Thomas Vermaelen, año cero en el Camp Nou
El belga, que sustituye a Umtiti, juega más minutos con Valverde que en las cuatro últimas temporadas
Thomas Vermaelen (Kapellen, 32 años) es una rara avis en un tiempo en que los futbolistas parecen estrellas del pop, más si juegan en equipos como el Barça. El belga responde a la figura del jugador discreto, tan silencioso dentro como fuera, la solución a las ausencias de Piqué o Umtiti. Quizá la confianza de Valverde ha sido clave para que se haya lesionado menos que nunca desde que llegó al Camp Nou en 2014. En las últimas cinco temporadas, se pasó 502 días en la enfermería, pero el período de inactividad de este curso se limita a 42 días. “Es un gran jugador, muy competitivo. Pese a las lesiones ha demostrado que es fuerte y siempre ha superado los momentos difíciles”, apunta Robert Martínez, su entrenador en la selección de Bélgica.
Las piernas de Vermaelen siempre estuvieron bajo lupa desde que Zubizarreta, entonces director deportivo del Barcelona, subrayara que era un “un futbolista de rendimiento inmediato”. Ni siquiera completó un partido en su primera campaña —jugó 63 minutos ante el Deportivo— y, después de una frustrada escala en la Roma, volvió a Sant Joan Despí.
De la mano de Valverde, Vermaelen jugó más que nunca en el último lustro: 1.482 minutos (19 partidos). En el curso 2013-2014, cuando todavía estaba bajo las órdenes de Arsène Wenger en el Arsenal disputó 1.338 (21). “Cuando ha tenido que jugar, ha respondido”, asegura el técnico del Barça. Su hoja de servicios es hoy mejor incluso que la firmada en Londres: ha participado en una media de 62 acciones por las 39 que promedió en su última temporada en el Arsenal. También ha dado más pases (55 por 27) y ha recuperado más balones (4,4 por 2,14). “Tiene esa técnica defensiva de contacto dentro del área que es muy necesaria. Es de esos defensores que se necesitan en un equipo”, analiza Robert Martínez. “Siempre está bien colocado, anticipa, rasca, saca bien el balón jugado”, sostienen desde la Ciudad Deportiva. “Además”, añaden, “es muy profesional. Jamas pone una mala cara”. “Aunque silencioso, no se lleva mal con nadie; tampoco lo vas a ver reír. No está muy integrado, pero nadie se mete con él”, completan desde el Barça. Mudo en castellano, el belga conversa en inglés y se ha ganado la plaza de tercer central por delante de Yerry Mina después de la salida de Mascherano. Tiene contrato hasta 2019 y no se descarta su renovación: “Estamos muy contentos con él. Es sobrio, fuerte en la disputa y va bien por arriba y por abajo. Está demostrando muchas cosas”, concluye Valverde, que no ha citado para hoy a Messi.
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