Rafinha se gana el beneficio de la duda
Aunque el club pensaba traspasarlo, el buen rendimiento del jugador durante la pretemporada hace que el técnico y el área deportiva valoren quedárselo
En enero, Rafa Alcántara y su padre Mazinho, que hace las veces de representante, se reunieron con el área deportiva del Barça para pedir una solución al enquistamiento del futbolista, relegado al ostracismo. “Quiero apurar las opciones de ir al Mundial y me gustaría contar con minutos en otro equipo”, vino a decir Rafinha, consciente de que en el Inter le darían la oportunidad. Resulta que a Valverde no le convencía y dio el visto bueno a la operación, sabedor también del overbooking que tenía en la medular. Poco más de seis meses después la situación es otra porque el futbolista se ha ganado el beneficio de la duda.
Rafinha no tuvo el año anterior un inicio de curso sencillo, lastrado por una rotura de ligamentos en la rodilla que le privó de la pretemporada y le mantuvo de baja casi hasta el ecuador de la competición. No tenía ritmo y Valverde apenas le dio un cuarto de hora en el único partido —ante el Espanyol en la Copa— que perdió el Barça hasta el momento. “Era absurdo retenerle”, recuerdan desde el club. Pero algo ha cambiado. “En Italia, Rafinha ha pasado de niño a hombre”, explican por los pasillos de la ciudad deportiva; “se le ve más hecho, con más determinación, confiado”. Entre otras cosas porque bajo las órdenes de Luciano Spalletti encontró los minutos que reclamaba, titular en 12 de los últimos 13 encuentros ligueros. “He pasado meses muy buenos en el Inter y me hubiera encantado seguir allí, pero soy jugador del Barça”, reflexionaba antes de medirse contra la Roma y marcar un golazo que se añadía a las dos asistencias que regaló frente al Tottenham.
Ocurre, sin embargo, que el Inter no está para tirar cohetes y no hizo efectiva la cláusula en la que debían pagar 35 millones para hacerse con el jugador, operación que gestionó el CEO azulgrana Óscar Grau. “No tenían la obligación de comprarlo como se ha publicado, ni siquiera por alcanzar la Champions”, rebaten desde los despachos. Pero sí que intentó el Inter otras vías de cesión que no acabaron de convencer al Barça porque saben que tiene mercado. “Interés de otros clubes hay”, confirman desde el Camp Nou. Pero ninguno como el que tenía el conjunto italiano porque hasta los hinchas lo pidieron a través de las redes sociales y con el hastag #RipendiRafinha [viene a ser como recuperar a Rafinha].
“Preparado para todo”
El centrocampista, por si acaso, aprieta el acelerador. “Estoy contento. Necesito minutos y el míster me los está dando”, expone; “porque cuando estoy bien físicamente, estoy preparado para todo”. Valverde así lo aprecia: “Es la primera vez que puedo ver a Rafinha con margen. Así, de una manera continua, y estoy encantado porque está jugando bien y demostrando una gran actitud”. Algo de lo que nunca careció porque de niño se autoimpuso esforzarse el doble que los demás para intentar alcanzar el nivel de su hermano Thiago —“era tan bueno, que me dije: ‘Si hay que intentar llegar a ser un futbolista de nivel, habrá que trabajar al máximo”, desvela—, que vuelve a estar en la órbita del Barça pero que no atrae al área deportiva, ahora inclinada a fichar a Arturo Vidal.
Adorado por Luis Enrique y obviado por Valverde, Rafinha se ha ganado el beneficio de la duda por sus prestaciones e intensidad, por ser un buen comodín para cualquier posición ofensiva. Queda por ver, sin embargo, si puede dar continuidad a su fútbol en la madrugada del domingo ante el Milan porque arrastra unas pequeñas molestias. “Nada grave”, cuentan desde Estados Unidos. Pero Rafinha no tiene tiempo para lesiones ni traspiés (termina contrato en 2020) porque no sabe dónde jugará este año. En el Barça, al menos, ya no está descartado.
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