La crisis agranda la figura de Hierro
El director deportivo, que no sabe si tiene el respaldo de Rubiales, ejerce de súbito líder en la concentración de España
Lo primero que hizo Luis Rubiales cuando le eligieron presidente de la federación fue renovar el contrato del seleccionador, Julen Lopetegui, hasta la conclusión de la Eurocopa de 2020. Fue el 22 de mayo cuando Rubiales convocó a la prensa en compañía de Lopetegui y el director deportivo, Fernando Hierro, máximo estratega federativo de las selecciones de fútbol en todas sus categorías. Desde ese día, la estructura deportiva de la federación ha ido perdiendo cohesión.
Hierro se ha sentido desautorizado por algunas de las primeras medidas de Rubiales en el ejercicio de su cargo. El malagueño estudiaba su continuidad tras la Copa del Mundo mientras que, sin que él lo supiera, su brazo derecho negociaba su salida hacia el Real Madrid.
“Nosotros no estamos pensando en lo que vaya a ocurrir”, dijo Lopetegui, con cara de funeral, en el discurso que pronunció el día que anunció su renovación; “simplemente estamos centrados en lo que tenemos que hacer en el Mundial, en lo que nos ilusiona, y no pensamos en mucho más allá. Es un acto de renovación y de confianza. Hemos trabajado duro durante dos años para devolver esa confianza y seguiremos igual”.
Roto el compromiso, el proyecto deportivo de Rubiales amenaza ruina nada más empezar. Justo en medio de la competición esencial. El torneo que debe convalidar su estatuto de líder y la legitimidad de su mandato, de apenas dos años tras un proceso electoral accidentado. El aparato deportivo de la federación trasladado al complejo del FC Krasnodar sufrió una conmoción este martes. “Ahora”, dice un funcionario, “se da la circunstancia de que Lopetegui deberá preparar el Mundial al tiempo que prepara la pretemporada y la temporada que viene con el Madrid. Tendrá que entrenar a la selección y negociar los fichajes de su club”.
Lopetegui, que viaja con un psicólogo personal, Juan Carlos Campillo, tendrá que hacer sesiones extra para rebajar su creciente tensión. En cuanto a Hierro, nominalmente encargado de buscar sucesor para el banquillo, debió hacerse cargo de la crisis asumiendo el liderazgo de una concentración aturdida.
El Madrid también estudió fichar a Hierro, dicen en el club, pero el elegido fue el vasco. Ahora hay dirigentes federativos que sugieren poner a Hierro en el puesto del seleccionador. Al fin y al cabo, sopesan, los jugadores comienzan a tenerle más respeto que a Lopetegui
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