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Real Madrid mantiene su idilio con la Copa tras batir a un bravo Unicaja

Los de Laso, liderados por un espectacular Campazzo, derrotan a los verdes (89-84) rumbo a las semifinales en las que se medirán al Iberostar Tenerife

Campazzo ante Alberto Díaz. En vídeo, declaraciones de Facundo Campazzo, jugador del Real Madrid.Vídeo: Elvira Urquijo A.
Faustino Sáez

El Real Madrid mantiene su idilio con la Copa. Los blancos, que no pierden un partido en el torneo desde el duelo de cuartos ante el Barça en la edición de 2013, superaron la conmovedora resistencia de Unicaja (89-84) para alcanzar las semifinales del sábado en las que se medirán con el Iberostar Tenerife. Tras una clase magistral de triples, sucumbieron los de Plaza sucumbieron los de Plaza ante un espectacular Campazzo. El base argentino decidió un partido mayúsculo con 18 puntos, tres rebotes, siete asistencias y dos robos, el último providencial para atajar el intento de empate de Nedovic en los instantes finales. Los 17 puntos de Suárez y los 15 de Waczynski (con 5 aciertos sin fallo desde el 6,75) no quebraron la mística de un Madrid tan inconstante como indeleble, sostenido unas veces por Thompkins, muchas por Doncic, otras por Tavares y siempre por Campazzo.

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Entre la vuelta de tuerca y la reinvención, Laso apostó por un quinteto asimétrico en el cuarto duelo de la temporada ante Unicaja. Para alterar la inercia del último precedente, cuando hace menos de un mes el conjunto malagueño frenó al Madrid después de 13 victorias consecutivas entre Liga y Euroliga, el técnico blanco colocó a Taylor sobre Nedovic, a Thompkins como único pívot nato y a Doncic ejerciendo de inopinado cuatro ante Brooks. Agotado el efecto sorpresa, Tavares saltó a la pista antes de que se cumpliera el tercer minuto de encuentro para reconstruir el esqueleto madridista. Plaza también se guardó al gigante Shermadini en una partida de ajedrez que pronto se iba a transformar en una montaña rusa. Otro partido heroico para la leyenda del resiliente campeón.

Guerra de parciales

Con las dos maquinarias a pleno rendimiento, McCallum y Salin comenzaron a afianzar a Unicaja, mientras Causeur desatascaba a un Madrid espeso. Un triple del francés al final del primer cuarto y otro de Doncic al inicio del segundo sirvieron a los de Laso para mejorar su fluidez y pegar un pequeño estirón (31-23, m. 11). Pero, justo en ese instante, Unicaja desató la tormenta. Primero, un triple de Waczynski; después, una bandeja y otro triple de Suárez, y, acto seguido, otros dos bingos consecutivos del alero polaco desde el 6,75. Un chaparrón a modo de contundente parcial de 0-11, que Nedovic se estiró hasta un 3-20 (34-43, m. 17). En apenas tres minutos, Unicaja edificó una demostración de poderío con cimientos inestables.

Se remangó el Madrid, tomó las riendas Campazzo y el pulso sufrió otro volantazo. Gestionando la pausa y la aceleración, el base argentino ordenó el ataque para una reacción exprés. La intimidación de Tavares y la hiperproductividad de Doncic hicieron el resto. Al conjunto de Laso le bastaron tres minutos para marcharse al descanso por delante tras un triple psicológico del propio Campazzo (46-45, m. 20).

Repasadas las estadísticas en el entreacto, Unicaja presumía de un flamante 7 de 12 en triples y dominaba el rebote, pero pesaba un milímetro más las manos de Campazzo y las cuentas de Doncic rumbo al reto histórico de alcanzar la quinta corona.

Rumbo a semifinales, la contienda se convirtió en una constante sístole y diástole sin dueño. Un carrusel desenfrenado de parciales; del 8-0 del Madrid al 2-10 de Unicaja. Del vértigo de Campazzo y el martillo de Doncic, a la vibrante respuesta de Suárez. El alero madrileño engrosó con precisión providencial la cuenta de triples de un equipo abrazado de manera febril a su acierto exterior. Con el undécimo acierto de los de Plaza, el cuarto sin fallo de Waczynski, el viento racheado comenzó a soplar a favor de los verdes y con el duodécimo, de nuevo del polaco, al Madrid se le puso cuesta arriba (70-77, m. 36).

Tampoco estuvo la sentencia en esa racha. En un minuto, el campeón anuló la ventaja del aspirante, esta vez, con Rudy como estilete (77-77, a 3m 17s). Con Doncic en el banquillo y Taylor como especialista defensivo, los blancos se hicieron fuertes y se vieron ganadores. Ahí flaqueó la moral de Unicaja. El último latigazo de los verdes, con un triple de Nedovic, acercó a los malagueños a tres. Pero cuando el serbio buscaba el empate se encontró con la mano de Campazzo para robarle el balón en una acción polémica y acabar con el sueño de los de Plaza. 

Unicaja reclama falta a Nedovic en su último ataque

Restaban 13 segundos para el final del encuentro; el marcador reflejaba un 87-84 a favor del Madrid y Nedovic se elevaba en el aire dispuesto a dejar a Unicaja a solo un punto cuando Campazzo apareció para palmear el balón. El robo del argentino dejó visto para sentencia el triunfo del Madrid y, como hace un año, cargó de polémica la Copa. El Unicaja reclamó falta en una acción que encendió a la hinchada. "Así, así, así gana el Madrid", gritaba una parte del público. Carlos Suárez, el mejor de Unicaja con 17 puntos y 23 de valoración, aseguró después del partido que la mano del base argentino había impactado el brazo de Nedovic. "Yo lo he visto claro y he oído el palo que le han dado. Pero jugadas así son situaciones del partido y para nada hemos perdido por eso", aseguró el alero español.

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Sobre la firma

Faustino Sáez
Es redactor de deportes del diario EL PAÍS, especializado en baloncesto. Además del seguimiento de ACB y Euroliga, ha cubierto in situ Copas, Final Four, Europeos y Mundiales con las selecciones masculina y femenina. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS.

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