Messi se queda en casa; Boateng viaja a Sevilla
El nuevo fichaje del Barça entra en su primera convocatoria en lugar del 10
El sábado pasado Kevin Prince Boateng (Berlín, 31 años) disputó los 90 minutos del partido que enfrentaba a su equipo, el Sassuolo, con el Inter. Con esa carta de presentación se reivindicó este martes en el Camp Nou y le facilitó la tarea al entrenador, Ernesto Valverde, que asumió que estaba listo para jugar ya con la camiseta azulgrana pese a haber llegado a Barcelona este lunes y haber participado del primer entrenamiento con sus nuevos compañeros este mismo martes. Finalizada la sesión, confirmada la llegada del transfer del jugador, el delantero entró en la lista de convocados y viajará hoy a Sevilla para la ida de los cuartos de final de la Copa. Así, y pese a la ausencia de Dembélé —baja por lesión—, el entrenador dio descanso a Leo Messi, que se quedará en casa por decisión técnica, como lo hará también Busquets.
Aunque no fue ni la primera ni la segunda opción de la dirección deportiva Boateng encaja en lo que buscaba el club: no necesita adaptación a LaLiga, pues conoce la competición y selló una buena temporada en Las Palmas —“Hizo un gran año”, le reconoció el Valverde—, a donde llegó en 2016 para relanzar su carrera deportiva; no le será difícil asimilar el estilo Barça, ya que en España jugó a las órdenes de Quique Setién, defensor de la pelota y el fútbol de posesión; y pese a que se inició como centrocampista —especialmente, mediapunta o interior— ahora juega de delantero centro, posición que el Barcelona necesitaba reforzar: “Un jugador como yo es un plus, soy capaz de asumir distintos papeles en ataque, pero con los años que tengo este papel solo como nueve, es perfecto para mí. Me siento muy bien”, dijo. “El que sea versátil y haya jugado en otras posiciones es algo bueno para él y para nosotros, pero lo traemos para que juegue de nueve y por si tuviéramos un accidente con Luis”, insistió Valverde.
Llegaba pues Boateng a Barcelona para ejercer de nueve, asistir al equipo desde el banquillo y dar descanso a Luis Suárez. Sus aspiraciones estaban, además, en sintonía con lo que esperan de él el club y el entrenador, Ernesto Valverde: “Sé que mi papel no es llegar aquí y jugar de titular. Estoy aquí por mi experiencia y para ayudar”, dijo en su primera conferencia de prensa. Sin embargo, ha entrado en su primera convocatoria en lugar de Messi, que ya fue suplente en el último partido del Barça en LaLiga. Esta vez, en cambio, Valverde no podrá recurrir al 10 como hizo contra el Leganés (3-1), cuando jugó durante la última media hora para resolver el partido. Marcó el 3-1 después de haber propiciado la jugada que dio al Barça el segundo (y polémico) gol del Barcelona, obra de Luis Suárez.
Valverde no se disculpa
La jugada, validada por el árbitro, desató el enfado en las filas del equipo madrileño, que reclamaba falta en ataque del uruguayo, que golpeó a Cuéllar. Para Valverde aquel tanto fue “un gol como un piano de grande”; para el técnico del Leganés, Mauricio Pellegrino, una falta clara: “Hay un contacto en el área pequeña al portero”; pero lo que más molestó al equipo visitante fueron las declaraciones del entrenador azulgrana cuando se refirió a la actitud del guardameta, que fue atendido en el césped durante unos minutos tras el choque “y eso va muy bien para el qué dirán”. “Creo que Valverde se mete en charcos que están de más”, dijo la presidenta del club, Victoria pavón, sorprendida por la actitud del Txingurri. Preguntado al respecto, el técnico respondió: “No tengo que disculparme por decir que es gol. Después de ver las imágenes, veo que hay contacto, pero es un gol absolutamente legal”.
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