Bale aumenta el dolor de cabeza de Zidane
El galés, 15 goles en Liga, marca su tercer doblete de la temporada, es ovacionado y el técnico asegura que es una “alternativa ideal” para Kiev
“Cumpleaños feliz, cumpleaaaañoooos feliz, te deseaaaamos todooooos, cumpleaños feliz”, empezaron a cantar los 55.000 del Bernabéu cuando faltaban algunos minutos para que el árbitro pitara el final del encuentro. Marcelo, el cumpleañero, agradeció el gesto del público con un aplauso. El lateral brasileño, que lució el brazalete de capitán en la goleada (6-0) al Celta, cumplió ayer 30 años y también 450 partidos con el Real Madrid. “Estoy feliz, con confianza. Gracias al apoyo de mis compañeros y del cuerpo técnico. Somos unos privilegiados por jugar en el mejor equipo del mundo”, comentó Marcelo en el último partido de la temporada en el Bernabéu. Aprovechó el lateral para hacer un balance de la Liga. “Fue un inicio difícil de temporada. Ahora tenemos confianza, buen juego y goles”, analizó después del partido.
Un partido sin nada en juego y con muchos asientos vacíos que empezó con un deseo en forma de pancarta colgada en la grada de animación: “A por la trece”. Es también el hasthag que acompaña los tweets del conjunto blanco en las redes sociales. Quedan dos semanas para la final de la Champions de Kiev contra el Liverpool y el Madrid de Zidane, después de la derrota en Sevilla, la encara con buenas sensaciones. Isco se ha recuperado de la lesión en el hombro y ayer fue titular —marcó un golazo—, Carvajal dice encontrarse cada día mejor y Cristiano ya ha empezado a tocar balón y el sábado en Vila-Real podría tener minutos. Incluso Bale, que hasta hace nada no celebraba los goles, ha vuelto a sonreír.
El galés, que ya suma 15 goles en Liga, anotó ayer un doblete. El tercero de la temporada: el primero contra el Celta en la primera vuelta y el segundo contra Las Palmas justo antes de los cuartos de Champions. En Europa perdió, precisamente, protagonismo el extremo galés: jugó 36 minutos en la eliminatoria de octavos contra el PSG, 45 en los cuartos contra la Juve y 18 en las semifinales contra el Bayern.
El público le ovacionó anoche cuando Zidane le sustituyó. Le chocó la mano al técnico, se puso la sudadera y se sentó en el banquillo. ¿Una ovación con sabor a despedida? La posible llegada de Neymar, uno de los objetivos del Madrid, condicionará las altas y bajas y Bale podría ser el sacrificado.
Sin once para la final
De momento, ha decidido pelear para un puesto en la final de Kiev. Zidane aseguró ayer que no tiene “para nada” decidido el once que se medirá al Liverpool y que el galés es una alternativa. Contra el Celta marcó un doblete con golazo incluido. Abrió el marcador tras recibir un pase en profundidad de Modric, el remate cruzado acabó en gol después de pegar en el palo. El 2-0 lo firmó 17 minutos después. Controló un balón de Isco que cruzó 60 metros de campo, hizo un recorte para marear al defensa y clavó la pelota, de rosca, por la escuadra. Se lo dedicó a su hijo nacido esta semana.
¿Que Bale llegue así a final de temporada le supone un dolor de cabeza o una bendición?, le preguntaron a Zidane. “Es mejor tener a todos enchufados… luego claro, me dolerá la cabeza en Kiev, pero lo prefiero así. Sin jugarnos nada hoy hemos un gran partido y era importante porque los entrenamientos no pueden sustituir la intensidad de los partidos. Estuvimos muy serios, metimos seis goles, no encajamos ninguno y hemos hecho mucho fútbol”, contestó el técnico francés.
¿Por la forma de jugar del Liverpool y por su momento de forma, Bale puede ser la alternativa ideal para la final?, le insistieron. “Sí, seguro. Lo que ha hecho hoy está muy bien y me alegro por él. Está demostrando que está en su mejor momento de la temporada”, concluyó el técnico.
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