Schachmann puede con el pelotón

Ni el empeño del pelotón pudo con Schachmann. La calidad del joven ciclista alemán (25 años) dejó al gran grupo sin el final más llevadero de La Volta 2019, en Sant Cugat del Vallès. Todo indicaba lo contrario cuando los cuatro fugados – Van Garderen, Lindeman, Amador y Schachmann – afrontaban los últimos 50 kilómetros llanos con menos de tres minutos de margen.

Al pelotón le costó más de lo previsto recortar y cuando las fuerzas flaquearon en el cuarteto cabecero, Schachmann tiró por su cuenta. El corredor del Bora-Hansgrohe aprovechó el último repecho de la jornada, a 11 kilómetros de la meta, para demostrar que él sí podía mantener el pulso con el pelotón hasta el final.

El alemán tuvo momentos de flaqueza, pero una caída en cabeza del gran grupo desordenó la persecución durante unos segundos que fueron oro para Schachmann. Le sobraron 12 segundos tras cruzar la meta levantando con rabia su puño derecho. Victoria merecida para un ciclista que lo ha buscado durante toda La Volta.

El pelotón llegó desbocado, pero tarde. Michael Matthews (Sunweb) hubiera repetido el triunfo de la segunda etapa si no llega a ser por Schachmann. Precisamente, fue un compañero suyo, Wilco Kelderman, el que cayó a seis kilómetros de meta al frente del pelotón para dar un poco más de margen al ganador del día.

También sufrió un percance, en esta ocasión sin llegar a caer, Egan Bernal (Sky), 3º de la general. Eso sí, dentro de la zona de protección de los últimos tres kilómetros. Por lo tanto, sin afectaciones en la clasificación. Aunque el incidente obligó a Bernal a cruzar la meta con la bicicleta a hombros, y no sobre ella, tras la avería. El colombiano aprovechó la circunstancia para chocar la mano con los aficionados, mientras cruzaba la meta a pie, en una divertida imagen para cerrar la jornada.

El terreno para intentar quitar a Miguel Ángel López del liderato de la general se aplaza al fin de semana. Nairo Quintana ya avisó al finalizar la etapa en La Molina: “Veremos el sábado con el viento”. Si los abanicos no sirven, a Adam Yates, Bernal, Quintana y compañía solo les quedará Barcelona y las cortas rampas de Montjuïc.