El Betis no concluye su obra ante el Milan
Los de Setién obtienen un buen empate ante el equipo italiano, al que bailó en la primera mitad para luego bajar el nivel y ceder la igualada en un lanzamiento de falta de Suso
El Betis no pudo concluir su obra ante el Milan, al que bailó en la primera mitad, dibujando un fútbol excelente, cosecha propia del estilo de Quique Setién. No fue tan fácil la segunda parte, cuando el conjunto italiano estiró sus líneas y provocó el desorden del Betis. Llegó el empate en un lanzamiento de falta de Suso que se coló en la meta de Pau y el equipo andaluz pasó por algunos momentos de zozobra, coincidiendo con el agotamiento de Joaquín. La entrada de Guardado en el tramo final revitalizó el fútbol de los verdiblancos, que estuvieron a punto de ganar el partido en una internada de Tello. El extremo recibió un gran pase de Lo Celso, pero Reina hizo un paradón para que el encuentro finalizara en empate.
El punto sirve, y mucho, a los intereses del Betis, que juega la última jornada en el campo del colista, el Dudelange. De paso, tranquiliza algo los ánimos de una parroquia algo inquieta por los malos resultados en Liga. El camino a seguir fue el de la primera mitad, con un Betis entusiasta y vitalista, con toque y vertical, una auténtica delicia para su aficionado y toda una pesadilla para un grande de Europa como el Milan.
El Betis ha encontrado en Europa el escenario ideal para su fútbol. Atascado en la exigente Liga española, donde la gran capacidad táctica de los equipos y el potencial de sus técnicos lo ponen en dificultades, el grupo de Setién disfruta en la Liga Europa, donde desarrolla el fútbol que su entrenador tiene en la mente. Hacerlo, además, ante un rival como el Milan y en el ambiente que se vivió en el Benito Villamarín invita a creer en el trabajo de Setién y sus futbolistas. El Betis, asentado en el talento de dos jugadores geniales cuando tienen su día, Canales y Lo Celso, encontró en las pinceladas de Joaquín y la verticalidad de Tello y Junior las mejores armas para pasar por encima de uno de los equipos más laureados del continente en un excelente primer tiempo.
El primer gol bético, sin duda, resume de manera perfecta el fútbol que Setién inculca a sus jugadores. El ideario del entrenador se plasmó de manera evidente en la combinación entre Canales y Carvalho, y el pase adelantado del portugués a Joaquín. El portuense, vital entre líneas, dibujó un pase a lo Laudrup a Junior. No hubo un centro al área al uso. Sí un sutil toque templado atrás para que Lo Celso entrara en el área para marcar de empalme. Un auténtico golazo. La jugada tuvo continuación 15 minutos después. El equipo bético dio una lección de cómo sacar el balón desde su portero. Sólo faltó que Sanabria la empujara casi bajo palos.
El Milan fue incapaz de llegar con peligro al área del Betis. Quizás tocado por las bajas, pero también empequeñecido por el planteamiento de Gattuso, con tres centrales y ningún futbolista con cierto talento en el centro del campo. Pero Gattuso reaccionó. Ordenó que sus futbolistas apretaran la salida del balón del Betis y sus futbolistas, por arte de magia, empezaron a emplearse con más energía.
El futbolista que protagonizó la mejoría de su equipo fue Suso. El andaluz festejó la nueva llamada de Luis Enrique a la selección nacional con un importante repertorio de centros, disparos y faltas a pie cambiado. En el minuto 62, Suso envió una falta venenosa al área del Betis que se coló en la portería de Pau, fantástico antes en un disparo desde fuera del área del propio Suso. Con Joaquín fundido, Setién dio entrada a Guardado, que le cambió la cara al partido. Emergió de nuevo un buen Betis, que tuvo opciones para ganar el partido. Lo impidió Reina con dos grandes paradas.
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