El Eibar se despierta a tiempo
El Getafe se adelantó con dos goles, pero luego concedió un penalti que revitalizó al equipo local y consiguió empatar
Nadie hubiera imaginado, con la segunda parte avanzando inexorable hacia el minuto 90, que el Eibar pudiera salir de la hipnosis a la que le sometió el Getafe, para salvar al menos un punto, pero lo hizo. Despertó y empató el partido. Una victoria habría colocado, al menos durante unas horas, al equipo madrileño en la zona Champions, pero se descuidó en el tramo final, y lo pagó.
Durante muchos minutos, el Eibar se miró en el espejo y el reflejo del Getafe le deslumbró. El equipo de Bordalás llegó a Ipurua con la lección más que aprendida. Después de ver los últimos partidos del equipo vasco, sabía que sólo jugando con la misma agresividad y determinación de su oponente podría sacar rédito de su visita. Y el Getafe no es sospechoso de descuidar sus deberes.
Desde el primer minuto, el equipo madrileño se afanó en hacerle complicado al Eibar esa forma de jugar al fútbol con la que arrolló a los últimos equipos que pasaron por la localidad guipuzcoana y que salieron con las orejas gachas. A todos les faltó intensidad, una cualidad que al Getafe, como el valor en el ejército, se le supone desde que Bordalás ocupa su banquillo y ha convertido a su equipo en una pared de homigón armado.
Al Eibar se le hizo la vida muy difícil durante toda la primera parte, pese a los destellos iniciales, cuando pareció que el partido iba a ir de área a área. No fue así. El Getafe desactivó el juego con una presión intensa que exigía demasiada precisión a los hombres de Mendilibar, que por una vez no andaban finos. Las bandas se le cerraron y Orellana no encontraba el sitio, mientras que al otro lado del campo, Ángel, hiperactivo, trataba de demostrar como visitante lo que no consiguió vestido de azulgrana, y en una de estas, tras un desajuste defensivo eibarrés, Mata recibió de Oliveira para, con un toque sutil, superar a Riesgo y poner por delante en el marcador a su equipo.
EIBAR, 2 - GETAFE, 2
Eibar: Riesgo; Rubén Peña, Paulo, Arbilla, Cote (Cardona, m. 82); Jordán (Escalante, m. 60), Diop, Orellana, Cucurella; Enrich (Kike García, m. 60) y Charles.
No utilizados: Bigas, De Biasis, Markel Areitio, Sergio.
Getafe: David Soria; Damián, Djene, Cabrera, Antunes; Maksimovic, Flamini (Cristóforo, m. 82), Foulquier, Olivera (Miquel, m. 92); Ángel (Jorge Molina, m. 72) y Mata.
No utilizados: Chichizola, Arambarri, Samu Saiz y Hugo Duro.
Goles: 0-1. M. 37. Mata. 0-2. Foulquier. M. 51. 1-2. Charles (pen.) M. 66. 2-2. Charles. M. 79
Árbitro: Medié Jiménez. Tarjetas amarillas a Djené, Maksimovic, Diop, Cucurella. VAR: Estrada Fernández.
Ipurua. 4.449 espectadores.
Al Eibar le costaba mucho imponer su autoridad, como hace a menudo en Ipurua; apenas llegó al área de David Soria, que no intervino ni una vez. El Getafe anestesió como sabe con el marcador a favor. Sus rivales conocen esa sensación. Un sabor desagradable, metálico, que adormece. Belladona futbolística con la que el Eibar se dejaba llevar, más todavía después del segundo gol, en un remate de Foulquier, con todo el espacio del mundo para disparar desde el borde del área.
No despertaba el Eibar, pero Djené zarandeó al equipo vasco y consiguió sacarle de la cama, levantando las manos en un centro desde la izquierda que le golpeó levemente, pero desvió la pelota. Lo revisó el VAR, el árbitro señaló penalti y Charles lo transformó. El gol revitalizó a su equipo, que, pese a todo, seguía sin encontrar el camino recto hacia el área de Soria. Se lo desbrozó Cabrera en una absurda cesión de cabeza a su portero sin mirar quién andaba por allí, y estaba el brasileño Charles para meter el pie y empatar el partido.
Al Getafe le faltó entereza en los minutos finales y el Eibar se lanzó al abordaje, pero le faltó tiempo, y la serenidad de otras ocasiones. Si en Sevilla vio como le igualaban un 0-2 después de 80 minutos primorosos, en Ipurua les pasó lo mismo pero al revés, y los jugadores vestidos de azulgrana dejaron a su rival con las ganas de pisar moqueta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.