La catarsis de André Gomes

La confianza lo es todo. Al menos para André Gomes, a quién hasta hace un par de semanas se le pitaba en el Camp Nou y ahora se le aplaude. Bien para animarle; bien por su rendimiento, como el del sábado ante el Leganés. También se la brindó Valverde porque le hizo jugar los 90 minutos, algo que no ocurría desde el 11 de enero frente al Celta y que tan solo se había dado en cinco ocasiones (en Champions ante el Sporting; en Liga frente el Atlético; y en la Copa contra el Murcia y por dos veces con el Celta). “Hacía tiempo no jugaba los 90 minutos. Sentir esa confianza de la afición, del entrenador y de mis compañeros es muy importante para mí. Tengo que seguir trabajando bien y cuando se den las oportunidades aprovecharlas de la mejor manera”, admitió Gomes.

Fue un buen encuentro del portugués, que demostró un poco ese fútbol que lo encumbró en Valencia y que lo llevó al Barça. Desde su llegada al Barça en julio de 2016, el del sábado fue uno de los partidos más completos para el exvalencianista. El mejor en cuanto a números. No solo realizó 73 pases buenos de 77 (94%), sino que logró 11 recuperaciones para convertirse en un muro, en el líder en la estadística del encuentro solo igualado por Piqué. Números y presencia que los aficionados valoraron en varias ocasiones a modo de aplauso. No era, en cualquier caso, un duelo sencillo para el luso porque junto a Rakitic debía reemplazar a Busquets, la brújula y timón del Barcelona.

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Con Messi al lado la vida es más fácil, pero el portugués tocaba, regalaba alguna virguería como un sombrero, también filtraba pases verticales y hasta se animó con el chut a puerta al inicio del duelo, aunque se estrelló en la abotargada defensa contraria. Además, recuperaba el esférico en los momentos clave, como en esa ocasión en la que El Zhar se iba rumbo al área para sobresalto del Camp Nou, pero que corrigió el 21 al rebanarle la pelota. En cada una de esas acciones, recibió el calor del estadio. “A nadie le gusta que le piten, pero la afición me ha dado mucho cariño desde la entrevista” [a Panenka], se sinceró. “Mi preocupación es dar todo por ellos y que estén contentos”.

Después del empate en el derbi de Madrid y a falta de 21 puntos, la distancia del Barcelona sobre el Atlético (11 puntos) acerca la Liga a los azulgrana. Sería la primera de André Gomes, que ya festejó con anterioridad la Supercopa de España y la Copa. El medio se mostró cauto pero creyente: “Ya queda poco, es un partido menos. Estamos tranquilos pero no hacemos cuentas. Para nosotros tener esa sensación de confianza es muy importante”.

La catarsis emocional y futbolística después de la entrevista, el pasado 23 de febrero, ha sido fructífera y ese peso que “cargaba” se hace más ligero a medida que comienza a rendir. “Me sentía frustrado porque lo que hacía en los entrenamientos no lo hacía en los partidos. Siempre quiero dar más y que la afición este feliz conmigo”, resolvió. Para el portugués, según reveló, la venia del exterior es importante, pero la propia mucho más. Y con encuentros como el firmado ante el Leganés, tiene mucho ganado. Queda por ver si con eso le alcanza para continuar en el Barcelona, toda vez que desde el club se duda de su progresión, por más que Valverde —como ocurriera con Luis Enrique— se cerrara en banda cuando en el mercado invernal le preguntaron si quería que lo intentaran traspasar. El futbolista, por más que ya se hayan desatado las especulaciones, fue rotundo: “Quiero estar aquí, compartir vestuario con los mejores jugadores del mundo, disfrutar con ellos y hacer disfrutar a los aficionados. Estoy viviendo el sueño de todo niño”. El sueño de jugar con Messi y con el Barça y ”en mi casa”, como escribió en la red El triunfo le liberó.