El Levante destituye a López Muñiz
El club despide a su entrenador después de que el gol de Baptistão en el minuto 90 frustrara la primera victoria del equipo en casa en cinco meses
En un escueto comunicado oficial el Levante hizo publica ayer por la tarde la destitución de Juan Ramón López Muñiz como entrenador de la primera plantilla granota tras la reunión de urgencia que mantuvo el consejo de administración en la zona noble del Ciutat de València. El gol de Leo Baptistão en el minuto 90 de partido, cuando el Levante ya acariciaba la primera victoria en casa cinco meses después, ha puesto contra las cuerdas al técnico asturiano y ha acabado con la paciencia del consejo de administración granota, partidario desde hace semanas del adiós del entrenador.
El lunes 19 de febrero, después de la derrota por 3-0 que encajó el equipo en Anoeta, Tito, el director deportivo azulgrana, obtuvo una prórroga de tres partidos para que el técnico ajustara el equipo y lo sacará del vagón de cola de la tabla. Tito contó con el respaldo del presidente Quico Catalán, preso de su palabra de que nunca se inmiscuye en decisiones que corresponden a la dirección deportiva. Con el resto de consejeros en contra, entre ellos Pedro Catalán, el padre del presidente, Tito impuso su criterio y tras cinco horas de reunión le regaló tres bolas de partido a Muñiz, las tres en una semana decisiva con duelos ante Real Betis, Deportivo Alavés y Espanyol. El director deportivo defendía a Muñiz y, de paso, a su tétrica política de refuerzos que no ha mejorado la plantilla en la ventana de invierno.
Desde la derrota ante la Real Sociedad, Muñiz ha ido dando tumbos contra el reloj, consciente de que estaba solo. Sus tres últimas alineaciones han alternado ciertas concesiones a Tito y al consejo y, sobre todo el lunes ante el Real Betis, el técnico renunció incluso a su metodología habitual.
Un punto en una semana de nueve, cinco meses sin ganar en el Ciutat de València, cinco victorias en toda la temporada y el deterioro y la pérdida de autoridad frente a una plantilla inane y descreída, han provocado la destitución del técnico.
A Muñiz, más que sus aciertos, poquitos, lo han mantenido en el cargo los errores constantes de sus rivales que, cuando el Levante fallaba, ellos lo hacían también. El bloque granota nunca ha pisado zona de descenso. De hecho, pese a su negra racha, el Levante sigue fuera de las tres últimas plazas situado un punto por encima de la Unión Deportiva Las Palmas, que juega mañana en Vigo. Del pelotón de los torpes, el Levante siempre acababa sacando el cuello. Muñiz se marcha sin haber metido nunca en descenso al equipo.
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