Carolina Marín ficha por el Pitiús: “Es como si Cristiano se fuera al Recreativo de Huelva”
La tricampeona del mundo recala en Ibiza en un club modesto, sin patrocionio y que no cobra ni entradas
En el mejor de los casos, en las gradas del pabellón insular de Blancadona, con capacidad para 2.000 personas, suelen acudir entre 100 y 200 espectadores para presenciar los duelos de su equipo, el CB Pitiús, en la Liga Nacional de bádminton. Este año, sin embargo, contará con un reclamo galáctico que amenaza con desbordar los pronósticos más optimistas: Carolina Marín, campeona olímpica, tricampeona mundial y tetracampeona europea. Casi nada.
“Es como si Cristiano ficha por el Recreativo de Huelva”, bromea Paco Ojeda, entrenador del IES La Orden de Huelva, el equipo que la descubrió y donde se entrenó hasta los 14 años, y ahora será su rival en la liga.
Marín dejó hace cinco años el club de su infancia y el campeonato español para dedicarse en exclusiva a sus compromisos internacionales. “Nos dejó para irse a una liga más competitiva, la danesa, lo cual fue lógico. Le ayudó a crecer y nos alegramos un montón”, recuerda el técnico. “Sorprende ahora que una top ten quiera jugar en una liga menor, con el cariño que le tenemos a la competición. Deportivamente no le aporta nada”, abunda Ojeda, que aunque le hubiera gustado tener de regreso a su deportista más célebre, está feliz de poder verla de nuevo en España.
En el entorno de la jugadora explican que ha habido varios factores que han terminado por convencerla. En el plano emocional, a Marín le hacía mucha ilusión jugar en la Liga española, sobre todo después del calor que recibió cuando conquistó su último europeo en Huelva; en lo deportivo, le puede servir de preparación, aunque sean conscientes de que no es una competición de su nivel.
Mucha culpa de este fichaje también la ha tenido Ernesto García, entrenador del Pitiús y miembro del cuerpo técnico de Marín, donde se encarga del visionado y análisis de vídeos de sus rivales. Antes, ya habían coincidido en la sub-15, con García como seleccionador, y también en concentraciones que la jugadora realizó en Ibiza, como antes de volar a Brasil para llevarse el oro olímpico.
“El club no ha hecho ningún desembolso extraordinario ni se ha hipotecado para tener a Carolina”, asegura García. Marín, de hecho, no recibirá ninguna compensación económica, consciente que un equipo como el ibicenco nunca podría permitirse su caché. El Pitiús vive de las subvenciones públicas y de momento no tiene patrocinador, aunque ahora esperan que alguna empresa ibicenca se anime. Actualmente, ni siquiera cobra por entrada ni tampoco tiene socios que paguen cuotas.
Lo que sí le ofrece el club es la flexibilidad que demanda su apretado calendario y entenderán, en todo momento, que su estrella anteponga sus torneos internacionales. De hecho, no saben aún cuántas eliminatorias podrá disputar y solo hay un acuerdo para que juegue una de las tres primeras. En total podrían ser “entre dos y seis”, según García, de las ocho que componen La Liga, cada una con siete partidos: tres dobles (masculino, femenino y mixto) y cuatro individuales (dos masculinos y dos femeninos).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.