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Otras dos medallas para el piragüismo español

Craviotto y Toro, plata en el K2-200, y Cubelos, Roza, Millán y Peña, bronce en el K4-1000, amplían el casillero de metales (3) en los Mundiales de piragüismo

Eleonora Giovio
Craviotto y Toro, durante una prueba en el Mundial celebrado en  Montemor-O-Velho.
Craviotto y Toro, durante una prueba en el Mundial celebrado en Montemor-O-Velho. PAULO NOVAIS (EFE)

“¡Alegra esa cara, Toro!”, gritaban desde la zona del podio. “No estoy triste, estoy cansado”, contestó el español, después de conseguir la plata en el K2-200 junto a Saúl Craviotto. Era entonces la segunda medalla de la delegación en el Mundial de Piragüismo. Media hora después llegó la tercera, el bronce de Cubelos, Roza, Millán y Peña, en el K4-1000. Fue un día de remontadas para España en Montemor-O-Velho. El K2, después de una mala salida, se dejó el alma hasta llegar a la medalla de plata (32,13s por detrás de los húngaros, 31,8s, y por delante de los serbios, 32,15s). El K4 pasó quinto los 250, 500 y 750 metros y se metió en el podio con un sprint en los últimos 250 con 2m 59s 34c. El oro, cómo no, fue cosa de los alemanes (2m 57s 94c) y la plata, del barco eslovaco (2m 58,91s).

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Craviotto-Toro, la pareja de oro del piragüismo español, había ganado todas las pruebas desde los Juegos de Río. Empezaron a palear juntos un par de meses antes de la cita olímpica de Brasil. Se colgaron el oro en Lagoa, hace dos años, tras una exhibición en la que dominaron de principio a fin. Se lo volvieron a colgar en junio en el Europeo de Belgrado. Este sábado han cosechado una plata en la pista de Montemor-O-Velho, bajo un sol que empieza a pegar fuerte. Tirado en la banqueta cerca del podio acabó Toro, intentando recuperar aliento y energías para las series de la tarde (que finalmente ganaron) del K4-500. Ese el objetivo prioritario para ellos, el que llevan preparando tres meses. El K2-200 no será olímpico en Río. Sí el K4-500. La victoria en su serie les clasifica directamente para la final de este domingo.

"Tengo los brazos como piedras. Tengo que ir ya a soltar para recuperar e hidratarnos bien", cuenta Craviotto al salir del agua. Soltar es subir a la piragua y dar unas paladas para que el cuerpo recupere. "Estamos felices, es una plata. Y seguimos demostrando que no pueden sacarnos de las medallas. Aquí el objetivo es el K4-500", explica Toro."Sabíamos que los húngaros salían muy rápidos, lo vimos en la eliminatoria, la nuestra no ha sido nuestra mejor salida, pero hemos hecho una buena carrera", añade Craviotto.

Desde la grada vip les reclaman saludos, fotos y abrazos. Desde que llegaron a Portugal, intentan guardar energías como sea para la prueba reina del domingo, el K4-500. "Rácanos, han estado rácanos esta tarde en la serie. Siempre quieren ahorrar energías demás", contaba el jueves, en el hotel de concentración, su técnico, Miguel García. El Mundial llega, además, a final de temporada, con las fuerzas muy justas. Agosto es para el piragüismo lo que es finales de mayo para el fútbol.

Los que sí ya tenían cara y sonrisa de vacaciones eran los chicos del K4-1000, que consiguieron la tercera medalla para España en este Mundial (ya son las mismas que el año pasado a falta un día de competición). Paco Cubelos, Pelayo Roza, Rubén Millán e Íñigo Peña lucían el bronce en el podio. "Un segundo, un segundo, ¿seguro que hemos quedado terceros?", preguntaba Cubelos nada más bajar de la embarcación. "Es que hemos entrado muy justos... no sé quién me ha dicho antes 'han sido segundos o terceros' y me ha entrado la duda", contaba el talaverano. "Yo lo vi claro", apuntaba Peña. "Es que al final llegas también con la vista un poco nublada", le responde Cubelos. Y más todavía Peña y él, que ayer ganaron la plata en el K2-1000.

De derecha a izquierda: Cubelos, Millán, Roza y Peña en el podio con el bronce del K4-1000.
De derecha a izquierda: Cubelos, Millán, Roza y Peña en el podio con el bronce del K4-1000.PAULO NOVAIS (EFE)

"La gente del 1000 somos gente muy dura y con mucho entrenamiento. Entrenando, de hecho, hacemos más que esto. Esto tiene el plus de que es un campeonato del mundo y te tienes que mentalizar para darlo todo de ti mismo. El desgaste es más mental que físico. Paco y yo no tenemos ningún problema para recuperar de un día para otro para un 1000. Y así ha sido. Sabíamos que estábamos al cien por cien", explica Peña. Andan los cuatros descalzos y con las palas en la mano. Brasero, el técnico, llega corriendo para abrazarles.

"Muy bien chicos, muy bien, habéis hecho un carrerón", le dice lejos de los micrófonos mientras en el podio suena el himno alemán. "Han hecho una carrera buenísima, con las condiciones de viento que había en la pista no daba para mucho más. Por la izquierda llevábamos un barco de mucho valor que es Bielorrusia y les ha costado la vida... Lo han intentado y no han podido ir para adelante. Por la derecha iba todo más fluido. Nosotros somos un barco muy ligero y cuando nos pega el viento de contra no es lo mismo que si se lo pega a un barco con 60-70 kilos más. No se podía hacer mejor de lo que han hecho", analiza Brasero. 

Llevan apenas cuatro semanas trabajando juntos. Después del bronce en el Europeo de Belgrado del pasado mes de junio conseguido por Javier Hernanz, Pelayo Roza, Aitor Gorrotxategi y Rubén Millán, se hizo una competición interna entre cuatro embarcaciones y ganó la formada por Cubelos, Roza, Millán y Peña. Millán compitió en el Mundial sub-23, por lo que apenas han podido juntarse en las últimas cuatro semanas.

"Nos hemos acoplado haciendo sesiones más cortas y más intensas. El barco siempre se ha visto bien, Ínigo y Paco, además, tenían que trabajar más en el K2-1000 que era la prueba importante [al ser olímpica] para ellos. Aprovechábamos los huecos para sesiones cortitas", explica Roza. Se han concentrado en Laias, un balneario a unos 20 kilómetros de Orense. "Tiene una lámina de agua de 20 kilómetros que te da para hacer muchísimas cosas"; explica Brasero que suele concentrar allí a sus piragüistas antes de una cita importante porque así les aleja de todo tipo de presión. "Es el entorno perfecto", dice.

Por la mañana, Roi Rodríguez acabó quinto el K1-1000 después de pasar los primeros 750 metros en zona de medallas.

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Sobre la firma

Eleonora Giovio
Es redactora de sociedad especializada en abusos e igualdad. En su paso por la sección de deportes ha cubierto, entre otras cosas, dos Juegos Olímpicos. Ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS; ha sido colaboradora de Onda Cero y TVE. Licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Bolonia y Máster de EL PAÍS.

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