El Sevilla se gripa

“A Messi solo se le para con un francotirador que le lanzara darlos para anestesiarle”, afirmó Pablo Machín, entrenador del Sevilla, cuando afrontaba la obligada pregunta sobre Messi, quien tiene en el club andaluz a su víctima preferida (32 goles en 38 partidos). Pero Messi no viajará a Sevilla. Ni tampoco Busquets. La última vez que el equipo andaluz venció al conjunto catalán fue en 2015 y Messi no jugó en su equipo. El Barcelona acecha al Sevilla en los cuartos de final la Copa y a Machín le preocupa sobre todo las respuestas actuales de su equipo, una máquina de competir hasta antes de Navidad. Pero el Sevilla se ha gripado. De los últimos seis partidos, el Sevilla ha ganado uno, empatado dos y perdido los tres últimos de manera consecutiva. Las dos últimas derrotas ligueras en San Mamés (2-0) y el Santiago Bernabéu (2-0) han despertado las alarmas por la falta de frescura de dos jugadores determinantes: Banega y Sarabia. El centro de campo del conjunto andaluz presenta síntomas de fatiga.

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En la búsqueda de respuestas, los técnicos apuntan a la lógica falta de frescura y chispa de un grupo que, ante el Barcelona, disputará ya 38 encuentros oficiales. Es decir, el Sevilla habrá jugado toda una liga prácticamente a mediados de enero. Han sido 20 partidos de LaLiga, 12 de Liga Europa, cuatro de Copa y la final de la Supercopa de España los choques que el Sevilla lleva disputados. “El cansancio es más mental que físico. Jugadores como Banega o Sarabia prefieren jugar a entrenar”, afirma Antoñito, futbolista del Sevilla entre 2000 y 2005. Hay elementos del equipo de Machín con muchos partidos encima: Banega lleva 33; Sarabia, 32; Roque Mesa; 31; Vázquez, Sergi Gómez y Ben Yedder, 30. El problema se le acumula a Machín porque los jugadores destinados a suplirlos apenas participan. En especial los fichajes de este verano. Por ejemplo, Amadou ha jugado 19 encuentros; Gnagnon, 13 y Aleix Vidal; 16.

En plena cuesta de enero, Machín se ha encontrado además con la lesión muscular de Munir, que no estará ante el Barcelona, y de Gnagnon, también con problemas musculares. Munir, un recambio necesario en la delantera, será baja al menos un mes. Eso sin contar las lesiones de larga duración de Gonalons y Nolito. “No sé cuál es el problema exactamente. Creo que mental no es. Igual tenemos un bajoncillo físico y es comprensible porque nosotros en enero llevamos tantos partidos como una liga completa, Eso se acusa”, afirma Machín. “Veo que el equipo ha perdido efectividad y eso es por falta de chispa. Los futbolistas no son máquinas y nuestra forma de jugar exige rapidez y transiciones rápidas. Tenemos que estar muy finos en el aspecto físico para este juego”, recalca el entrenador del Sevilla, que tenía previsto hacer rotaciones ante el Barcelona y que ahora puede salir con todo con las ausencias de Messi y Busquets. El problema se agudiza por el calendario: el Sevilla disputará nueve encuentros en apenas un mes.

El Sevilla, que suele sacar buenos resultados en su estadio ante el Madrid, sufre, sin embargo, mucho más ante el Barcelona, que solo ha perdido en uno de sus últimos nueve partidos en el Sánchez Pizjuán. Fue una derrota liguera por 2-1 en la temporada 2015-16. El conjunto catalán ganó en cinco ocasiones y empató en tres.