Morales siempre tiene prisa

Llegó tarde a Primera y desde entonces no deja de correr para escapar a sus 31 años y disfrutar de su entrada tardía en la élite por los caprichos del fútbol. José Luis Morales Nogales (Madrid, 1987) siempre tiene prisa. Invisible para las canteras de los grandes equipos de Madrid, Morales fue rescatado del olvido de la Tercera división por el Levante en 2011. Hoy disfruta en Primera, donde el viernes dejó un golazo frente al Betis tras un sprintde 70 metros y una definición portentosa tras fulminar por el camino a cuatro rivales. Y no fue su primer golazo.

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“Se deshacía de los rivales como si fueran de papel, era muy vistoso en la conducción de balón, su participación en el juego era total desde la banda y en el centro. Llegaba a línea de fondo y centraba bien y, encima, era pasador y no era egoísta”, cuenta Juan Luis Mora, ex portero de Espanyol, Xerez, Valencia y Levante, y miembro de la secretaría técnica granota, que fue quién lo descubrió. Juanlu Mora se desplazó hasta La Aldehuela, el antiguo campo del Fuenlabrada, para seguir a un central del equipo madrileño sobre el que tenía buenos informes. El defensa se quedó, finalmente, en La Aldehuela. A Mora lo deslumbró un tipo introvertido que capitalizaba todo el juego. “Tuve que volver a verlo en otro partido por si todo había sido casualidad, pero jugó exactamente igual que cuando lo vi la primera vez, así que decidí ficharlo con el visto bueno del director deportivo, Manolo Salvador”.

El hándicap de Morales era la edad. Al Levante le costó firmar a un jugador de 24 años para su equipo filial, pero Mora insistió y el Comandante desembarcó en el vivero granota con una timidez que ya ha perdido. “Lo que hizo ante el Betis y alguna acción parecida de la pasada temporada no me extrañan. Yo le vi hacer cosas parecidas”, asegura Mora. Desde el filial granota salió cedido al Eibar, donde siempre se le recibe con cariño, hasta que se instaló definitivamente en la primera plantilla azulgrana en 2014.

Morales recuerda lo que le costó salir del anonimato de la Tercera pese a que su fútbol era el mismo. Corre como si quisiera escapar del paso del tiempo. A sus 31 años es uno de los jugadores más desequilibrantes de LaLiga. Su regate en carrera es difícil de mejorar y su velocidad al conducir el balón —de las habilidades más complicadas del fútbol— encuentra pocos competidores. Lleva dos temporadas a un alto nivel y en esta persigue, por qué no, la internacionalidad.

Paco López, el entrenador milagro de la salvación granota el curso pasado, lo sacó de la banda izquierda y lo puso en punta por detrás de Roger, aunque sigue cayendo a banda para romper defensas. “Mi sorpresa fue que el primer día que se lo propuse me dijo que esa era su posición”, explica el técnico de Silla.

Problemas de pubis

Al margen de sus condiciones innatas para jugar, destacaría su capacidad para ser muy receptivo a todas las indicaciones, pese a su edad, y sus ganas de aprender. Quiere mejorar día a día. Siempre atiende. Es profesional. Le gusta su oficio. En el campo es intenso porque lo vive”, dice Paco López, que destaca que su exhibición ante el Betis llegó pese a estar más corto de preparación que el resto de componentes del once inicial granota: “Nadie se ha percatado de que lleva dos semanas de retraso en la preparación con respecto a sus compañeros porque estuvo lesionado en el pubis”. Morales jugó el viernes los 90 minutos.

Morales es velocidad y precisión. Vicente Latorre, ex capitán y leyenda granota, explica su portentoso segundo gol: “La tranquilidad con la que define después del carrerón que se pega en el segundo gol dice de él que es un jugador diferente. Otro llega muerto y golpea de cualquier manera pero él levantó la cabeza y definió con el empeine exterior. Un golazo”.