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Marc Márquez: “El contacto siempre existirá en el motociclismo, yo no me quejo”

Más maduro, curtida su piel en caídas y rifirrafes, el líder del Mundial está en MotoGP para ganar con su estilo y un discurso propio. Lo explica en esta entrevista

Nadia Tronchoni
Marc Márquez, durante la entrevista en el circuito de Buriram.
Marc Márquez, durante la entrevista en el circuito de Buriram.Repsol Media

Más maduro, curtida su piel en los viajes, las caídas, los rifirrafes, Marc Márquez (Cervera, Lleida; 25 años) está en MotoGP para ganar. Con su estilo, duro en la pista. Con un discurso propio, severo cuando toca defender sus formas. Lo suaviza con una risa descarada, faltona a veces. Disfruta buscando los límites, también los ajenos. Y así es como piensa ganar su séptimo título mundial. Antes deberá prepararse el terreno este domingo en Tailandia (a las 9.00, en Movistar MotoGP), en una pista nueva que ya ha conquistado con una pole. Quien no estará será Jorge Lorenzo, que no quiere asumir riesgos tras la caída del viernes.

Pregunta. ¿Cómo se gestiona una temporada que parece ganada desde hace meses?

Respuesta. Con la experiencia del 2014. Aquel año también parecía que estaba ganada. Pero hice dos ceros seguidos, en Misano y en Aragón. Luego gané, pero hice otro cero en Australia. Hay que ser consciente de que no está nada ganado hasta el final, que luego tienes una caída en el primer libre y... Como le ha pasado a Jorge Martín [líder de Moto3]. El riesgo siempre está. Pero tampoco hay que dejarse llevar. Y mira que es fácil decir: ahora nos relajamos. Pero lo que hay que hacer es seguir con la misma mentalidad, la de salir a ganar cada carrera.

P. Hoy controla mejor los tempos, es más regular. ¿Cuesta conformarse con un podio?

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R. Cuesta. La gente piensa que cuando acabo segundo o tercero es porque no arriesgo. Pero entre la carrera del último domingo en Aragón y aquella en la que quedé tercero en Misano, arriesgo lo mismo. No es que un día me conforme y el otro, no. Fuerzo, pero hasta un punto. Es el punto en el que aprieto para poder mantener la concentración; porque si no, ya no piloto igual. Por eso, una de las maneras de mantenerte es arriesgar. Aunque pasar ese punto es muy fácil. En Aragón, por ejemplo, me caí el domingo por la mañana. Me caí porque iba al límite, como este sábado, porque siempre empujo, porque un fin de semana como este que podría afrontarlo pensando en hacer un podio, lo afronto con esa misma mentalidad de ganar.

P. ¿Y cómo encuentra ese punto del que habla?

R. Eso es lo que más cuesta. Y tiene que ver con tus sensaciones con la moto. El punto lo tienes cuando te sientes bien con tu moto, porque ya la conoces, porque apenas la has cambiado a lo largo de la temporada. Ha habido carreras en las que hemos pensado cambios para mejorar, pero lo he frenado. Muchas veces prefiero llevar algo que conozco, porque sé cómo reaccionará la moto cuando apriete el freno a tope. La única carrera en la que cambiamos la moto de forma radical este año fue la de Mugello. Y me caí de una manera que todavía no he conseguido entender.

P. El año pasado se cayó mucho y estaba decidido a reducir el número de caídas. Lleva 17, el que más en MotoGP.

R. Está claro que no puedes pasar de caer 27 veces, como el año pasado, a caer cero, que no lo haré nunca. Intento reducir las caídas. Tener ventaja en el campeonato, tener un colchón de puntos cómodo, te permite llevar tu estrategia en los entrenamientos. Aunque mi estilo es el que es y tiro igual que antes. Me caigo. Y salvo muchas caídas, que es casi como caerse. Así que en este punto no he mejorado demasiado.

Aprieto para poder mantener la concentración; porque si no, ya no piloto igual. Una de las maneras de mantenerte es arriesgar

P. ¿En ese intento por caer menos cambió la moto?

R. Sí. En pretemporada di muchas vueltas para mejorar la constancia y cambiamos las geometrías de la moto para intentar ir igual de rápido, pero con más estabilidad. Al final, el carácter de la moto es uno. Se ve en el número de caídas que llevan las Honda, en mis registros o los de Crutchlow [16 caídas]. Aun así, he ganado consistencia en carrera. Aunque para poder hacer una moto más estable he perdido explosividad a una vuelta. Ahora me cuesta más hacer poles y vueltas rápidas con gomas nuevas. Pero el cambio compensa. El sábado no da puntos. Y donde el piloto marca la diferencia es en las carreras.

P. Tanto Honda como Ducati tienen un muy buen rendimiento, pero da la sensación de que está sufriendo más.

R. Es verdad. Sufro porque ellos han mejorado mucho desde que introdujeron el carenado nuevo. Salvo por la carrera en Aragón, las últimas pruebas han estado dominadas por dos Ducati y yo me he enganchado a ellas como he podido. El resto de motos se quedaron a cinco o seis segundos, que es un mundo. Pero es bueno que esto pase: es la manera de hacer ver a Honda que el año que viene tenemos que mejorar; no podemos empezar el próximo curso así porque con 19 carreras por delante es muy probable que nos ganen ellos.

En 2015 lo pasé mal. ¡Era un niño! Lo pasé mal por lo que decía la gente, lo que se escribía… Me sirvió para aprender a pasar un poco de todo

P. La temporada empezó con una carrera accidentada en Argentina y duras críticas de Rossi. ¿Le afectan estas cosas?

R. Me afectan cero. Lo que pasó en 2015 sí me afectó, era la primera vez que me veía en una situación así. Pero ahora ya no. Lo que pasó en Argentina fue un error mío y fui penalizado por ello; acabé la carrera con cero puntos. Pero tuve la mala suerte de que ese error lo cometí con Valentino, o contra él. Pasó lo que pasó. Punto. En Misano también me afectó cero lo que ocurrió el jueves [Rossi se negó a hacer las paces en público]; fui el mismo Marc todo el fin de semana. Estas cosas ya no me afectan porque he aprendido que en el paddock nadie es imprescindible y nadie depende de ningún otro piloto para nada.

P. ¿Lo pasó mal en 2015?

R. Claro que lo pasé mal. Porque ahora soy joven, ¡pero entonces era un niño! Tampoco le di muchas vueltas porque tenía la conciencia tranquila, pero lo pasé mal al pensar en todo lo que decía la gente, lo que se escribía… Me sirvió para aprender a pasar un poco de todo. Me quedo con lo que me interesa y cuando no, voy a la mía. Mi yaya, que en paz descanse, ya me lo decía: déjalo, que entre por un oído y salga por el otro.

P. Hace poco tuvo otro encontronazo, con Lorenzo.

R. Con lo que pasó en Aragón me quedé hasta sorprendido por la reacción de Jorge. Era la primera curva de una carrera, ¿qué quería? Unos entran más rápido, otros se van más largo. Yo pasé a dos metros de él. No tuve ninguna duda en llamarle, porque una cosa no quita la otra. Me interesé por su estado y compartimos nuestros puntos de vista.

No se analiza igual una acción con unos pilotos que con otros. A veces, me gustaría que corriéramos con motos negras para que fuéramos todos objetivos, incluido yo

P. ¿Se siente señalado cuando se debate sobre la agresividad en MotoGP?

R. No, porque yo no me quejo. No me quejé en la República Checa, cuando me tocó Jorge, ni en Austria, cuando me volvió a tocar. En la misma carrera de Aragón, Dovizioso me toca, yo me voy largo… Estamos rodando a una décima de segundo. Es normal que pasen cosas así. Un día me golpearán a mí fuerte y me caeré, ya me pasó en aquella misma primera curva de Alcañiz en 2010. Son cosas que pasan. Un día das y otro te dan a ti. El contacto, aunque sea mínimo, siempre existirá en el motociclismo.

P. ¿Hay dos formas de entender la competición en el paddock?

R. Sí, claro. Hay muchos puntos de vista. Y si uno piensa que el motociclismo es un deporte de contacto, la siguiente pregunta es dónde está el límite. Pero eso lo tiene que decidir un árbitro, porque cada momento es distinto. Luego, no se analiza igual una acción cuando pasa con unos pilotos y cuando ocurre con otros. Pero eso es imposible cambiarlo. A veces me gustaría que corriéramos con motos negras para que fuéramos todos objetivos, también yo cuando valoro una acción. Porque en toda valoración existe un sentimiento detrás y depende quién tira más para un lado que para otro. Eso pasa aquí y en todas partes.

Marc Márquez, en Buriram.
Marc Márquez, en Buriram.

P. ¿Cómo será compartir box con Lorenzo el año próximo?

R. No lo sé. Yo fui el primero que no puso ninguna pega para que viniese, porque entiendo que el equipo Repsol Honda tiene que tener dos pilotos para ganar el Mundial, para que si no gana uno, pueda ganar el otro. Así, cada año. Además, con otro piloto fuerte en el equipo tienes más opiniones sobre la moto para desarrollarla. Por otro lado, en MotoGP, aunque estemos en el mismo equipo, estaremos unidos por los colores y por la moto. Poco más. Aquí dentro hay dos equipos distintos y cada uno va a la suya.

P. ¿Ha recuperado el pelo que perdió por el estrés del año pasado?

R. Sí, en invierno ya empezó a crecer el pelo. Este año he estado más tranquilo.

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Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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