Cuentas al límite
El gasto en salarios se dispara en clubes como el Atlético, sin margen debido al control financiero. La entidad rojiblanca ofrece una mejora a Lucas, pero solo a partir del próximo curso
“Lucas sabe el afecto que tenemos por él y sabe el futbolista que es y es normal que un equipo como el Bayern, aparentemente, quiera pagar su cláusula [80 millones]. Es un club muy importante. Luego está la decisión y el trabajo que haga el club con Lucas para que las cosas sigan como están”. La labor del Atlético de Madrid a la que se refiere Diego Pablo Simeone para que la dirigencia rojiblanca pueda evitar la fuga en enero del central francés al Bayern tiene un inconveniente: el techo de gasto en la masa salarial que el control financiero de LaLiga impone a los clubes. Una cifra salida de restar a los ingresos totales —venta de jugadores, premios de las competiciones, publicidad, patrocinios, derechos televisivos, taquillaje, abonados...— los gastos que no tienen que ver con la plantilla deportiva, incluido el cuerpo técnico. El límite salarial de la mayoría de los clubes de Primera y Segunda División supone entre un 60% y un 65% de sus presupuestos. En el caso del Atlético bordea el 70%.
La fórmula arroja que el Atlético tenga para este curso un techo salarial de 293 millones de euros que ya roza, sobre un presupuestos de 403, y que le impide elevar el sueldo de cualquier jugador hasta la próxima temporada. El jueves, Miguel Ángel Gil Marín se reunió en las oficinas del Wanda Metropolitano con Lucas y con el agente del jugador. Desde el club deslizan que ya han hecho todo lo que podían hacer, una contraoferta a la que esperan que el jugador responda mañana como muy tarde. Algunos directivos hablan de sensaciones positivas, pero no se fían. Otros abogan por calificar la actitud de Lucas de chantaje y de frenar la inflación que se ha generado desde la renovación de Griezmann, que percibe 20 millones netos anuales.
En el vestuario del Atlético hay jugadores que ven a Lucas en el Bayern por los ocho millones de euros por temporada que le han puesto encima de la mesa, una cifra que es complicado que el club rojiblanco pueda igualar, aunque sí acercarse relativamente a ella a partir del próximo 30 de junio. “Esta temporada ya no puede haber un euro más para nadie”, aseguran en el Atlético.
El límite salarial impuesto por LaLiga desde 2013 ha sido la herramienta de control financiero que, junto al aumento de los ingresos televisivos, ha permitido a los clubes españoles iniciar un proceso de saneamiento que les ha hecho duplicar en el último lustro las cantidades destinadas a pagar a jugadores y entrenadores. Con todo, ante la pujanza económica de la Premier League y la fórmula de los clubes-estado que representan el Manchester City y el París Saint Germain, no parece suficiente. “El control económico de LaLiga era necesario, lo que sucede es que hay dinámicas que no se pueden controlar y que se dan porque los clubes retienen a determinados jugadores y no te queda para el resto”, apunta Plácido Rodríguez, experto en economía del deporte. El viernes, Ernesto Valverde también puso de manifiesto que al Barcelona el control económico le ha condicionado en su operación para contratar a un central en este mercado de invierno. No podía adquirir un jugador en propiedad. “Tuvimos en cuenta las premisas del club. Tenía que ser cedido. Si hubiéramos tenido 100 millones para un súper crack se habría dado otra situación; se dio así por las circunstancias”, explicó el técnico.
La inflación de la Premier
Según un informe de la UEFA de enero pasado, el Barcelona es el club que más gasta en salarios, seguido del Manchester United y el Real Madrid. Los dos gigantes españoles, el PSG, el Bayern y la Juve son los cinco representantes de un ranking en el que aparecen cinco clubes de la Premier entre los 10 primeros. Según el límite fijado por LaLiga, el Barça tiene un tope salarial de 632,97 millones, por los 566,53 del Madrid y los 293 del Atlético, unos registros que se han disparado en los últimos años.
“Los clubes ingleses han generado esta inflación en los sueldos de los jugadores, pero también hay un factor importante y es que muchos clubes compiten en los campeonatos domésticos y en las competiciones europeas. Aunque domines tu competición, en Europa no puedes bajar el nivel y necesitas plantillas muy completas y esto hay que pagarlo”, analiza Pedro García del Barrio, economista de la Universidad Internacional de Cataluña y miembro de un grupo de investigación sobre las finanzas en el fútbol.
Para el Atlético, armar una plantilla competitiva que le permitiera luchar por LaLiga y aspirar a la final de la Champions en el Metropolitano le llevó al tope de su gasto salarial al renovar a Griezmann. Para que Lucas no deje tocado el proyecto, ahora solo le queda confiar en que el jugador acepte su oferta. Las cuentas del club están al límite.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.