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Khachanov frena a Djokovic y reclama un sitio

El ruso, de 22 años, inflige al número uno la primera derrota en 87 días (7-5 y 6-4, en 1h 37m) y logra en París-Bercy el trofeo más importante de su carrera. Con un porvenir prometedor, ya es 11º en el ranking

Alejandro Ciriza
Khachanov celebra su victoria en París-Bercy.
Khachanov celebra su victoria en París-Bercy.IAN LANGSDON (EFE)

Aunque Novak Djokovic sea un magnífico jugador de póquer, en lo que a gestos y señales se refiere dentro de la pista, este domingo su rostro le delataba. Durante la 1h 37 minutos que duró la final frente a Karen Khachanov, su cara decía constantemente que no tenía cartas y no veía la jugada. Y es que Nole se topó enfrente con el ruso que desde hace algún tiempo emite señales y ahora, ganando poso día tras día, ya reclama un hueco entre lo más granado del circuito. Con su imponente 1,98 y una derecha de acero, el moscovita (22 años) desarmó al serbio y conquistó el trofeo de París-Bercy, el cuarto de una carrera que de continuar en la misma línea apunta a ser importante.

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“Es un jugador muy joven que está creciendo y encontrando su lugar, y ahora ya está ahí arriba. Ha mostrado una gran calidad y ha vuelto a confirmar que le veremos muchas veces levantando títulos en el futuro”, auguró Djokovic, que acusó el sobreesfuerzo de la noche anterior para deshacerse de Roger Federer. “Estoy feliz, porque Novak es fantástico y una gran inspiración para muchos jóvenes. Es increíble poder cerrar la temporada con mi primer Masters 1000. Voy a tratar de aprender a competir contra este tipo de jugadores como él”, valoró el campeón, el tercer tenista que se ha estrenado este año como ganador de 1000, junto a estadounidense John Isner y el argentino Juan Martín del Potro.

Desde hace tiempo, Khachanov viene dando avisos. En los dos últimos años ha dejado pistas significativas y este año no estuvo demasiado lejos de batir a Rafael Nadal en Nueva York. Ahora, en la pista dura de Bercy, cerró el círculo que trazó desde comienzos de semana, apeando de forma sucesiva a tenistas de alto calibre como Isner, Alexander Zverev, Dominic Thiem y en la final (7-5 y 6-4) al mismísimo Djokovic, que encadenaba 22 victorias consecutivas y 87 días sin conocer la derrota, arrebatándole el número uno a Nadal. La última vez que había cedido un partido fue en Montreal, el pasado 9 de agosto frente al emergente Stefanos Tsitsipas.

Ahora, el que le trastabilló fue otro joven que le birló tres veces el servicio y supo mantener las distancias con un drive implacable y el poder del saque. De esta forma, Khachanov logró la victoria más lustrosa de su corta carrera –antes, recompensas en Moscú, Marsella y Chengdu– y asciende al undécimo puesto del ranking, pidiendo a voces un espacio entre los más fuertes. Su presente y su porvenir van adquiriendo brillo, mientras que Djokovic se llevó un jarro de agua fría porque era el gran favorito. No dio con la forma de parar a su rival y se quedó sin otro Masters 1000, con el que hubiera igualado los 33 de Nadal, pero como contrapartida aterrizará en la Copa de Maestros de Londres (del 11 al 18 de noviembre) con una renta de 565 puntos sobre el mallorquín y el 1 a la espalda.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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