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Hamilton empequeñece a Vettel

Exhibición del británico en Sochi, donde logra su octavo triunfo tras zamparse al alemán en un adelantamiento brutal

Oriol Puigdemont
Bottas, derecha, y Hamilton, durante la carrera.
Bottas, derecha, y Hamilton, durante la carrera.ANDREJ ISAKOVIC (AFP)

La dimensión que está adquiriendo esta temporada Lewis Hamilton comienza a ser algo serio. Los hay que empiezan a verle cosas de su ídolo, Ayrton Senna. El duelo cerrado entre él y Sebastian Vettel, subido el alemán al mejor Ferrari de los últimos tiempos, ha exigido que asomara la mejor versión del corredor de Tewin, que aceptó el desafío encantado después de muchos años sin más rival que sus propios errores. En esa tesitura, el actual campeón está demostrando que en la Fórmula 1 de hoy en día no hay otro tan completo como él. Vettel parece haber empequeñecido respecto de aquel fenómeno que arrasó subido a un Red Bull; Kimi Raikkonen tiene destellos pero no consistencia; Valtteri Bottas es regular pero tarda un mundo en adelantar; a Max Verstappen le sobra el talento pero le falta cordura, y Fernando Alonso lleva demasiado tiempo sin poder demostrar lo bueno que es. Ante ese panorama, la quinta corona dada la inercia que lleva el de Mercedes puede ser cuestión de un mes.

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En Sochi (Rusia), Hamilton se adjudicó su octava victoria de la temporada, la tercera consecutiva y la quinta de las últimas seis pruebas, y aumentó su cojín de puntos al frente de la estadística hasta los 50 puntos, dos grandes premios sobre el de Heppenheim, desorientado y fuera de foco desde hace ya demasiadas carreras. El británico arrancó el tercero y cruzó la meta al frente del pelotón gracias a una maniobra de genio que le permitió recuperar la posición que acababa de perder en la parada en los garajes. Corría la vuelta 14 cuando Ferrari llamó a su primer piloto, que superó en los talleres a su principal oponente y se reincorporó a la pista el segundo. Después de preguntar qué acababa de pasar, Hamilton acercó el morro de su monoplaza a la caja de cambios del de Vettel y le pasó como un torpedo, por el exterior de una curva a la izquierda y clavando el coche en la siguiente, a la derecha. Tan relativamente fácil de contar y tan difícil de hacer.

Una vez se reposicionó el segundo, Mercedes le pidió a Bottas que se dejara adelantar (vuelta 25) argumentando que las gomas traseras de su compañero de equipo corrían riesgo de hacerle una mala pasada. Una estrategia tan legal como discutible desde el punto de vista deportivo y ético. El finlandés terminó el segundo mientras que Vettel completó un podio del que se quedaron fuera Raikkonen (cuarto) yVerstappen (quinto). Al margen de la gresca por el podio, el holandés volvió a protagonizar una de esas remontadas casi delirantes –arrancó el último– que le convirtieron, como no podía ser de otra forma, en el hombre del día según la votación popular que promueve el campeonato. Alonso concluyó el 14º y Carlos Sainz lo hizo el 17º.

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