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El Barça también sabe vender

El club viró la política de fichajes tras el triplete de 2015 y, sin contar con la excepcionalidad de Neymar, ya hace caja con los traspasos

Jordi Quixano
Messi, antes de pasar la revisión médica.
Messi, antes de pasar la revisión médica.FC BARCELONA

En las oficinas de la dirección deportiva del Barcelona no paran de sonar los teléfonos móviles, trasiego de llamadas y mensajes para conformar la plantilla ahora que hay un exceso de jugadores (28) porque Valverde exigió un vestuario corto, de 21 ó 22. “Tendremos un equipo mejor”, advirtió el secretario técnico Éric Abidal en el día de la presentación de Arthur, ya conocida la negativa de Griezmann. Y en ello están porque han fichado a Lenglet, a Malcom y a Arthur, a la espera de cerrar un medio para completar el camerino. Nada extraño en un club con el poderío económico del Barça, que tuvo 13 millones de beneficio neto en el último curso. La diferencia estriba, sin embargo, en que por una vez el Barça sabe vender.

El axioma no llega de la casualidad sino que tiene sus raíces en la temporada siguiente al triplete de Luis Enrique, logrado en 2105. Una decisión que reventó la tesis principal que instauró en su día el director deportivo Txiki Begiristain. “Nuestro objetivo no es conseguir un récord en ventas, sino de títulos”, expuso; “el Barça es un club que ficha a los jugadores en su mejor momento y no los vende hasta que considera oportuno”. Después del triplete, sin embargo, todo cambió.

Messi, Piqué, Alba y Busquets vuelven al trabajo

Messi, Piqué, Busquets y Jordi Alba, jugadores que disputaron el Mundial y no llegaron a las rondas finales, regresaron ayer por la mañana al trabajo, a las instalaciones del Barcelona. Primero pasaron la revisión médica y, ya por la tarde, completaron su primer entrenamiento a la espera de que el equipo regrese de la gira americana y preparar así el primer encuentro oficial del curso ante el Sevilla, en la Supercopa que se celebrará en Tánger el próximo 12 de agosto. Ahora, faltan por aterrizar en Barcelona los franceses Umtiti y Dembélé, campeones del mundo, Luis Suárez, que jugó con Uruguay, y Rakitic, que con Croacia perdió la final.

Fue en una mañana de finales de julio cuando Robert Fernández —entonces secretario técnico— se reunió con su departamento y con parte de la directiva, la que controlaba el área deportiva. “Se acordó que no se iba a invertir grandes cantidades en jugadores por muy buenos que fueran porque difícilmente sacarían a otro jugador del once tipo”, desvelan desde la ciudad deportiva azulgrana; “así que en esa temporada y en la siguiente, porque también se hizo el doblete, se buscó un perfil de jugador joven con posibilidades y que, si no funcionaba, se pudiera vender sin perder dinero”.

Apuesta por los jóvenes

Tras Arda Turan y Aleix Vidal, que llegaron en el primer verano, le siguieron una hornada de jóvenes como André Gomes (23 años y se le fichó por 35 millones), Alcácer (22 años y 30 millones), Umtiti (22 y 25), Digne (23 y 16,5), Denis Suárez (22 y 3,5) y Cillessen (27 y 13). De todos ellos, solo Umtiti se atornilló en el oncede Luis Enrique y también en el de Valverde, al tiempo que Alcácer justificó sus escasas apariciones con un gran ratio entre minutos y goles; Cillessen, además, siempre rindió cuando se puso bajo los palos en la competición copera. Ahora, sin embargo, la mayoría están en la rampa de salida, aguardando al traspaso. Y, por una vez, no están mal ejecutados porque el club hace caja como nunca, sin contar con la sorprendente e incómoda venta de Neymar (222 millones pagó el PSG, el traspaso más caro en la historia) porque nadie en el club quería perderle de vista.

En las últimas tres temporadas los ingresos por las ventas fueron de 38,3 (2015-16), 33,8 (16-17) y 10,5 —232,5 si se incluye a Neymar— en el curso anterior. En este curso los números han crecido. Se cedió a Paulinho al Guangzhou con la obligatoriedad de compra de 50 millones —“si no fuera seguro el pago, no lo habríamos hecho”, dicen desde el club—, se vendió a Deulofeu al Watford por 13 millones y a Digne al Everton por otros 20 a falta de oficialidad. Un total de 83 millones que se verán incrementados de forma notoria con las ventas de Yerry Mina (el Barça lo fichó por 12 y espera sacar alrededor de 30 millones porque barajan varias ofertas alemanas e inglesas) y Aleix Vidal, a un paso de irse al Sevilla por unos 10 millones. También se busca salida a André Gomes, Alcácer, Marlon, Rafinha y Samper, al tiempo que no se descarta un traspaso de Vermaelen y Cillessen. “Si se venden a esos precios es que los fichajes era buenos”, defienden desde los despachos del Camp Nou. Tanto, que traen dinero.

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