella quiso. Es hueso duro de roer Elina Svitolina, pero resulta que a Garbiñe le van los retos y ahora responde al que ella misma se impuso al comienzo de esta temporada para salir de un túnel del que es difícil escapar, el de la desconfianza. En París, Garbiñe va cogiéndola y después de dos rondas tramposas logró una victoria (doble 6-3, en 1h 27m) de las que refuerzan. Y mucho.

No es plato de buen gusto toparse tan pronto con Svitolina, tenista áspera que desde hace tiempo figura ahí arriba, pero a la que se le resiste el último paso. Y no guarda buen recuerdo de ella Muguruza, que se encontró con la ucraniana por primera vez precisamente en París, año 2012, en la fase previa. Cayó. A partir de ahí, duelos de todos los colores y el historial adverso, limado ahora (6-4) porque va elevando el vuelo y cogiendo el punto de los buenos momentos. Paso a paso y día a día, a lo que ella remite, pero el desembarco en la segunda semana ya es un hecho y disputará los octavos contra Sloane Stephens, finalista el curso pasado y superior a Polona Hercog (6-3, 5-7 y 6-4).

Desde ese punto de giro en el que cogió el mando, Muguruza gobernó el pulso, aunque Svitolina es como un chicle y se agarró al torneo con todo. Sin embargo, la que disponía y mordía en cada pelota era la hispano-venezolana, cada día que pasa más inspirada. Ya jugó estupendamente el miércoles, contra Johanna Larsson, y siguió por los mismos lares en su estreno de este año en la central que tanto le gusta y que tanto le adora a ella. La esperanza está en el juego, y también en los gestos: ese resto demoledor al vértice, ese ace mientras la observaba la grada poblada de la Chatrier, y esa volea para poner la firma de forma categórica. Después, brazos arriba y otra ración de francés muy agradecida por el público.

“Comparar con otros años me hace daño”

“No estoy tan confiada como aparento”, manifestó ante los periodistas, sin querer hacer paralelismos respecto al feeling de este año. “No quiero comparar con otros años, no le doy vueltas a cómo me veo, a cómo me siento... Yo simplemente hago los deberes, intento trabajar duro, tomarme cada partido como si fuera una final. Es un torneo que me gusta mucho, me quiero ir de aquí dando lo mejor y lo simplifico mucho. Comparar me hace mucho daño, trato de mantenerme alejada de eso", aseguró.

Magnífico sabor de boca al mediodía, aunque no a primera hora. La apertura en la pista Simonne Mathieu deparó una mala noticia. Allí fue apeada Carla Suárez por Marketa Vondrousova, que resistió a las ofensivas de la canaria y logró un triunfo de temple, contemporizando primero y contragolpeando después. “Yo debería haber fallado menos… Ella ha visto escapatoria con mis fallos (35). El partido ha dependido de mí, pero he cometido muchos fallos evitables”, se reprochó la española (doble 6-4 abajo) ante los enviados especiales a París, donde en 2008 y 2014 alcanzó la ronda de los cuartos.

“Me siento una jugadora de tierra batida, pero al final estoy el 85% del año jugando en rápida. Sí puedo tener una espinita, porque este torneo lo ves desde pequeña y a mí me gusta mucho”, añadió Suárez.

RESULTADOS. VIERNES 31

CUADRO MASCULINO: Rafael Nadal, 6-1, 6-3, 4-6 y 6-3 a David Goffin; Benoit Paire, 6-2, 4-6, 7-6 y retirada de Pablo Carreño; Roger Federer, 6-3, 6-1 y 7-6 a Casper Ruud; Juan Ignacio Londero, 6-1, 6-3, 4-6 y 6-3 a Corentin Moutet; Kei Nishikori, 6-4, 6-7, 6-3, 4-6 y 8-6 a Laslo Djere; Martin Klizan, 7-6, 2-6, 6-3, 3-6 y 9-7 a Lucas Pouille.

CUADRO FEMENINO: Garbiñe Muguruza, doble 6-3 a Elina Svitolina; Marketa Vondrousova, doble 6-4 a Carla Suárez; Sloane Stephens, 6-3, 5-7 y 6-4 a Polona Hercog; Petra Martic, doble 6-3 a Karolina Pliskova; Madison Keys, 7-5, 5-7 y 6-3 a Priscilla Hon; Anastasija Sevastova, 6-7, 6-4 y 11-9 a Elise Mertens; Donna Vekic, 6-4 y 6-1 a Belinda Bencic.

Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_