Mucho Betis para un dubitativo Espanyol

Hay poco rivales tan incómodos como el Betis, desafiante en cualquier campo, líder en Cataluña capaz de batir al Girona, al Barcelona y al Espanyol. Está tan encendido el cuadro verdiblanco, como apagado el blanquiazul. Rubi no encuentra la alarma para despertar a sus muchachos. Y eso que lo intenta. Después de comenzar LaLiga en llamas, el Espanyol suma cero puntos de los últimos 15. Todo lo contrario le pasa al Betis, invencible en Europa y España, que alcanzó su sexto triunfo consecutivo, el día que Joaquín jugó su partido 500 en LaLiga. El capitán verdiblanco, a sus 37 años y en su 16ª temporada, ya figura entre los diez que más partidos han disputado en una lista encabezada por Zubizarreta, con 622, y Raúl, con 550.

A Setién lo defienden los resultados, a Rubi no. El preparador de Vilassar de Mar está empecinado en que sus muchachos no dejen de creer en su proyecto, golpeado por una mala racha que no tiene el fin a la vista (la semana que viene el Espanyol visita el Wanda Metropolitano). En cualquier caso, el técnico blanquiazul no deja de tocar el once. Como en el derbi de la semana pasada ante el Barcelona, el entrenador de Cornellà sabía que el balón no funcionaría como brújula ante el Betis. Músculo en la medular para contrarrestar la retórica del cuadro andaluz: Víctor Sánchez por Darder para intentar cortar el juego de Lo Celso, Canales y William Carvalho, a los que se les sumaba Joaquín, por momentos mediapunta, en otros, compañero de ataque de Loren.

El Espanyol, sin embargo, no podía con el Betis. Aunque con calcada presión en la salida, el balón era de los verdiblancos. Dominio en el campo, premio con un penalti después de que Rosales atropellara a Junior en el área. Lo Celso falló frente a un intuitivo Diego López, igual de acertado para frenar el disparo de Loren que se había quedado con el rebote. El error de Lo Celso no achicó al Betis, firme en su guion. Pero el golpe de motivación blanquiazul no estaba en las manos de Diego López sino en las botas de Sergio García. David López rompió líneas con un pase para Baptistao, que antes de que el balón se perdiera por la línea de fondo, sacó un centro preciso para que el pillo Sergio García se anticipara a Bartra. El primer disparo a portería del Espanyol fue suficiente para superar a Pau López, insultado por parte de la afición, que no olvida que se fue a escondidas de Cornellà.

Los nervios de Pau

Los nervios de Pau contagiaron a la defensa del Betis, que comenzó a dudar en la salida. Lo interpretó el Espanyol que se plantó en el campo de los andaluces. Una superioridad blanquiazul que duró lo que tardó el conjunto andaluz en recuperarse del shock. Entonces, arriesgó el Espanyol. No lo perdonó el Betis. Canales pilló mal posicionado a la zaga blanquiazul, que le ganó la galopada por el ala izquierda a Marc Roca para dejar solo a Lo Celso. Zurdazo potente para dejar el duelo empatado.

Gol de Lo Celso, combustible para un duelo que nunca perdió el atractivo, impulsado por dos equipos que no especularon con un marcador que no se antojaba infeliz para el Betis ni para el Espanyol. Pero el cuadro verdiblanco tenía una marcha más. Lo que no pudo resolver el banquillo blanquiazul, lo hizo el verdiblanco. Celebró el Betis, sobre todo Joaquín. Era su día. El capitán le tiró un caño precioso a Víctor Sánchez, que le contestó con una falta en la medialuna. Si la sotana de Joaquín fue espectacular, mejor fue la falta directa de Tello, la tercera que recibe Diego López tras las dos que le coló Messi en el derbi. Y Lo Celso se encargó de borrar cualquier ilusión del Espanyol. Una gran jugada del argentino terminó con el gol en propia puerta de Óscar Duarte, que dejó en la lona al cuadro blanquiazul. Se encendió el Betis, ante un apagado Espanyol.