La larga espera de Patri Guijarro
La centrocampista, mejor jugadora del pasado Mundial sub-20, soñaba con un gran torneo con la absoluta y habla del miedo que tuvo estos meses de quedarse fuera por un ganglión en el pie
Mientras todas sus compañeras enfilan el túnel del vestuario del campo de entrenamiento de Tafalla (Navarra) al final de la sesión de tarde, Patri Guijarro se queda en el césped junto a Víctor del Potro, fisio de la selección. Está sin botas y sin calcetines. Se tira media hora haciendo ejercicios específicos para fortalecer el tobillo derecho y recuperar la movilidad. “Por los meses que he estado parada después de las dos operaciones. Los hago después de cada entrenamiento”, cuenta Guijarro, 21 años, bota de oro con seis tantos y mejor jugadora del Mundial sub-20 del verano pasado. La centrocampista del Barça ya era una fija de la absoluta con la que disputó los partidos de clasificación para Francia 2019. Ahora ha vuelto después de seis meses de ausencia.
El último encuentro que disputó fue con Alemania en noviembre. Ella, que soñaba con disputar un Europeo o un Mundial con la absoluta, ha estado a punto de quedarse fuera por un ganglión en el pie que la ha obligado a pasar por el quirófano dos veces desde febrero. Ahora, con el alta médica, deja atrás los miedos de los últimos meses y celebra la llamada de Jorge Vilda, que la esperó y la incluyó en la lista de las 23. Se la ve corretear feliz por el césped o con una cámara colgada del cuello haciendo fotos al cuerpo técnico.
Nacida en Mallorca, fichó por el Barcelona en 2015 cuando tenía 17 años. Sorprende su madurez al ser tan joven, y su despreocupación. Asume la responsabilidad sin agobios. ¿Le genera una presión añadida que el seleccionador la haya estado esperando tantos meses? “No, no; no tenía ni idea de si iba a venir o no, pero me he preparado como si fuese a venir. Si no llego a tener Mundial, hubiese hablado con el Barça para quedarme a entrenar más días después de la temporada porque no quería acabar así”, contesta sentada en uno de los banquillos del campo de entrenamiento, a pocos pasos del hotel de concentración, en el verde y en la tranquilidad de Tafalla. La selección se ha concentrado aquí estos días antes de disputar este viernes el amistoso contra Canadá (19.00, Cuatro), el último en España antes de poner rumbo a Francia.
¿Tuvo miedo de no llegar? “Sí. Se me han hecho muy largos estos meses. Ha sido un año complicado desde que empecé a tener molestias nerviosas en enero. No quería parar: siempre piensas que no puedes parar porque quieres llegar a tope al Mundial”, explica. En su caso ni siquiera tuvieron que frenarla; fue el dolor el que la obligó. “El primer entrenamiento en el que noté molestias lo aguanté, el segundo ya no pude”, cuenta. Tenía un ganglión en el pie derecho. Pasó por el quirófano; el tiempo de baja estimado fue de 4-6 semanas, pero se le infectó un punto y en abril tuvo que volver a operarse.
Las dos operaciones
“La primera operación fue para liberar el nervio. Tenía un ganglión tan extendido que me comprimía el nervio. Me infiltraron y tuvieron que esperar un mes para que se redujera antes de operarme. La zona del tobillo es complicada por su movilidad y se me infectó un punto. Salía mucho líquido y se me hizo un cierre en falso hasta que se me infectó. Entré al quirófano de nuevo para que me lo limpiaran”, detalla. Aún se le escapa algún “joder” al recodar. “Sólo pensaba en recuperarme y en volver cuanto antes”. Mientras tanto, estaba en contacto directo con Jorge Vilda. “Ha estado muy pendiente de mí. Yo no tenía ni idea de lo que iba a hacer, pero ha confiado en mí y estoy muy agradecida”, confiesa.
Estuvo casi tres meses sin tocar balón y ahora tiene dos semanas más de entrenamiento para recuperar ritmo. Esta tarde podría disputar unos minutos contra Canadá. El seleccionador tiene fe ciega en ella. “Tiene buenas sensaciones y está bien. La lesión no fue ni articular ni muscular y tenemos mucha esperanza de que la mejor jugadora del mundo en la sub-20 llegue al día 8 [debut de España] en las mejores condiciones”, dijo Vilda el lunes.
“Tácticamente Patri es una box to box. Disciplinada, aporta mucho al orden defensivo del equipo, va muy bien a balón parado y tiene muy buena llegada desde segunda línea. Finaliza bien y sabe posicionarse muy bien”, la define Pedro López, su técnico en la sub-20. “Los pasos que ha dado y los éxitos que ha tenido los ha conseguido con su sencillez y su forma de ser. En el Mundial sub-20 ella ya era una habitual de la absoluta y, sin embargo, fue un ejemplo para todas por su actitud, ambición, por su forma de afrontar el campeonato”, recuerda. Desde la sencillez trabaja ahora para ponerse a punto y disputar el Mundial con el que lleva soñando desde el verano pasado.
El seleccionador tiene fe ciega en ella. "Tiene buenas sensaciones y está bien. Lleva 4 meses fuera desde la lesión que no fue ni articular ni muscular. Tenemos mucha esperanza de que la mejor jugadora del mundo en la sub-20 llegue al día 8 [debut de España] en las mejores condiciones", dijo el seleccionador el pasado lunes cuando anunció la convocatoria de las 23 para el Mundial.
“Tácticamente Patri es lo que los ingleses llaman box to box. Disciplinada, aporta mucho al orden defensivo del equipo, va muy bien a balón parado y tiene muy buena llegada desde segunda línea. Finaliza bien, tanto con el pie como con la cabeza, sabe posicionarse muy bien, interpreta bien las situaciones de juego para estar en el sitio en el que tiene que estar tanto en ataque como en defensa”, la define Pedro López, su técnico en la sub-20.
Destaca su sencillez y su humildad. “Los pasos que ha dado y los éxitos que ha tenido los ha conseguido con su sencillez y su forma de ser. En el Mundial sub-20 ella ya era una habitual de la absoluta y no es fácil jugar en una categoría inferior. Sin embargo, ella fue un ejemplo para todas por su actitud, ambición, por su forma de afrontar el campeonato, por su manera de enseñar al resto de las compañeras lo que era bueno para el equipo. Todo desde la sencillez, no creyéndose una estrella”, recuerda. Desde la sencillez trabaja ahora para ponerse a punto y disputar el Mundial con el que lleva soñando desde el verano pasado.
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