El Barcelona de balonmano se queda sin Gonzalo Pérez de Vargas

Dejó los palos atrás para tratar de taponar la llegada de Esteban Salinas, jugador del Bidasoa Irún. Pero Gonzalo Pérez de Vargas (Toledo; 34 años) pisó mal y, al poner el pie en el suelo, la rodilla izquierda le hizo un chasquido del que ya no se recuperó, tumbado en el parquet con evidentes signos de dolor, al punto de que no se pudo reincorporar y fue sacado por sus compañeros (Mem, Frade y Nguessan) hacia los vestuarios. Fue el adiós del portero al partido y, probablemente, al Barcelona, toda vez que acaba contrato como azulgrana y ya ha firmado para el próximo curso con el poderoso THW Kiel alemán. “Ha sufrido una lesión ligamentosa en la rodilla izquierda. Se someterá este lunes a pruebas médicas para conocer el alcance exacto de la lesión”, rezó el primer comunicado médico. Mala señal.

Examinado por los servicios médicos del club y por el galeno del equipo, el doctor Gutiérrez, todo apunta a que padece una rotura de ligamentos y que será el adiós a un portero que se ha ganado el cariño y el respeto de los aficionados y el vestuario, once temporadas de azulgrana bajo los palos azulgranas. Un sucesor digno a Lorenzo Rico y David Barrufet. Llegó en 2007, fichado por Xavi Pascual, y se marchará ahora hacia la Bundesliga, donde compartirá portería con el alemán Andreas Wolff, uno de los grandes guardametas del torneo y del planeta.

El contratiempo de su adiós prematuro, en cualquier caso, es morrocotudo para el Barcelona, que ya tiene en la rebotica a Jaime Gallego —lesión de larga duración—, Juan Palomino, Petar Cikusa y Pol Valera. Si bien no tiene apuros en la Liga —tras la victoria al Bidasoa (32-20) suma todo triunfos y lleva nueve puntos de ventaja sobre al segundo clasificado, el Torrelavega—, en Europa queda mucha tela por cortar porque restan tres partidos de la fase de la Champions y, a pesar de que el Barça es el líder del grupo, aún no tiene aseguradas las dos primeras plazas. En la portería azulgrana, sin embargo, hay garantías con el danés Emil Nielsen, el considerado mejor portero del planeta tras el pasado Mundial, que frente al Bidasoa tenía el día libre por receta técnica. Y desde el filial levanta la mano el joven Filip Saric, hijo del que ya fuera un gran portero en el Palau, Danijel Saric.

Se avecinan, en cualquier caso, tiempos de cambio en la portería azulgrana. Gonzalo se marchará a Alemania y Nielsen lo hará en 2026 al Veszprem húngaro. Aunque desde los despachos del Palau ataron también los recambios, ya que este verano se incorporará Viktor Hallgrimsson (Islandia; 24 años), que deslumbra en la selección y en Orlen Wisla Plock polaco; y en el siguiente curso lo hará Sergey Hernández, que dio sus primeros pasos en la Asobal (Helvetia Anaitasuna y Logroño), para curtirse en el Benfica y brillar ahora en el Magdeburgo. Pero la marcha de Gonzalo Pérez de Vargas es un adiós sentido a un portero que se ganó al Palau.