El VAR supera la prueba mundial
El videoarbitraje alcanza un alto grado de aceptación, pese a algunas quejas, y la FIFA considera que solo hubo un 0,7% de errores en las decisiones
El purismo futbolero recibió con recelo la inclusión en el Mundial del sistema de videoarbitraje (VAR). A su conclusión, la impresión generalizada es que el invento, aunque con algunos errores, ha funcionado bien, incluso para pitar un penalti en la gran final. “Nunca volveremos a ver un gol en fuera de juego. Son decisiones que no volverán. No escribiremos sobre eso. Hay decisiones que no son interpretables”, exhortó orgulloso el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, el pasado viernes. Infantino se había tomado el VAR casi como una apuesta personal en su empeño por mejorar el juego y devolverle a la institución, muy golpeada por los años de corrupción, el bastón de mando del fútbol mundial. Según el análisis presentado por los máximos responsables del arbitraje de la organización que rige el fútbol mundial, los exárbitros Pierluigi Collina, Massimo Busacca y Roberto Rosseti, el nivel de aciertos de los colegiados sin el videoarbitraje durante la primera fase fue del 95%, un porcentaje que ascendería al 99,3% con la aplicación del VAR. Solo un 0,7% de errores, lo que supone hablar de rozar la perfección. Según estos parámetros, el nivel del arbitraje del VAR se habría incrementado en la fase de cruces, al haber sido solo requerida la visualización de una jugara para dirimir un posible penalti de Kompany a Gabriel Jesus en el Brasil-Bélgica, y la mano de Perisic en la final.
Los datos antes de la final describían esa casi perfección: 445 incidentes revisados, 16 modificaciones para pasar de un error a una decisión correcta y ninguna tarjeta roja por conducta violenta. “Como invento ha sido fenómeno. Los jugadores, a través de los cursos de la FIFA, ya saben que cualquier agresión se va a ver. Por eso en este Mundial han estado más tranquilos”, asegura el exárbitro internacional Iturralde González, que ha analizado para la Cadena Ser y para el diario As el impacto del videoarbitraje durante este Mundial. “Hemos visto errores, porque es fútbol y hay cosas que no vas a quitar, pero por ejemplo en los córners se han visto menos agarrones y no se han visto grandes polémicas. En el fútbol los grandes jaleos están en los penaltis y ahí el jugador al saber que existe el VAR ha simulado menos. Estamos hablando de que el acierto sin VAR debe ser un de un 97%, que es una bestialidad. Esto indica una cosa: el problema no era arbitral, sino que estaba en la falta de juego limpio del jugador”, prosigue Iturralde, que aprecia otro apunte muy significativo: “Se han pitado muy pocos fueras de juego, porque a los asistentes se les dijo que aunque lo apreciaran y estuvieran muy seguros aunque fuera por poco, que no levantaran el banderín. Ellos han tenido que hacer el mayor esfuerzo de adaptación porque al árbitro se le dijo que pitara como si el VAR no existiera y que este sería su salvavidas si se equivocaba”.
Cuando comenzó el campeonato, Brasil fue la primera selección que mostró sus quejas contra el sistema tras empatar a uno contra Suiza. La federación brasileña se quejó del gol helvético y pidió por carta una transcripción de la comunicación entre el colegiado de campo y el responsable del VAR. En la FIFA achacaron las quejas brasileñas al intento por disimular el traspié. Con todo, cuando presentó su análisis de la primera fase accedió a ofrecer el audio. “Hay un empujón leve, es gol”, se pudo escuchar.
Juego de contacto
Marruecos e Irán achacaron su eliminación en la primera fase a un mal empleo de VAR. También los medios ingleses se quejaron por dos agarrones a Harry Kane en el Inglaterra-Túnez. Aquí la FIFA sí admitió haber corregido su planteamiento inicial respecto al uso del VAR. “Nos dimos cuenta de que había agarrones o tirones de camiseta y no se sancionaban, intervenimos ahora y han cambiado los comportamientos”, admitió Collina. “El fútbol es un deporte de contacto, por lo que no cada contacto es falta y eso supone que el árbitro tiene que interpretar”, advirtió Infantino.
“Lo negativo es la diferenciación entre el error manifiesto y el error interpretativo. No ha sabido nadie explicarlo. También hace falta más transparencia en las jugadas en las que no se acierta pese al VAR. Ese 1% de error puede ser el que genere problemas en la Liga. Aquí han estado los mejores árbitros formados en el VAR. Hay que darle tiempo y tener paciencia”, concluye Iturralde.
El éxito del VAR en el Mundial de Rusia pende como una espada de Damocles sobre la UEFA y su competición estrella, la Champions League. La millonaria competición de clubes no contará con el sistema de videoarbitraje la próxima temporada. La presión que supondrá el éxito del invento tecnológico en el Mundial será brutal cuando un error manifiesto de un colegiado sea decisivo para que un equipo no pueda seguir adelante en la competición o se le prive del título en la mismísima final, si se dieran tales circunstancias.
Tras la no implementación del VAR por la UEFA se esconde la batalla política que desde hace meses mantiene su presidente, el esloveno Alexander Ceferin, con Gianni Infantino, máximo mandatario de la FIFA. La organización del nuevo Mundial de Clubes que ha lanzado Infantino, con los equipos más potentes de Europa y Sudamérica como cabezas de cartel, desató las hostilidades entre ambos dirigentes. El VAR ha sido una más de ellas. Fuentes del fútbol internacional admiten que, detrás de la decisión de Ceferin de no utilizar el VAR, se encuentra esa batalla entre ambos dirigentes e incluso un deseo maquiavélico de de Ceferin de que fuera Infantino el que se estrellara primero con la utilización del invento durante el Mundial.
Las declaraciones de Ceferin el pasado mes de abril fueron muy significativas respecto a su negativa a utilizar el VAR. “La Champions League es como un Ferrari o un Porsche: no se puede conducir de inmediato, se necesita entrenamiento, pruebas fuera de línea, y todos tienen que entender cómo funciona”, proclamaba con cierta sorna. Incluso anunció temer por lo que pudiera ocurrir en la cita de Rusia. “Tengo miedo de la Copa del Mundo, donde tendremos árbitros que nunca han dirigido con el VAR. Espero que no ocurran escándalos o problemas”, dijo.
Ceferin ha comprobado en primera persona durante el Mundial que el VAR ha sido por lo general un éxito y en este buen funciomiento, curiosamente, ha estado implicado Pierluigi Collina, director de arbitraje de la UEFA. Ceferin percibe que la presión va a existir y su discurso ha variado en los últimos días. Ya no ironiza sobre el VAR ni habla de Porsches y Ferraris. “Ha funcionado bien y lo utilizaremos seguro, aunque no está claro cómo ni cuándo”, manifestó Ceferin en una entrevista televisiva reciente.
La UEFA corre ahora para llegar a acuerdos con los proveedores y que estos implanten el sistema lo antes posible, que será de cara a la temporada 2019-20. Para esta campaña que entra, Ceferin y sus directores de competición implorarán que ningún error clamoroso pueda decidir una eliminación o el título porque la primera pregunta que se harán los aficionados podría ser: ¿Por qué la UEFA, con el dinero que tiene, no ha implantado el VAR como hizo la FIFA en el Mundial?
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