La escabechina de Bernabéu tras perder la Recopa del 71
El presidente del club blanco se apresuró a renovar la plantilla blanca tras caer con el Chelsea en Atenas
Con el Madrid metido en renovación, me viene el recuerdo a la escabechina que montó Bernabéu tras la derrota en la final de la Recopa en Atenas. Salieron once jugadores, entre ellos Gento, y entraron siete.
La Liga 70-71 la terminó cuarto. En la Copa cayó en dieciseisavos ante el Dépor, a la sazón en Segunda.
El asidero fue la Recopa, en la que debutó ese curso. Hasta entonces había participado en todas las competiciones de la Copa de Europa desde su creación, bien como campeón de Liga, bien como campeón de la Copa de Europa anterior. Gento había participado ininterrumpidamente en todas las ediciones desde la 55-56. Pero en la 69-70, el Madrid no ganó Liga ni Copa de Europa. Salvó la temporada ganando la Copa, ante el Valencia en el Camp Nou. Con eso evitaba la Copa de Ferias, de la que tanta burla había hecho Bernabéu, motejándola de “Copa de los Pueblos”.
Fue pasando eliminatorias (Hibernians, Wacker Innsbruck, Cardiff y PSV) hasta llegar a la final ante el Chelsea.
Llegados ahí, el madridista se ilusionó con la Recopa. No la tenía, y sí el Atlético, de modo que la final, en Atenas y televisada, se vivió con expectación. Pero el equipo jugó mal. Empató de últimas con un gol heroico de Zoco, lo que dio paso a un desempate, dos días después. Entre un partido y otro, Bernabéu tuvo una escena con Velázquez, porque criticó en púbico a De Felipe, convocado de urgencia para el segundo día, y Velázquez le defendió. En el fondo estaba equivocado por la mala interpretación de unas declaraciones de De Felipe.
El segundo partido no fue mejor, el Madrid fue perdiendo 2-0, se acercó con un gol de Fleitas, pero ahí se quedó. Manolín Bueno, que salió ese día por un Gento que a sus 38 años ya no resistía dos partidos en dos días, fue cambiado a un cuarto de hora del final y mostró su enfado quedándose sentado sobre un balón, lejos del banquillo.
El Madrid cerraba la temporada sin título, por primera vez desde que llegó Di Stefano, 18 años antes, y abocado a la “Copa de los Pueblos”, para suerte de Bernabéu rebautizada como Copa de la UEFA, una vez acogida por esta organización.
Pronto se conoció la escabechina. Salieron fuera Betancor (34 años), Calpe (31), Espíldora (23), De la Fuente (23), Sanchís (33), Chato González (27), Fermín (23), Jiménez (24), Manolín Bueno (31) y Gento (38). Algunos, ilustres veteranos, con años de grandes servicios; otros, promesas surgidas de la cantera, que no llegaron a afianzarse. Para Manolín Bueno fue un duro sarcasmo abandonar el equipo justo al tiempo de Gento, después de 12 años esperando su retirada para saltar a la titularidad.
De Felipe se salvó porque al regreso viajó a Santa Pola a explicarle a Bernabéu el equívoco: no había dicho lo que le dijeron a Bernabéu que había dicho. Eso arropó en parte a Velázquez, aunque quedó tan mal visto por el Patriarca que en cuanto se abrió la importación de extranjeros, dos años después, se apresuró a fichar a Netzer, que jugaba en su posición.
Subió el meta García Remón (21), de aparición meteórica, y que haría una larguísima carrera en la que alternó con Miguel Ángel. También un canterano de medio campo, Antonio González (25), tras un periodo de cesiones. No cuajó. Del Córdoba llegó Verdugo (23), lateral brillante que llegó a internacional, pero al que la irrupción de Camacho desplazaría al Espanyol. Para sustituir a Gento llegó Anzarda, del River Plate, un extremo con más gol que desborde, que se limitó a cumplir hasta que se fue al Betis. Y un lote del Racing. A Bernabéu le habían dicho que los técnicos querían al extremo Aguilar (22). Como vivía en Santa Pola, se acercó a ver un Hércules-Racing y quedó prendado de Santillana (19). Dijo que Aguilar sí pero Santillana sobre todo, y el Racing aprovechó el revuelo para meter al meta Corral (23), que terminaría en el Castellón y el Málaga.
La Liga 71-72 empezó con la visita del Betis al Bernabéu. La alineación fue: García Remón; Touriño, Benito, Verdugo; Grosso, Zoco; Aguilar, Amancio, Santillana, Velázquez y Anzarda. Sólo Benito, Grosso, Zoco, Amancio y Velázquez habían estado en la doble final. Grosso ocupó el puesto de Pirri, lesionado. Si no, no hubiese jugado, porque la delantera resultó inamovible.
Gento tuvo la ocasión de despedirse haciendo el saque de honor, entre Telechi y Zoco, los capitanes. Mientras, Manolín Bueno se estrenaba con el Sevilla, donde agotó su carrera.
El Madrid reconquistó la Liga aquel curso.
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