Las mujeres del bobsleigh nacen en las pistas de atletismo
Jamaica y Nigeria, que tendrán por primera vez en la historia participación femenina en unos Juegos de Invierno, se nutren de velocistas, vallistas y lanzadoras de peso para formar sus equipos
Bailan y sonríen. Mueven las caderas sin ningún pudor. Para arriba, para abajo, para los costados. Siempre con los brazos en alto. No llevan vestido de fiesta, pero lucen unos impecables trajes verdes fabricados con fibras sintéticas que se ajustan al cuerpo. Festejan la presencia de Nigeria en el bobsleigh femenino por primera vez en unos Juegos de Invierno. Será a partir de este sábado en Pyeongchang y no son las únicas que se estrenan. Jamaica también tendrá una representación histórica con un equipo de mujeres, justo 30 años después del estreno de los hombres. Y muchas de ellas tienen un pasado de competición en las pistas de atletismo.
En 1988, en Calgary (Canadá), Jamaica compitió por primera vez en este deporte con un equipo masculino. Fue tan memorable que lo llevaron al cine en la película Cool Runnings. "Hay un loco que quería utilizar velocistas para empujar un trineo... o algo así de ridículo. ¿Te imaginas a un corredor de trineo jamaicano?", dice el presidente del Comité Olímpico de Jamaica en el comienzo de la película estrenada en 1993. Hoy, 25 años más tarde, eso es una realidad.
En el equipo jamaiquino competirán Jazmine Fenlator y Carrie Russell. Jazmine, de 33 años, era lanzadora de peso, de disco y de martillo en la universidad. Carrie, de 27, una especialista en la prueba de relevos 4x100, donde llegó a ser campeona mundial en 2013. Ambas han dejado las pistas de atletismo por el hielo y los martillos por el trineo. Akuoma Omeoga y Seun Adigun también. Las representantes de Nigeria, que han nacido en Estados Unidos pero cuyos padres son del país africano, se dedicaban al atletismo y Seun incluso llegó a ganar tres campeonatos nacionales en los 100 metros vallas y compitió en los Juegos de Londres 2012.
"Las habilidades de otros deportes se pueden trasladar al bobsleigh. Es todo sobre fuerza, velocidad y la explosividad del comienzo", explica Aja Evans, que representa a Estados Unidos en estos Juegos y que previamente compitió en el lanzamiento de peso y en velocidad. "Yo lo llamo el diamante escondido de las mujeres. Es genial ver cómo el deporte puede crecer en lugares donde jamás lo imaginamos. Queremos correr la voz para que más mujeres tengan su oportunidad", agrega.
Otro ejemplo es el de las atletas estadounidenses Lolo Jones y Lauryn Williams. Lolo, que tiene dos oros en campeonatos mundiales de vallas y dos participaciones olímpicas en los Juegos de Verano, intentó sin éxito ser parte este año del equipo norteamericano de bobsleigh. Lauryn, por su parte, es una de las pocas personas que ha ganado medallas en los Juegos de Verano y en los Juegos de Invierno: plata en Atenas 2014 en los 100 metros, oro en Londres 2012 en los relevos 4x100 y una plata en Sochi 2014... en bobsleigh.
'Elegidos para el triunfo'
En la película Cool Runnings, conocida en España como Elegidos para el triunfo, el protagonista también es un velocista. El mejor de su país, según sus amigos. El que ganaría una medalla de oro, según sus vecinas. El problema fue que durante la carrera clasificatoria para los Juegos de Seúl 1988, se tropezó y quedó fuera. A pesar de eso, la ilusión de ser un atleta olímpico era más fuerte y armó su propio equipo de bobsleigh para estar ese mismo año en Calgary, en los de invierno.
¿Cómo alguien que nunca vio el hielo en su vida puede competir en esa disciplina? El doctor González Badillo, especialista en alto rendimiento, lo explica: "La velocidad que adquieren en la primera fase, antes incluso de que se suban al trineo, va a depender de la fuerza que sean capaces de aplicar en las cuatro o cinco zancadas previas. Eso evidentemente está relacionado con la fuerza máxima de las piernas y parte también de los brazos".
Lo más importante en el bobsleigh es la salida. Allí es donde se gana o se pierde una carrera, aunque después intervengan otros factores. "Está claro que un sector del recorrido en este tipo de pruebas depende de la velocidad inicial, tanto de lo que es el trineo como de los sujetos que van encima. Entonces si se parte a una velocidad mayor después independientemente de la técnica que tengan durante el recorrido donde ya no tienen la oportunidad de aplicar fuerzas sino simplemente de aprovechar la inercia de la primera fase, pues naturalmente la habilidad que tengan los deportistas de impulsarse es uno de los factores determinantes", resalta Badillo.
Esas capacidades de aceleración, de fuerza, y de salto, son tan importantes a la hora de correr los 100 metros vallas como de meterse en un trineo. De ahí se comprende también que la cantera del bobsleigh esté en las pistas de atletismo. El entrenamiento constante, la musculatura y el esfuerzo de hacerlo en una superficie que no es la que conocen, les ha permitido a los equipos femeninos de Jamaica y Nigeria estar hoy por primera vez en unos Juegos de Invierno.
"Todos se están volviendo completamente locos en Nigeria. Lo más gracioso es que la mayoría de las personas no entienden ni qué es ni cómo se pronuncia el bobsleigh", asegura Seun Adigun, la conductora del equipo nigeriano. En Jamaica, en 1988, tampoco nadie lo sabía. Y muchos se reían de ellos. Volvieron como héroes y participaron en otros cinco Juegos de Invierno. "No importa si acaban primeros o quincuagésimos, se han ganado el derecho de representar a su país. De entrar al estadio y flamear su bandera. Es el mayor honor que un atleta puede recibir. De eso se tratan los Juegos Olímpicos", dijo el coach en los Juegos de Calgary hace 30 años. Pero bien podría haber sido ahora.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.