La revolución silenciosa del Espanyol
A partir de la contratación de Rubi, el conjunto blanquiazul cambia de piel, tan austero como optimista, y es cuarto en LaLiga
Cuando Chen Yansheng se convirtió en 2015 en el máximo accionista del Espanyol, en el club sopló un aire de optimismo. Sustentado en renovar a una Junta que ya tenía el discurso agotado, pero, reforzado, sobre todo, en el dinero. El Espanyol, por fin, dejaría de ser pobre. “No queremos convertimos en nuevos ricos”, advertía, entonces, el director general del club, Ramon Robert. Sucedió exactamente lo contrario. Sin un director deportivo con aplomo, el club quedó a merced del carisma de Quique Sánchez Flores. Cerca de 20 millones de euros en fichajes, la mayoría afines al técnico madrileño. Todo justificado en el pesado currículo de Sánchez Flores. En la Ciudad Deportiva Dani Jarque sobrevolaba la sensación de que el entrenador estaba de paso por el club. Y, de repente, sucedió lo impensado. El gobierno chino puso límites a las inversiones en los clubes extranjeros. De nuevo rico a de nuevo pobre. Con una ventaja: Óscar Perarnau ya estaba de nuevo al mando como mánager general del fútbol blanquiazul.
El ojo de Óscar. “Hay pocas personas en el fútbol español que puedan moverse tan bien con tan pocos recursos como Perarnau. Es un tipo que trabaja mucho, pero lo hace de una forma discreta. Habla con el director deportivo, con el técnico, con los capitanes, con los del fútbol base y nadie se da cuenta. Su trabajo es silencioso, pero efectivo”, cuentan desde la Ciudad Deportiva. En junio Perarnau se encontró sin entrenador, sin director deportivo y con el jugador más importante del equipo, Gerard Moreno, que pedía a gritos que lo dejaran macharse al Villarreal. Tres decisiones que marcarían el rumbo de la entidad blanquiazul en la campaña 2018-2019. Fichó a Borja Iglesias para reemplazar a Moreno, a Rufete como director deportivo y, probablemente la más trascendental, a Rubi para el banquillo de Cornellà. Hoy el equipo es cuarto en LaLiga.
El rol de Rubi.En la primera conversación de Rubi con la plantilla, el técnico llevó a sus muchachos a la sala de vídeo. Imágenes cortas de lo que quería y varias pizarras. “Todo lo que nos explicó el primer día, lo empezamos a hacer en la pretemporada. Y todo ese trabajo se está demostrando en LaLiga”, opina David López. “No es cuánto trabaja sino cómo trabaja. Los jugadores tienen claro lo que tienen que hacer en el campo”, interviene N’Kono, preparador de porteros. “Cuida mucho todos los detalles, es un entrenador completo”, suma Perarnau. Y remata Víctor Sánchez: “Es verdad que se trabaja mucho el ataque, la defensa y el balón parado… Pero creo que lo más destacable de Rubi es que es un hombre de club. Nunca va a poner sus intereses por encima del equipo. Y eso el jugador lo sabe y lo valora”.
Regreso de los olvidados. “Por suerte mi situación ha cambiado. Estoy haciendo todo lo que me pide el grupo”, apunta Marc Roca, el canterano que pasó de ser una de las máximas apuestas de Sánchez Flores al ostracismo total. Como el joven Roca, los experimentados Sergio García (35 años), Granero (31) y Javi López (32), sumados a Darder y Hermoso, ya no tienen dudas: cuentan con el respaldo del técnico. Un mal partido con Flores era sinónimo de grada al siguiente. “El equipo ha entendido perfecto el mensaje de Rubi”, sostiene el capitán Javi López, antes olvidado. “Al final, lo que el jugador necesita es confianza. Hoy todos están enganchados. Se ha formado un grupo bueno y competitivo, juegan los que están mejor. Y cualquier puede ganarse un lugar en el once”, señala Víctor Sánchez.
Apuesta atractiva. El Espanyol pasó de mirar a su portería a posar el ojo en la del rival. “Más que un equipo humilde, creo que somos un equipo optimista. El míster siempre nos dice que le podemos ganar a cualquiera y ese mensaje termina calando en la plantilla”, asegura Javi López. “Queremos que nuestra afición disfrute con nosotros. Pienso que está enganchada a lo que hacemos, al modelo de juego”, suma Marc Roca. Y David López apunta al Bernabéu, el próximo sábado: “Es el momento ideal para jugar con el Madrid. Llegamos con confianza y buen juego. Además, ¿qué tenemos para perder?”. El Espanyol suma puntos, también autoestima, buena sintonía antes de visitar Chamartín.
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