Muguruza, la pesadilla de Kuznetsova

Los latigazos que se da Svetlana Kuznetsova contra las suelas de sus zapatillas cada vez que va a servir intimidarían a cualquiera. Este martes resonaban con fuerza por toda la pista 1, la Plaza de Toros de Roland Garros, pero Garbiñe Muguruza no se achantó lo más mínimo. En su estreno este año en París, la número tres ofreció una actuación convincente y desarmó a la rusa una vez más, y son unas cuantas ya: seis victorias consecutivas contra la feroz (y crepuscular) veterana, que solo pudo batirla una vez, la primera que se encontraron (Madrid, 2015). Desde entonces, una superioridad que tuvo prolongación en este último pulso, resuelto con un marcador de 7-6 y 6-2 (en 2h 05m).

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Un partido en el que intervino de nuevo la lluvia, protagonista el día anterior. A las once de la mañana las nubes ya amenazaban y soltaban finas gotas, y una hora después obligó a la detención. Después de tres cuartos de hora en el vestuario, con 5-5 en el electrónico y un doble intercambio de roturas, la española afrontó la recta final de la manga con mucha más claridad. Kuznetsova había ido todo el rato a remolque, pero en el tie-break no consiguió aguantar el ritmo y rompió motor. Garbiñe le endosó un 7-0 mayúsculo [el primero de su carrera] y encarriló el duelo, que concluyó tres horas y media más tarde, cuando a muchos de los presentes les llamaba ya su estómago.

Despejados los nervios propios de toda primera aparición, Muguruza aumentó todavía más la marcha en el segundo parcial y marcó territorio desde el cuarto juego, con una rotura que se repetiría para sellar el pase. A sus 32 años, Kuznetsova ya no está para muchos trotes y quedan ya muy pocas señales de aquella jugadora que conquistó dos Grand Slams (US Open 2004 y Roland Garros 2009). Cada vez más marchitada, sigue siendo una rival correosa, pero comienza a ser más y más vulnerable. Y esta vez, cedido el primer set, no tuvo opción.

“La que gana este tipo de partidos suele salir muy reforzada, porque es una primera ronda muy exigente”, valoró ante los periodistas. “En mi caso, el haber ganado me va a ayudar porque era un partido contra una experta aquí y, además, los ultimos partidos que he jugado se me han escapado con resultados difíciles, con resultados muy apretados, así que esto me ayudará”, prolongó la campeona de 2016, a la que se la percibe muy concentrada durante estos días.

Garbiñe estvo muy sólida al servicio –70% de puntos con primeros y 56% con segundos– y acertada en la defensa –evitó cuatro de las seis oportunidades de break de Sveta–, y además planteó una valiente ofensiva en la red: 32 subidas, de las que extrajo 23 premios. Fiel a su estilo, atrevida e incisiva pero con la cabeza fría que demanda cualquier estreno, la española dio un buen primer paso adelante en París. Le espera ahora Fiona Ferro, invitada por la organización y superior esta mañana a Carolina Witthoeft (6-4 y 6-2). La francesa, de 21 años, ocupa el 257º peldaño del ranking.