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Rafa Márquez afronta el ocaso

El defensor mexicano se despidió de los aficionados de su primer equipo, el Atlas, al jugar su penúltimo juego como profesional

Márquez tras su último partido.
Márquez tras su último partido.U. RUIZ (AFP)
Diego Mancera

Todos hacen fila para saludarle. Rafael Márquez era el festejado el centro de atención. Los aficionados de Atlas y Chivas olvidaron su clásico tapatío para convertirlo en el homenaje al ilustre defensor de 39 años. Márquez, el káiser mexicano, se despidió del estadio Jalisco, el recinto que le vio nacer como profesional con 17 años.

El primer estadio profesional que pisó Márquez fue el Jalisco con la camiseta número 27 en 1996. Esos mismos dígitos revivieron en su despedida: sus compañeros lo lucieron en la parte frontal para no olvidar que Rafael Márquez también fue novato. ¿Ganar? A su equipo, el Atlas, no se le exigía triunfar esta noche, la única demanda era una despedida digna. El júbilo por el defensor se contagió al equipo que anotó en el primer minuto con un gol del juvenil Edyarith Ortega para el definitivo 1-0. Fue el exjugador del Barcelona quien germinó la jugada al encontrar a un Milton Caraglio libre para que este centrara para el gol.

A Márquez se le veía más delgado que en sus mejores campañas con el Barça. La coleta y su barba habían quedado atrás, también su velocidad, pero no sus pases largos y sus saltos en cada tiro de esquina que hacían recordar esos goles contra Estados Unidos en Columbus o contra Croacia hace cuatro años. En dos ocasiones se incorporó al ataque y en las dos la puntería no le ayudó. Incluso se encaró con los jóvenes del Guadalajara, aunque nadie quería recriminarle nada. Incluso el árbitro le dio la razón en una barrida que no existía.

La manta con la fotografía de Márquez en el estadio Jalisco.
La manta con la fotografía de Márquez en el estadio Jalisco.U. Ruiz (AFP)

Si México se dio a conocer en el mundo fútbol por Hugo Sánchez, Rafael Márquez lo dotó de elegancia. Se convirtió en el primer mexicano en alzar una Champions League con el Barcelona. El único en ser inmortalizado en un equipo que no paraba de ganar. Su laureada carrera y su sobriedad al jugar le valieron el afecto del aficionado mexicano quien le veía como ejemplo. La única gran mancha en su currículo es la acusación del Departamento del Tesoro de Estados Unidos que le vinculó con una red de narcotraficantes. Su situación legal aún está en el limbo. 

Márquez sacó el paño para limpiar su trayectoria. Regresó a los entrenamientos para volver a guiar a un equipo que afronta el descenso y que en los últimos seis meses ha tenido tres entrenadores. Su última petición es ser considerado para el Mundial de Rusia, el quinto en su cuenta. De conseguirlo se uniría a una lista de honor junto con el alemán Lothar Matthäus, Gianluigi Buffon y su compatriota Antonio Carbajal. Su rendimiento físico y la decisión del seleccionador de México, Juan Carlos Osorio, son los filtros. Durante todo un día se hizo una petición por la tribuna digital, Twitter, en la que a través de la frase #RafaEnRusia lanzaron su mayor deseo.

En su país excompañeros y los novatos le ven como un ilustre jugador al dar un espaldarazo a los suyos, por juzgar las decisiones súbitas de los dirigentes al grado de fundar una asociación de futbolistas para tutelar a las nuevas generaciones. 

En el vestidor de Atlas, un club con 66 años sin volver a ganar la Liga, celebraron el último juego con un acongojado Márquez. Ha llegado el ocaso para el capitán. 

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Sobre la firma

Diego Mancera
Es coordinador de las portadas web de la edición América en EL PAÍS. También se encarga de informar de historias deportivas de México. Empezó a trabajar en la edición mexicana desde 2016. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación y Periodismo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

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