“Jugamos muy poco”, se queja Cristiano Ronaldo

Cuando el colegiado estadounidense Mark Geiger decretó el final del primer tiempo, los aspavientos de Cristiano Ronaldo mostraron su descontento con el fútbol desplegado por su selección. Camino de la bocana del vestuario, meneaba la cabeza de un lado otro reprobando la escasez de juego ofensivo generado. Allí se encontró con Fernando Santos, al que transmitió su descontento. Las cámaras de Cuatro cazaron la conversación entre Cristiano y el seleccionador portugués. “Jugamos un poco mal. Jugamos muy poco”, le espetó CR a su técnico.

Aislado en la punta de ataque, sin un compañero que le diera una pelota jugable, Cristiano asistió impotente desde el círculo central al festival de Marruecos con la pelota.

Al término del partido, el poder de la mercadotecnia le otorgó el premio al mejor jugador. Los livianos y habilidosos jugadores marroquís Belhanda, Ziyach, o Boussoufa fueron más acreedores a la designación que el astro portugués. Incluso su compañero Rui Patricio, que tuvo una intervención tan decisiva como el gol de Cristiano, podía haber sido el elegido. Como sucedió tras el duelo con España, Cristiano solo respondió a las preguntas de la organización. “Fue una sorpresa porque ellos fueron muy fuertes, tuvieron muchas ocasiones”, admitió. “La expectativa es continuar mejorando, estamos ahí y vamos a ver, es mejor ir partido a partido hasta que nos clasifiquemos”, añadió Cristiano, ya el máximo goleador europeo de selecciones, tras superar a Puskas, con 85 dianas. La distribución de sus cuatro tantos en este Mundial describen a ese goleador perfecto: ha marcado con la pierna derecha (dos), con la izquierda y con la cabeza.

“Cristiano es como el buen vino de Oporto, sabe cómo sacar provecho de sus facultades y su edad [33 años] al máximo. Él está constantemente metido en el juego, al contrario que otros jugadores. Se conoce a sí mismo y sabe qué es lo que puede hacer. Lo que está haciendo ahora es diferente de lo que hacía hace tres o cuatro años”, le ensalzó Fernando Santos.

El seleccionador luso fue un manojo de nervios durante todo el partido. Sus paseos por el área técnica eran los de un entrenador desesperado ante la incapacidad de su equipo para coser dos pases decentes. “Como sucedió en el partido ante España, después de los primeros 10 o 15 minutos perdimos el control y la posesión. Tuvimos muchos errores en el pase y mucha ansiedad. Tenemos que ser capaces de manejar la presión y jugar la pelota. Si no logramos hacer esto, luego vienen los problemas”, analizó Santos.

Mal arbitraje

Desde los amistosos de marzo, el seleccionador luso viene denunciando la pérdida de la solidez defensiva con la que Portugal cimentó su conquista de la Eurocopa de 2016. Marruecos volvió a poner en evidencia que el equipo no es la roca defensiva de hace dos años. Le remataron 16 veces y los habilidosos volantes de Hervé Renard encontraban espacios para progresar con relativa facilidad. “Tenemos que ver esto y hablarlo. Perdimos el control del juego y la confianza. No puedo estar contento, es inexplicable”.

Marruecos también superó en la posesión a Portugal, algo que tampoco agradó a Santos: “No es posible que en un partido contra jugadores como los que tiene Marruecos juguemos así. Si no tienes la pelota te meten en tu campo y empiezan los problemas”.

Si Cristiano y Fernando Santos estaban contrariados por el juego de Portugal, el seleccionador marroquí lo estaba con el arbitraje. “Os pido que reviséis las repeticiones de varias jugadas”, solicitó a la prensa. “Lo único que puedo decir es que estoy orgulloso de mi equipo como todo el país”, dijo Renard, que especificó sus quejas: “Decid la verdad sobre lo que estaba haciendo el número 3 [Pepe] cuando tiró el córner Portugal que acabó en el gol de Cristiano”.