El Getafe le da un repaso al Sevilla

El Getafe le dio una lección al Sevilla de cómo se compite en Primera. Fuerte en defensa, intenso en cada disputa y con veneno arriba. Un equipo correoso ante un Sevilla perdido y blando, en pleno periodo de construcción, plagado de dudas y con una defensa que dio miedo por su debilidad. El primer tiempo del Getafe fue de sobresaliente. Prácticamente ahí decidió el choque. El Sevilla fue un flan, que se fue derrumbando con el paso de los minutos. Nunca hubo orden ni continuidad en el intento de acortar distancias, pues los de Machín estuvieron por debajo del marcador desde el minuto tres. Solo hubo algo de esperanza en los primeros minutos de la segunda mitad, con la entrada de Vázquez y Ben Yedder. El VAR se encargó de invalidar un gol de este último, en fuera de juego por un suspiro. Perdido después ante tanta interrupción, bloqueado por el buen partido del Getafe, el Sevilla acabó tirando la toalla. Su encuentro, en líneas generales, fue muy flojo, con Machín tomando decisiones erróneas y los fichajes del verano sin dar rendimiento. El Getafe cuajó un choque soberbio, en especial en la primera mitad. Le sobró algo de agresividad, pero nada puede afear su justo triunfo. En el Sevilla, la preocupación es máxima ante la imagen de impotencia ofrecida. Sobre todo con el Pizjuán semivacío en un descuento de nueve minutos y la grada muy enfadada.

No existe posibilidad de crecimiento sin orden defensivo. No se consigue este orden con un grupo de jugadores muy blandos, sin agresividad, con una zaga llena de nuevos jugadores y sin la presencia de un mediocentro defensivo. Además, tampoco el Sevilla dispone de un impresionante arsenal en ataque. En ese caldo de cultivo se movió a la perfección el Getafe en un primer tiempo modélico. Quizás le sobró alguna que otra brusquedad, como la entrada que mereció la tarjeta roja de Djené a Roque Mesa en el minuto 19. Todo lo demás lo hizo de cine el Getafe. Su posición en el campo, sus movimientos trabajados, las entradas desde atrás de Jorge Molina y los goles de Ángel. A los tres minutos, Molina le cogía la espalda a Roque Mesa y los tres centrales del Sevilla fueron fulminados por la rapidez de ejecución de Ángel. Un golazo que le puso el partido cuesta arriba a un Sevilla demasiado premioso, incapaz de superar el entramado defensivo de este práctico y fuerte Getafe. Los de Machín jamás encontraron soluciones, ni por las bandas ni por el centro, puesto que sus jugadores eran fulminados por las rápidas acciones defensivas de los jugadores del Getafe, todo un ejemplo de orden y contundencia.

Virtudes del Getafe y debilidades de un Sevilla al que en el colmo de su impotencia también le falló la mala suerte. Sergi Gómez habilitó a Ángel, que hizo el tercero. Incluso Portillo pudo hacer el tercero mientras el Sevilla se descomponía. El mejor reflejo de su mala actuación fue sin duda el gol casi a puerta vacía que falló Nolito, a años luz de su mejor versión. Superado de cabo a rabo por un gran Getafe, el Sevilla necesitaba un milagro en la segunda parte para darle la vuelta a un partido perdido.

El Sevilla salió con más bríos. Un aire de remontada, o al menos de intentarlo, estuvo a punto de levantarse en Nervión. Justo hasta que el VAR invalidó un gol de Ben Yedder en el minuto 50. Una jugada complicadísima, donde Ben Yedder pareció en fuera de juego por apenas unos centímetros. El parón mientras se analizaba la jugada acabó con el Sevilla, que volvió a sumirse en el despropósito, con las ideas perdidas, superado de nuevo ante un Getafe más conservador, pero dominador del juego ante la increíble ansiedad de un rival muy lejos de su mejor versión. Un Sevilla aparentemente empobrecido en el segundo año después de Monchi, demasiado débil en su sistema defensivo y muy mermado por las bajas de Mercado, Escudero y Gonalons. A Machín y sus hombres les espera una dura semana.