Ibai Gómez: “En el fútbol falta gente normal”
El bilbaíno ha abandonado un Alavés en alza para regresar a un Athletic en apuros en el que se formó. Este sábado, derbi ante la Real Sociedad
Ibai Gómez (Bilbao, 1989) dejó un Alavés boyante para regresar a un Athletic en números rojos, aunque haya comenzado a remontar. Se fue como secundario y regresa en un papel protagonista. Deja en Vitoria parte de su corazón. Este sábado (16.15), toca derbi ante la Real Sociedad.
Pregunta. ¿La ilusión de volver a jugar de rojo y blanco es algo que le motivó para regresar?
Respuesta. Es una de las cosas a las que más importancia le he dado siempre, que la ilusión no se pierda. En el momento que pierdes la ilusión estás perdido.
P. Ha tenido que reforzar usted eso, porque ya su primera aparición en el Athletic fue dramática, con esa lesión a los dos minutos de aparecer en el campo, cuando era un chaval.
R. Fue un debut duro, aunque con el tiempo se convirtió en uno de los mejores momentos de mi vida, pero en aquel instante fue muy duro. Estuve ocho meses lesionado, pero con esa ilusión que tienes al principio, de debutar, de dar el salto, no ha sido uno de los peores momentos que he pasado en el fútbol.
P. ¿Cree que, si hubiera sido ahora, la recuperación habría ido de otra forma?
R. Sí, porque el tiempo te hace conocer a gente, te hace trabajar con gente que te enseña y te da consejos, y seguro que ahora hubiera sido diferente. También es cierto que era muy joven, no pensaba en largo plazo, sino en volver cuanto antes y daba igual cómo. Volví con demasiada prisa, aguantando el dolor y me acostumbré a jugar con molestias en la rodilla. Ahora no lo haría así. Ahora sé que es más importante recuperarse bien que recuperarse rápido.
P. Fueron años de aprendizaje.
R. Aprendo todos los días. Tengo claro que vivir experiencias te hace crecer, te hace evolucionar en todos los sentidos. En lo mental y en lo físico.
P. Después de Caparrós llegó Bielsa, algo diferente.
R. Las temporadas de Bielsa las recuerdo como algo maravilloso, sobre todo la primera, la de las dos finales. Fue una pena no haber conseguido el título al final, pero fueron maravillosas.
P. Usted tiene alma de entrenador, ¿aprendió mucho de Marcelo?
R. He tenido suerte de aprender mucho de cada uno. Cada entrenador es diferente, tiene métodos distintos, maneras de expresarse diferentes, de contactar con el jugador. De unos aprendes más a nivel ofensivo, de otros a nivel defensivo, de otros, cómo llevar un vestuario en el día a día, cómo afrontar las situaciones complicadas o saber llevar las situaciones buenas. He tenido suerte de tener grandes entrenadores y realmente, le doy mucha importancia a eso porque en un futuro quiero ser entrenador, sea de chavales, de juveniles, de fútbol baso o profesional, así que siempre he intentado captar lo mejor de cada uno.
P. Bielsa era transparente en el campo porque todos los entrenamientos eran a puerta abierta, ¿pero dentro del vestuario?
R. Marcelo ya te explica él que tipo de equipo tiene en el campo, qué clase de fútbol quiere hacer. Lo deja muy claro cada vez que hablaba para la prensa y eso era lo que se veía luego en el terreno de juego.
P. Su momento estelar fue la semifinal de la Europa League en San Mamés contra el Sporting de Portugal.
R. Tuve momentos bonitos. Contra el Schalke en cuartos… Es verdad que contra el Sporting marqué un gol y di una asistencia. Por todo lo que suponía aquel partido, y la asistencia que le di a Fernando Llorente, a nivel individual tal vez sea el momento más importante que he tenido.
P. ¿Qué sucedió para que después de esos años buenos, también con Valverde, declinara su estrella, perdiera peso específico?
R. Con el tiempo me he dado cuenta de que esa prisa por volver de la lesión de rodilla, acostumbrarme a jugar dos o tres años con dolor, me hizo que cargara más la otra pierna, que me vinieran las lesiones musculares en la pierna contraria. Fue primero una lesión de isquio, luego recaídas. Recaída tras recaída, vas perdiendo fuerza, confianza en ti mismo, te llega la incertidumbre, los miedos, se te acumula todo, tienes que buscar otro tipo de soluciones, y ese fue el momento de salir del Athletic.
P. ¿Llegó a la depresión?
R. No sé si deprimido es la palabra, pero sí es cierto que tienes miedos, incertidumbre. No sabes si vas a conseguir salir de esos momentos. Afortunadamente me di cuenta de que tenía esos problemas, porque lo más importante para poder dar pasos es darte cuenta de que los tienes, para tratar de buscar soluciones. Busqué y hallé soluciones y a día de hoy estoy muy contento de haberlo hecho, porque han sido experiencias difíciles que realmente son de las que más aprendes.
P. ¿En quién se apoyó?
R. En la familia, los amigos de siempre, que es algo vital, y también en grandes profesionales de los que estoy rodeado en estos momentos y que he ido conociendo con el tiempo, a los que tengo que agradecer muchísimo porque realmente seguir jugando a este nivel se lo debo en gran parte a ellos.
P. ¿Pensaba que podría volver al Athletic?
R. Nunca me fui de aquí pensando en volver. Yo le dije a mi gente que era una etapa cerrada, que no iba a volver, aunque las cosas me fueran muy bien. Era algo nuevo y lo único que pensé al fichar por el Alavés era esta muchos años allí.
P. ¿Qué fue para usted el Deportivo Alavés?
R. Se ha convertido en una parte de mi vida. Soy un alavesista más. El cariño que me dieron desde el minuto uno, la confianza que me dieron, se lo agradeceré toda la vida. Por eso fue tan difícil la decisión de volver al Athletic. Parece que lo dices para quedar bien, pero era una decisión de elegir entre la familia de sangre y la familia adoptiva. Nunca he ocultado mi sentimiento por el Athletic, pero en estos momentos me considero un alavesista más y les desearé siempre lo mejor.
P. ¿Se marchó y fue como volver a sentirse futbolista?
R. Tenía muy asumido que necesitaba ese cambio. Así que, en el momento de tomar la decisión, estaba muy meditada y yo era muy consciente de lo que iba a hacer. Con muchas ganas, mucha ilusión y mucho trabajo detrás.
P. ¿Cambió incluso sus hábitos alimenticios?
R. Querría dejar claro que siempre me he intentado cuidar, que he intentado buscar soluciones a mis problemas, pero cada cuerpo es un mundo. Muchas veces, no consigues dar con la tecla por desconocimiento. He tenido la fortuna de conocer sobre todo a Marcos Llorente, y a partir de él a gente que trabajaba con él, que me han dado mucho. También a un fisio de Pamplona que me presentó Raúl García y que me ha dado mucho. Con el fisio José Vilariño, con el preparador Adolfo Madrid y el nutricionista Endika Montiel, además del médico Antonio Hernández, he ido a mucho mejor.
P. Cambio radical, dicen.
R. Al final es un estilo de vida. Yo no le llamaría ni dieta, ni entrenamiento específico, sino un estilo de vida que para mi cuerpo va muy bien. Sí es un cambio radical, y me hace muy feliz haber tenido la oportunidad de poder trabajar con esa gente. Mucha gente me dice que por qué no lo hice antes, pues porque es ahora cuando he dado con la tecla adecuada.
P. ¿No le dio cierto resquemor dejar un equipo bien clasificado por otro que estaba en la cuerda floja?
R. Sí, porque el día de mi presentación era jugar en Europa con el Alavés y la gente se reía. Ha sido media temporada espectacular. Te da pena, pero a la hora de tomar la decisión lo pones todo encima de la mesa, los factores a valorar y estar en el club de mi vida me ha tirado.
P. ¿Se ha encontrado en el Athletic lo mismo de siempre o ha cambiado algo en este tiempo?
R. He llegado en una dinámica positiva. El equipo es compacto, veo una plantilla de calidad y gente con ganas de trabajar.
P. ¿Y la afición? Dicen que no es lo que era.
R. Para pedir algo hay que dar algo, pero cuando le ganamos al Sevilla no sólo ganamos porque el equipo estaba bien, sino también porque San Mamés estaba bien. Eso me parece vital. Lo he vivido en Mendizorroza. Me parece importantísimo que rememos todos juntos. Los jugadores, individualmente, no agradamos por igual a toda la gente, pero si eres del Athletic tienes que apoyarlos a todos. ¿Por qué? Porque si criticas a un jugador, porque te caiga mal, o no te guste, al final haces daño al equipo y a tu club.
P. Ibai se fue del Athletic en un papel secundario y ahora tiene un rol diferente.
R. Y voy a intentar que sea así. Quiero ser un jugador importante en el equipo, participar cada fin de semana, cada minuto, y demostrar que puedo aportar mucho al colectivo y trabajar para ser cada día mejor.
P. ¿Le debe algo a Abelardo?
R. Es uno de los mejores entrenadores que he tenido en todos los aspectos. Cogió un equipo defenestrado, consiguió darle la vuelta practicando la normalidad, conocimientos tiene de sobra, y sobre todo, destacar la gran persona que es. Les tengo muchísimo que agradecer a él y a su cuerpo técnico. Ojalá en un futuro podamos volver a juntarnos, y ojalá cuando yo sea entrenador pueda transmitir de la forma en que lo hace él.
P. Destaca mucho su normalidad.
R. El fútbol echa en falta mucho la normalidad. En muchas situaciones se ha convertido en una burbuja. Carecemos de gente normal y en eso el Pitu destaca muchísimo. Tiene mucho más valor también por eso.
P. ¿Cree que cuando vaya a Mendizorroza le aplaudirán o le abuchearán?
R. Habrá de todo. No puedes agradar a todo el mundo, y cuando tomas una decisión tal vez no sea del agrado de todos. Sólo puedo decir que me meto a la cama tranquilo por cómo he hecho las cosas y he notado el calor de Mendizorroza y lo sigo notando. Se me haría raro que me silbasen. Creo que además la afición del Alavés tiene en ese sentido unos valores diferentes.
P. Grabó usted un vídeo muy emotivo para despedirse.
R. Una de las prioridades que tenía era salir bien y hablar desde el corazón. Les agradezco todo lo que me han dado y creo que era una manera bonita de poder despedirme.
P. Siempre se acordará de Vitoria porque la hija que tiene con Ingrid, su mujer, tiene un nombre muy vitoriano.
R. Sí señor, porque además de que nos gustaba Aiala, también lo hicimos por eso. Pero de Vitoria me acordaré toda la vida por lo que me ha dado la ciudad y el club.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.